Hay construcciones históricas que se sedimentan con la aptitud, la idoneidad y también la oportunidad: Defensor, el hasta ahora único campeón de la Copa Uruguay en sus dos ediciones pasadas, clasificó por tercera vez a la final al vencer en un apretado partido 1-0 a Boston River, con un golazo del juvenil Xavier Grillito Biscayzacú.
Sufrió la violeta para llegar a la victoria, su cuarto triunfo, y en todos sin recibir goles. También es cierto que lo buscó con temple y capacidad, aguantando los momentos en que Boston River lo superó y buscando el momento de dar el golpe, que fue sobre el final, cuando el Grillito, el hijo del Grillo Biscayzacú, sacudió su zurda y venció a Santiago Silva.
Una Copa, el pase a la final y el Centenario
Mientras miles de ustedes estaban lejos de vivir cualquier sensación o emoción con este partido, decenas, centenas y tal vez hasta miles esperaban con particular expectativa el juego semifinal de la Copa Uruguay entre Defensor y Boston River.
Cuando hablábamos de desidia y poco apego en relación con la Copa Uruguay, estamos bordeando también la falta de información, comunicación y puesta en escena de un torneo que es mirado con desdén y menosprecio, pero que, sin embargo, para algunas comunidades, para muchos hinchas, y seguramente para todos los deportistas, implica una competencia de alto interés y de gran expectativa, en cuanto puedan seguir avanzando.
Fue por ello que los técnicos eligieron oncenas diferentes a las que les antecedieron en la copa más federal de todas y reflejaron en sus 11 futbolistas a los que fueron titulares en la mayor parte de los partidos del Campeonato Uruguayo.
Es más, Boston River, de gran temporada y un muy buen torneo Clausura, dejó el pasado fin de semana a futbolistas titulares en el banco en ocasión de su partido con Cerro, encuentro trascendente para los rojiverdes para seguir la pelea por el Clausura y para asegurar su mejor cupo de Libertadores, para que estos futbolistas llegaran descansados a la semifinal de la Copa Uruguay.
No importó a cuántos les interesaba, ni cuántos estaban pendientes del partido, porque ahí estaba la semifinal de la Copa Uruguay y, además, por si fuera poco, el mítico estadio Centenario, el sueño de los y las futbolistas nacidos en este país para poder jugar por algo trascendente.
Cuando pudo ser de Boston
En el primer cuarto de hora hubo una ligera supremacía de Boston River, que llevó la pelota a campo contrario e intentó, a través del buen tino y la capacidad de su eje central, Gastón Pérez, abrir hacia las bandas y, a partir de allí, intentar con Leandro Suhr por derecha y Juan Manuel Gutiérrez por izquierda, también apoyado por el arachán Ayrton Cougo.
El intento de Defensor de salir jugando desde su área chica para fabricarse rápidamente espacios no prosperó, porque la presión de los tres delanteros de Boston River, con el soporte de su mediocampista, era muy fuerte, y entonces la pelota no salía bien jugada del arco de Matías Dufour.
Avanzado el primer tiempo, a los 35 minutos, apareció la jugada más peligrosa hasta ese momento, cuando Boston River logró armarla, a través de su buscada conexión de pelota al pie y en corto, y así fue pasando de un jugador a otro hasta que llegó a Juan Manuel Gutiérrez, que enganchó de izquierda y definió muy bien de derecha, motivando una genial atajada de Matías Dufour, que la mandó al córner después de volar.
Quiso más Boston con el juvenil ramonense Juan Martín Rodríguez y el artiguense Leonard Costa, poseedores de la pelota desde atrás, porque los violetas esperaban para presionar, y sin andar quemando etapas cuando no había por qué apurar.
Después no pasó mucho más en las áreas, más visitada por Boston River que por Defensor, que ponía las pelotas en el rectángulo.
Grillito
Para el segundo tiempo el Chino Álvaro Navarro dispuso el ingreso del juvenil Grillito Biscayzacú. Entonces, Walter Montoya pasó a jugar en la línea media y armó con mayor continuidad el inicio del juego violeta. Por 15 minutos el equipo de Punta Carretas estuvo más activo en la conformación de jugadas en campo rival, pero no logró arrimarse con peligro al arco del salteño Santiago Silva.
El ingreso posterior del doloreño Brian Mansilla posicionándose sobre la banda izquierda incrementó las posibilidades de ataque de Defensor, que ya avanzado el complemento se parecía bastante más al equipo que ha tenido tan buenas prestaciones en buena parte de la temporada.
Fue así que sobre el final, y después de haber pasado peligros en su área, con dos incursiones del sauceño Franco Pérez por izquierda -que de milagro no generaron el gol de Boston River-, llegaría el gol violeta que definiría el partido y el pase a la final.
Defensor sigue haciendo y construyendo la historia y sabe que podrá defender una copa que hasta ahora es sólo suya.