Otro 8 de marzo llegó para interpelarnos, algo que hacemos a diario las mujeres que trabajamos en el deporte, un espacio que cumple con creces con las características para ser uno de los ámbitos más masculinizados de la sociedad. El solo hecho de formar parte incluye ciertos cuestionamientos de los que se resisten a aceptar que las mujeres podemos y debemos ocupar cualquier espacio.
Las violencias que llegan meramente con la presencia de una mujer en este ámbito son moneda corriente; el simple hecho de estar ahí parece avalar la cosificación y la sexualización. Con eso llega el acoso. La que nunca fue acosada sólo por existir, que tire la primera piedra. A las mujeres las subestiman, las cuestionan. Los hombres sienten que el género los avala.
Una colega, una oportunidad, piensan algunos; oportunidad para las miradas lascivas, para el acoso, para el hostigamiento, para el mansplaining. Una colega mujer supone ser algo diferente y se impone el poder, se pisotea o se menosprecia. ¿Se preguntarán los de arriba si hacen bien al tratar distinto a las mujeres?
Además de nuestro rol propio, está lo que sucede en el espacio deportivo real, el de las canchas, el de las tribunas. En el del fútbol de varones, donde no paran las violencias que se suscitan alrededor de los protagonistas del deporte más popular del mundo. ¿Qué hacemos para cambiar lo que no nos gusta?
En un país absolutamente atravesado por el fútbol, es indispensable analizar a las mujeres en él. En este caso, aprovechamos el periodismo deportivo para ver uno de los roles particulares, y nos proponemos hacer una comparación con lo que sucedía en 2018 en Uruguay. Seis años después, la cantidad de mujeres periodistas deportivas en Uruguay aumentó. Los roles que ocupan mejoraron, pero sigue faltando.
Ese año, en los principales canales de televisión abierta, el 85,7% de los periodistas deportivos eran varones y tan sólo 14,3% mujeres. Ese porcentaje no cambió de forma contundente: sigue sucediendo que, en promedio aproximado, hay una mujer cada 20 varones.
En medios oficiales, son sólo 15 las mujeres que integran espacios formales en el periodismo deportivo de manera fija. En esos medios formales están quienes trabajan en la prensa, quienes lo hacen en radio y las que están televisión. Seis ocupan más de un lugar: una trabaja en radio, prensa y televisión, una trabaja en tres programas de televisión diferentes, una trabaja en dos programas de televisión diferentes y dos trabajan en radio y televisión.
La nómina
Televisión
Ana Inés Martínez, ESPN
Mariana Sequeira, ESPN
Patricia Pujol, TV Ciudad
Diana Piñeiro, Canal 4
Laura Acosta, VTV, Rumbo a la cancha
Adriana Castillo, AUF TV
Sandra Rodríguez, Televisión Nacional
Prensa
Mariana Malek, El País
Radio
Clara Bianco, Sport 890
Más de un medio
Soledad Sejas, Televisión Nacional, AUF TV y DSports
Virginia Ithurbide, TV Ciudad y Del Sol, 13 a 0
María José Paiva, AUF TV y DSports
Sofía Romano, Directv, Sport 890
Nadia Fumeiro, Canal 12, Polideportivo
Fiorella Rodríguez, la diaria, Carve Deportiva y TV Ciudad
Además, hay otras periodistas participando en espacios comunitarios o autogestionados, como Futbolclub.uy, que se transmite por Radio Fénix, en el que participan varias mujeres, como Valentina Rossi, Sofía Mora, Romina Beleda y Micaela Galván, entre otras, como Erika Correa que es parte de Pasión Ascenso
Por otra parte, hay muchas que trabajan de manera esporádica o cubriendo eventos puntuales, como Adriana Laca, que comenta las actuaciones de los atletas uruguayos para VTV.
Las voces
Algunas de las mujeres incluidas en este análisis contaron a la diaria cómo es ser periodista deportiva en Uruguay.
1. ¿Cómo es ser periodista deportiva siendo mujer?
Virginia Ithurbide: Hoy, en mi caso, es un espacio que habito con mucha naturalidad y equidad porque trabajo en un programa que si bien está habitado por hombres, desde el inicio no tuve que luchar por espacios, es muy natural y fue muy natural en 13a0 que sean igualitarios, pero antes de eso la pasé muy mal.
Soledad Sejas: Al principio no fue fácil. Hubo que cambiar la concepción de muchos varones que predominaban en el ambiente. Siento que para poder ocupar un lugar en un medio de comunicación como periodista deportiva tenés que cumplir con determinado modelo estético hegemónico. No así para los varones.
Valentina Rossi: En mi caso, disfruto mucho la profesión y es un placer trabajar en lo que amo. De a poco me fui metiendo en el ambiente y puedo decir que constantemente trabajo en cumplir metas y objetivos que cuestan mucho porque en sí el ámbito del periodismo es difícil, y mucho más el deportivo.
Mariana Sequeira: Creo que hay un análisis mayor de lo que decimos y cómo nos desenvolvemos en los medios. Como que estamos en la mira de a ver cuánto sabemos. Muchas veces se nos exige una perfección mayor que a los varones.
Clara Bianco: No es fácil, pero creo que estamos en un momento muy particular de cambios y viviendo y siendo ese cambio que nosotras y las futuras generaciones necesitan.
2. ¿Sienten que hubo una evolución con respecto al espacio que ocupan las mujeres en el periodismo deportivo?
Virginia Ithurbide: Creo que hay una evolución que es muy lenta pero es; sostengo que hay crecimiento de mujeres en los medios deportivos, pero falta mucha calidad de trabajo, hay cantidad pero aún falta que se habiten los mismos espacios que los hombres.
Soledad Sejas: Sí hubo una evolución, pero aún no hay igualdad a la hora de ocupar espacios. Hoy, por suerte, somos cada vez más, pero por una cuestión histórica siguen siendo los varones los que en su mayoría ocupan esos espacios.
Valentina Rossi: Hubo evoluciones, pero creo que la mayoría son falsas evoluciones. El machismo predomina en el periodismo y mucho más en el deportivo y, si bien se puede ver que hay gente que realmente trabaja para derribarlo, hay muchos que nos incluyen por llenar la famosa cuota de género, porque nos acosan y después quieren tapar el acoso dándonos un puesto.
Mariana Sequeira: Sí, hay una evolución, con más mujeres presentes en los medios, pero siempre, o en general, estos equipos los siguen liderando hombres. Falta mucho aún, pero es bueno que haya varias referentes para las que vienen.
Clara Bianco: Sin dudas que sí, pero, aunque por suerte podemos decir eso, aún queda mucho por luchar y ganar. Hoy vemos muchas colegas en los medios más importantes, y la admiración y el orgullo por todas y cada una es inevitable.
3. ¿Sentís que tenés las mismas oportunidades que los varones?
Virginia Ithurbide: Hoy sí.
Soledad Sejas: En mi caso, realmente me siento afortunada. Desde que ingresé a la Televisión Pública pude desarrollar mi tarea a la par de los compañeros varones. Somos un gran equipo y he tenido las mismas oportunidades que ellos, por ejemplo, a la hora de viajar y cubrir eventos. Lo mismo me sucede en la AUF, donde trabajo desde hace unos años y me han dado muchísimas posibilidades de crecimiento. Pero entiendo que mi realidad no es la que vive la mayoría de mis colegas.
Valentina Rossi: No tenemos las mismas oportunidades, está ligado a la cuota de género; hay más oportunidades y gente que trabaja para eso, pero hay otros que nos ponen en lugares por otras cosas.
Mariana Sequeira: Creo que cuesta más llegar porque hay menos espacios.
Clara Bianco: No, y nunca lo sentí. Sin ir más lejos, quienes hicieron el mismo curso que yo de periodismo, que son varones, todos están viviendo del periodismo. Se podrán discutir varios puntos, pero en comparación, aun teniendo la misma formación, ellos están cómodos. Yo todavía tengo mi trabajo por fuera y vivo de eso, no de lo que me gustaría.
4. ¿Qué machismos se viven en el periodismo deportivo uruguayo?
Virginia Ithurbide: En muchos casos hay diferencias en los sueldos, en las oportunidades de participar en eventos deportivos que tal vez a los hombres no les pasa, de tener aún que luchar por lugares que sean relevantes, soportar que juzguen las opiniones con base en ser mujeres, llegando a incluso a soportar insultos machistas desagradables.
Valentina Rossi: El que prima es el mansplaining. Me ha pasado de estar comentando un partido o haciendo vestuarios y que mis compañeros me hagan comentarios que ya vi en la cancha o que ya sé. También, los insultos típicos hacia el deportista como por ejemplo “corrés como mina”, “andá a hacer ballet”, o a las futbolistas: “estas que juegan al fútbol son todas lesbianas”, etcétera, incluso a juezas, a las que lo único que saben decirle es “volvé a la cocina” o “andá a mirar Utilísima”. O comentarios que nos hacen a nosotras: “sabes mucho para ser mujer”, “esta llegó porque se puso las rodilleras”.
Algo que vale la pena mencionar es que las trabajadoras en los cuerpos técnicos no tienen un lugar donde bañarse/higienizarse en estadios donde se juegan los partidos de fútbol.
El machismo en el periodismo deportivo está instalado tanto en hombres como en mujeres, y se pueden ver situaciones de machismo y acoso por ambas partes, porque así se educó y se instruyó que tiene que ser. Una mujer llega a privarse de hacer algo en su trabajo deportivo porque “puede quedar mal vista”.
Soledad Sejas: Hay de ambos en lo que tiene que ver con los puestos; los de poder están ocupados por varones. También hay situaciones cotidianas de acoso u otro tipo de violencias que se viven en cualquier ámbito de la sociedad, que se potencian en el ámbito deportivo.
Mariana Sequeira: Los mismos que perduran en el resto de los rubros, lamentablemente.
Clara Bianco: A grandes rasgos, está a la vista que la mayoría de los paneles deportivos los ocupan en un 90% varones.