Peñarol superó 3-0 a Rampla Juniors con goles de Leo Coelho cuando se iba el primer tiempo, y de Leo Fernández y el brasileño Matheus Babi en el complemento. Fue una goleada justa y merecida del carbonero, que fue más que su rival y prácticamente no pasó nervios en defensa.

Desde adentro

Los equipos llegaron en una sintonía muy distinta, el mirasol con dos triunfos seguidos y el picapiedra para tener su primera acción en este Campeonato Uruguayo 2024: en las primeras dos fechas tuvo descanso por haber disputado los playoffs para ascender a la divisional de privilegio muy cerca de la fecha de inicio del torneo. A pesar de esa desigualdad en la realidad de los equipos, a Peñarol le costó un tiempo entero convertir y logró reflejar su superioridad en el complemento.

En una tarde noche fresca en el estadio Centenario, que recibió a 12.000 espectadores aurinegros –los picapiedras tienen la localía suspendida–, el encuentro comenzó friccionado por una falta que cometió Byron Castillo a los pocos segundos del silbido arbitral. Fue por eso que Rampla tuvo la primera chance de pelota quieta.

Lo mismo pasó a la inversa poco rato después: el aurinegro tuvo la primera de tiro libre y, aunque no fue certero, aprovechó para continuar en esa sintonía, creando peligro en el arco picapiedra. Maximiliano Silvera cabeceó en el área tras un centro de Leonardo Fernández y debió actuar el arquero Adriano Freitas, quien lo hizo de gran manera, aunque se sintió en la doble tapada.

Peñarol continuó atacando constantemente con cuatro jugadores en el área rival, tuvo varias jugadas de mucho peligro, mientras que Rampla, que defendía con muchos jugadores, se salvaba gracias a la actuación de Freitas.

En suma, Peñarol tenía la calidad y las herramientas, y el picapiedra, que tenía claro lo difícil que sería la disputa, manejaba intensidad en lo único que podía: la actitud. El entrenador, Martín Tato García, lo dijo en la previa: el conjunto del Cerro está en pleno proceso de preparación, sobre todo de la parte física.

Entonces, para ver el partido había que mirar hacia una sola parte de la cancha, en la zona donde la supremacía aurinegra no se podía reflejar en el marcador porque le faltaba precisión para abrir la cuenta.

Leonardo Coelho (d), de Peñarol, tras convertir el primer gol a Rampla Juniors, este domingo, en el estadio Centenario.

Leonardo Coelho (d), de Peñarol, tras convertir el primer gol a Rampla Juniors, este domingo, en el estadio Centenario.

Foto: Guillermo Legaria

Y cuando Diego Aguirre se estaba mentalizando para reclamar a sus futbolistas por haber desperdiciado un tiempo entero, llegó el gol, justo a tiempo. Con un gran córner ejecutado por Fernández, Leo Coelho la mandó a guardar para poner la justicia en la cuenta. Una cuenta justa hasta ese momento.

Otro tiempo

El complemento llegó con la chance más clara de Rampla: Washington Aguerre salvó a Peñarol tras el disparo de Tomás Adoryán. Luego, envalentonado, probó suerte Gonzalo Barreto y la igualdad picó cerca.

Pero el manya no había reducido en nada su rendimiento. Con un cabezazo de Sequeira que pegó en el travesaño, volvió a avisar la visita. A los pocos minutos fue Eduardo Darias el que exigió a Freitas.

Para el final, más chances para Peñarol, de tiro libre y de jugadas colectivas, pero ninguna era aprovechada y no lograba bajar el telón del partido. Hasta que llegó la pena máxima por una falta de Álvaro Gracés –que fue expulsado– y Leo Fernández, el mejor del carbonero, la cambió por gol.

Más tarde ingresó Matheus Babi y tuvo revancha por el penal errado en su partido de debut. Esta vez la mandó a guardar de cabeza, y así el manya se aseguró un triunfo más para extender el gran comienzo de campeonato que está teniendo y que lo tiene liderando el Torneo Apertura.