Las redes de Peñarol explotaron esta mañana tras la confirmación de Ignacio Ruglio en Carve Deportiva, de la llegada de Diego García al plantel aurinegro. El jugador, proveniente de Liverpool, tiene una causa abierta por abuso sexual con acceso carnal en La Plata, Argentina, cuando defendía los colores de Estudiantes. Peñarol, a raíz de la repercusión del caso de García, publicó un comunicado en el que argumentó que la contratación fue evaluada por “especialistas en Derecho”.
El futbolista fue un pedido expreso del entrenador mirasol Diego Aguirre para suplir las recientes bajas de Leonardo Sequeira y Alan Medina. En un principio trascendió que la Secretaría de Género del club había avalado la contratación pero la diaria confirmó con Lucía Areco, consejera de la Secretaría, que esta había actuado como “matafuegos” ante la inminente contratación del futbolista. En el contrato existe una cláusula planteada por la Secretaría que establece que el acuerdo se romperá “frente a cualquier avance” que tenga el proceso judicial.
El club anunció entonces que García firmará un contrato “atípico”, habiendo manejado el club “las previsiones del caso con la Secretaría de Género”. “Al igual que ocurre en el inicio de toda temporada, Peñarol trabaja en la conformación del nuevo plantel que defenderá nuestros colores a nivel local e internacional, para seguir construyendo la historia de nuestro club”, comienza el comunicado.
“En ese marco, y ante el arribo del futbolista Diego García para integrarse al plantel principal del fútbol masculino de la institución, Peñarol deja constancia de que la contratación se realizará habiendo analizado en detalle todos los aspectos concernientes a su trayectoria futbolística, y considerando la evolución del proceso judicial en curso que mantiene en Argentina”, continúa.
“La llegada de García representa un aporte valioso en términos deportivos para el plantel y responde a una solicitud del cuerpo técnico comandado por Diego Aguirre. A esos efectos, tanto el entrenador como Peñarol a nivel institucional, evaluaron la oportunidad de la contratación con especialistas en Derecho”, agregó el mirasol en el comunicado.
“Hemos resuelto: reafirmar nuestra confianza en el cuerpo técnico mediante la confección de un histórico y atípico contrato, haciendo prevalecer la presunción de inocencia y el derecho al trabajo del jugador, pero cuidando los valores del club, con la posibilidad de rescindir dicho contrato frente a cualquier avance que este proceso judicial tenga”, sumó.
Para terminar, la misiva expresa que “Peñarol continúa trabajando a través del deporte como un factor de integración y sana convivencia, manteniendo el más firme rechazo a cualquier tipo de violencia, y defendiendo al máximo el respeto a las personas”. La Secretaría de Género emitirá un comunicado en respuesta, según anunció Areco a la diaria.
Lucía Areco: “Siempre estamos del lado de las víctimas”.
Tras el anuncio de la contratación de García, consultada por la diaira, Areco indicó que “nunca se nos consulta por una contratación, es la primera vez que pasa, aunque tampoco fue una consulta; fue a raíz de la denuncia. No es el primer período de pases que interesa el jugador, y por la propia situación no había prosperado en otros casos la negociación. Ante la insistencia del cuerpo técnico y teniendo en cuenta que el jugador estaba terminando su contrato con Liverpool, y hacía un año que estaba en Uruguay sin problemas, es que el cuerpo técnico entendía que esta vez no le daría problemas al club”.
En las situaciones anteriores de sondeos por la contratación de García, la Secretaría de Género no había sido consultada, sino que la negativa la había dado el consejo directivo. “Nosotras no incidimos en las contrataciones, somos un grupo de socias honorarias que trabajamos para disminuir la brecha de género en el club, y poder accionar en casos de violencia que pasen en la institución. Hemos hecho recomendaciones por ejemplo en el caso de Sergio Toto Núñez, para que se cesara su contrato y la sugerencia no fue recibida. El club es el que resuelve. En este caso fuimos llamadas para ponernos al tanto de la situación, ya era aparentemente inminente la llegada del jugador. La secretaría en primera instancia responde que es un problema para la institución, se estudia el caso, el jugador tiene una causa abierta y se advierte que es un problemón; que sería lo mejor evitarnos esta situación”, manifestó Areco. Sin embargo, Peñarol avanza en la contratación del futbolista, pero no con el aval de la Secretaría de Género.
La Secretaría entonces, ante la inminente llegada de García, actuó como un “matafuegos, para mitigar los daños para el club frente a esta situación. El jugador está viviendo un proceso judicial, no es un jugador que simplemente fue acusado, tiene una causa abierta, pedimos que se tomaran los recaudos para no perjudicar a Peñarol. Los contratos de los jugadores están regidos por la norma FIFA, no se puede inventar nada, y generalmente se hacen cláusulas de mal comportamiento”, agregó la consejera.
La Secretaría dispuso entonces “una cláusula” ligada a su proceso judicial, contó. Es algo que “nunca habíamos podido poner en un contrato, pero que hacía tiempo que teníamos intención de incidir en los contratos con cláusulas por violencia basada en género, aunque no pensábamos en un caso tan grave como este”, destacó.
Según Areco, esto “puede generar un precedente que puede ser positivo para el fútbol. Nosotras no respaldamos esta contratación, y evidentemente toda la institución respalda al cuerpo técnico, por lo que es una decisión que se toma como institución. Dentro del respaldo al cuerpo técnico tratamos de incidir en lo que pudimos. La cláusula nace desde la secretaría como manera de respuesta, como condicionante para la llegada del jugador. El presidente del club entendió que era importante el compromiso del jugador, con respecto a este tema, es de mutuo acuerdo entre el club y el jugador y su representante con respecto a la cláusula”.
El proceso judicial lleva aproximadamente seis años. “Esa pobre chiquilina debe estar viviendo un calvario”, manifestó Areco en alusión a la víctima. “El fútbol es un ámbito varonil, todas las personas que tienen cargos de poder dentro del fútbol son varones, de hecho es una gran sorpresa que aunque sea se hayan tomado diez minutos para escuchar nuestra opinión, tristemente, pero es así. El hecho de que sepan que existimos y que hayan sentido la necesidad de consultarnos, me hace sentir que aunque sea, mínimo se incomodan con nuestra insistencia. Las garantías que él tiene como ciudadano en su presunción de inocencia son reales, podemos estar en contra desde nuestra opinión personal pero son reales y contra eso no podemos hacer nada. Si pudiera yo desde mi lugar, elegiría que en mi institución no haya nadie asociado a ese tipo de problemas”, planteó.
“Con las que tenemos carta verde es con el femenino, pero ellas son las que más viven en carne propia las desigualdades”, señaló Areco. “Durante este año estuvimos trabajando en un protocolo para casos de violencia o discriminación dentro del club que se presentó en noviembre al consejo directivo. Ahora está en el departamento legal para su revisión y va a salir el mes que viene. El protocolo incluye talleres y trabajos de sensibilización, y ojalá que a partir del protocolo podamos hacer más trabajo de campo”, contó.