Quedar eliminado en cualquier campeonato con el que una sueña siempre es una frustración importante, pero quedar eliminadas como les pasó a las muchachas de Nacional en la cancha de Deportivo Morón, en Argentina, después de haberlo intentado de todas maneras, haber fallado un penal a falta de cinco minutos, y lo peor de lo peor: hacer un gol en el final mismo de los descuentos, festejarlo como nunca y que después el VAR trace líneas y diga que estaba un par de centímetros fuera de juego, y que ni el gol ni esa alegría que explotaba el alma valía, es algo tan feo que ni se puede contar.
Nacional y Libertad terminaron empatando 0-0, y como en el partido jugado en Banfield Deportivo Cali derrotó a Universidad de Chile por 2-0, las clasificadas del grupo D como primeras y segundas, respectivamente, fueron las colombianas con 7 puntos, con dos victorias y un empate, y las paraguayas, que empataron los tres partidos y se quedaron con tres unidades. En el tercer escalón quedaron las uruguayas y las chilenas con dos empates.
Había sensación de tragedia griega y algunos indescifrables elementos emocionales mientras el machaque de las bolsilludas parecía proyectar otra cosa; para cuando fueran las seis de la tarde, había algo en el aire que parecía que no se llegaría a buen puerto.
Fue un buen partido; Nacional buscó la victoria de principio a fin, porque además era lo único que le servía para seguir adelante, y Libertad jugó el partido con la radio en el oído y supo jugar con el resultado para clasificar, lo que festejó con infinita alegría cuando, como en Match Point, la pelota, el anillo, bailó haciendo equilibrio entre la comedia y la tragedia y cayó del lado equivocado para las orientales.
Con todo
El equipo tricolor, a sabiendas de que lo único que le permitía seguir adelante era primero ganar y después esperar el resultado del otro partido, salió con todo sobre el campo gumarelo. Tras estirar una presión muy alta por más de 15 minutos, hizo que todo el juego fuese en campo de las paraguayas, a tal punto que casi no tuvo acción Josefina Villanueva.
Resultaba trascendente la concentración y aplicación del esquema pretendido, que hacía que estuvieran con muchas futbolistas en campo antagonista a partir de la línea de tres que Marcel Rauss planteó para el equipo uruguayo. Recién pasando el ecuador de la primera parte, a los 23 minutos y de forma bastante colateral, Libertad pudo generar un tiro de esquina. Y a partir de ahí, llevó a buena parte de sus futbolistas al área tricolor para generar la primera acción en los dominios de Villanueva, que finalmente resolvió bien.
En el último tramo del primer tiempo a Nacional le costó mucho más generar acciones cerca del área contraria, y la pelota estuvo bastante más dividida, aunque sin que las paraguayas pudieran generar alguna acción de peligro.
Sin embargo, en los últimos minutos del tiempo inicial, Nacional volvió a ser una tromba sobre el arco de las paraguayas. De no ser por su golera Patricia López, dos acciones cantadísimas de gol de las tricolores pudieron haber terminado en las redes, pudo caer el gol uruguayo. Primero fue una carrera y centro gol de la salteña Sofía Oxandabarat, que terminó con impecable definición de Hadrielen Gomes, que tapó la arquera gumarela. Y luego un córner que terminó en cabezazo franco de la brasileña Martha Figueredo, que pudo haber pasado de la línea de gol de no haber sido por la 1 paraguaya.
Después hubo más, un remate cruzado de Micaela Fitipaldi y otra aparición de Figueredo, pero se fueron al vestuario sin que la pelota tocase las redes.
Más de lo mismo
El segundo tiempo empezó distinto al inicial porque, si bien se mantuvo la acción ofensiva continua de Nacional, esta vez también las paraguayas generaron acciones ofensivas intensas, en las que la perfecta acción de Villanueva en el arco tricolor evitó que se complicara el partido para las uruguayas.
Una gran jugada con triangulación por izquierda y el centro al punto penal de Allison Latúa terminó en la definición de la colombiana Camila Russi, y otra excepcional atajada de la paraguaya López.
Las paraguayas empezaron lentamente a volcar el juego sobre campo uruguayo y la zurda Liz Peña generó un par de situaciones de extremo peligro, incluyendo una carrera y remate que dio en el vertical derecho de Villanueva, cuando ya se advertía que el equipo uruguayo estaba perdiendo la concentración inicial del juego.
No es fácil mantener la concentración y la aplicación de lo que se quiere y se debe buscar durante todo el partido, mucho menos cuando el reloj comienza a apretar y no llega el gol esperado. Por ello, Nacional empezó a quedar desconectado y ello permitió más jugadas paraguayas que llevaron peligro al arco de Villanueva, que dos y tres veces tuvo que mostrar su enorme capacidad para volar y evitar que la pelota entrara.
El desgaste físico también empezaba a hacer mella en las tricolores y también en las gumarelas. Pero ellas con el empate estaban pasando a octavos de final.
Match Point
A falta de 8 minutos para el final del partido, una increíble, inocente e inexplicable agresión de Natalia Genes sobre la tricolor Isabella Cardozo generó la revisión del VAR de la acción, que había pasado inadvertida para todos, menos para Cardozo, que había quedado tirada en el área cuando la pelota ya estaba en otro lado. A instancias del VAR, la jueza terminó sancionando el penal y la expulsión de Genes. Sin embargo, el tiro desde los 12 pasos no pudo ser cambiado por gol porque el remate de la arquera uruguaya, Josefina Villanueva, dio en el ángulo, entre el travesaño y el caño izquierdo, y en el rebote la pelota, cabeceada por Oxandabarat, se fue ligeramente afuera.
Al final, en la última de las últimas, cuando ya todo el equipo parecía desahuciado, una pelota muy bien cruzada de izquierda a derecha para Oxandabarat, que la puso al centro del área, y cuando parecía que Patricia López se quedaría una vez más con una pelota cuyo grado de dificultad no era alto, la golera de Libertad dio un inesperado rebote, y la brasileña Joiceane Scatola, que estaba ya jugando de 9, reventó las redes paraguayas, pero el VAR trazó líneas e invalidó el gol.
Un agobio inmenso, una caída brutal, pero hay que levantarse.