Defensor Sporting recibió a Liverpool en el Parque Rodó, en una noche calurosa que encontró respiro en cada desvío, más allá de las líneas anacrónicas de cal. Defensor fue más que el negro de la Cuchilla en el primer tiempo, aunque los dirigidos por Joaquín Papa se armaron de paciencia y supieron de todas formas sostener los embates locales.

Sin embargo, el local no pudo cristalizar el dominio y Liverpool se asentó desde la defensa del punto lógico hasta alcanzar vulnerar la resistencia violeta. Ni siquiera un cabezazo de Franco Soldano, que se perdió ancho, ni Guillermo de los Santos, por los aires, pudieron romper el score. El argentino Walter Montoya se fue apagando y en los pies de Nicolás Vallejo apareció la más clara del primer acto para la visita.

El partido sucedió sin demasiados sobresaltos. Una disputa por el dominio sin alterar el sudor de los arqueros, aunque Kevin Dawson –cuando tuvo que hacerlo– respondió. El ingreso repentino de Ezequiel Forclaz por Kevin Amaro pareció refrescar a los negros. Además, contaron –aunque a chispazos– con la figura de Abel Hernández, que tiene la capacidad de transformar cualquier partido.

El segundo tiempo lo inauguró Emiliano Márquez reaccionando dos veces en una serie de rebotes. Aunque el árbitro invalidó la jugada, despertó a las tribunas. La de Defensor preguntó por Matías Abaldo, el querido de la casa, aunque se lamentó de que Maxi Gómez no haya llegado al debut esta noche.

Liverpool creció en la segunda parte. Papa movió el banco, al tiempo que Navarro hizo lo propio en el local. En Defensor son todas joyas que prometen. Liverpool apeló a la ley del ex con Gonzalo Nápoli. Se aferraron a las estampitas pero no dijeron nada. Navarro puso a su hijo, como una foto en la heladera. Desde el banco llegó un atisbo de peligro cuando Xavier Biscayzacú giró en el área para rematar y el rebote cambió el destino, pero se perdió al córner.

Faltando diez minutos, Hugo Quintana condujo hasta donde pudo y sacó el tiro que sacudió a Dawson. En el rebote, sorpresivamente, Lucas Agazzi se la llevó puesta y el score se abrió para la visita con gol en contra. Ni con Abaldo pudo el local. Liverpool consiguió tres puntos de oro y se consolidó en su vuelta al protagonismo.