Pasó una final más –sin tanta metáfora, porque Racing estaba y está a tres puntos– y Liverpool sigue siendo el único líder y el único puntero de un campeonato que ya atravesó 11 fechas y del que quedan 12 puntos en disputa. Fue un partido de altísima tensión en el Parque Roberto, que recibió a muchísima gente que llegó al escenario de Sayago un lunes de tarde a sabiendas de que era una instancia trascendental para el campeonato y en la que la punta estaba en juego.
El segundo empate consecutivo de Liverpool –el anterior fue ocho días atrás con River Plate– significó mantener la punta, el invicto y la ilusión de definir en un cierre del torneo en el que, de sus perseguidores, sólo le queda jugar con Juventud de Las Piedras, que, igual que Racing, tiene 20 puntos.
Los dos goles llegaron en el segundo tiempo. Abrió la cuenta Agustín Pereira para Racing y cinco minutos después lo empató Abel Hernández, que es el goleador del campeonato con nueve anotaciones.
Son pasos importantes cuanto más cerca de la meta se está. Liverpool logró bloquear a su rival, que, consciente de lo que se estaba jugando, le hizo un gran partido y apostó por la victoria.
Contra las cuerdas
Racing empezó bastante mejor porque pudo aplicar la estrategia que había pensado para enfrentar a los negriazules: bloquear absolutamente el campo contrario y establecerse bien cerca del arco de Sebastián Lentinelly cuando el golero salteño empezaba el juego.
Fueron diez minutos de intensidad albiverde, que estuvo cerca del gol en un remate de Santiago Ramírez que pasó cerca del vertical derecho de los de Belvedere y, en particular, en un remate de oportunidad desde fuera del área cuando, en la salida del equipo de Joaquín Papa, Lentinelly perdió la pelota al entregarla, pero logró resolver ese error garrafal.
Liverpool nunca fue dominado por completo y dejaba la sensación de estar alerta y pronto para aparecer en el área contraria en el momento que el juego se lo permitiera.
También era razonable pensar que por una cuestión física y de concentración la intensidad de la presión de Racing en el campo contrario no iba a poder traspasar la media hora. Esto se advirtió minutos antes, cuando el puntero del campeonato empezó a generar situaciones aisladas.
Liverpool logró empezar a sacar su juego cuidado desde atrás y a llegar sobre el arco de Lautaro Amadé.
Con todo
En el minuto 10 del complemento se vino la primera gran sacudida cuando Agustín Pereira, parado a un metro del punto penal, elevó su pierna derecha y conectó terrible bombazo para vencer a Lentinelly; aunque segundos antes había evitado que la pelota llegara a las redes, ante el tiro de Pereira ya nada pudo hacer. Fue en una pelota aérea, en un córner corto que, tras una estación inicial de Agustín en el primer palo, fue seguido por un cabezazo al arco sobre el segundo caño de Lucas Monzón. El guardameta salteño reaccionó con una gran atajada, pero la pelota quedó en el área para que pudiese salir el bombazo de Pereira.
A partir de ese momento el partido se volvió electrizante porque de inmediato llegó la respuesta de Liverpool, pero Racing no dejó de generar corridas que permitieran ataques de gran peligro.
Sólo cinco minutos después apareció la Joya y el empate de Liverpool. Una vez más, Abel Hernández, el goleador del campeonato.
Por la derecha la peleó en largo Kevin Amaro, que llegó hasta mandar un centro rastrero que, casi en el segundo palo y barriéndose, empujó Abel rumbo a las redes. Se había puesto buenísimo el partido y era imposible adivinar hacia dónde se podría correr el fiel de la balanza.
Pero el partido tendría otros vuelcos. En la media hora, en una acción ofensiva del sanducero Ramírez, cuando intentaba definir cayó frente a la acción de los defensas. No pareció penal, pero tampoco que el jugador se hubiese tirado en un intento de engañar al árbitro. Sin embargo, este le sacó la segunda amarilla y el local se quedó con un futbolista menos para el cierre.
Cambió la calidad del juego porque Racing debió recostarse en su campo y ya no pudo presionar. Esto permitió que los negriazules pudieran empezar la jugada en su propia área.
El ingreso de Ezequiel Forclaz favoreció el crecimiento notorio en el juego de la visita: toda la banda de Kevin Amaro y el manejo de la pelota del mediocampo fueron inclinando el partido para el lado de los líderes del torneo. Sin embargo, no pudieron traducirlo en jugadas de gol que le permitieran quedarse con la victoria.
Fue un partido interesante, que dejó a Liverpool un poquito más cerca de la definición del primer torneo del año.