Cuesta ir a Paraguay, siempre cuesta. Y esta vez costó más porque Uruguay estuvo lejísimos de su mejor versión y cerca de la realidad de los últimos partidos, en los que apenas ha arañado resultados. Algunas vez jugó maravillosamente, hoy está con cierto aire, pero, atentos, el partido del martes con Venezuela es clave, fundamental.

Uruguay jugó mal en todas las facetas del juego. El triángulo defensivo no dio garantías y cometió errores que fueron goles; la mitad de la cancha navegó en la intrascendencia del toque para los costados o para atrás; al ataque no le llegó una pelota como la gente y se fue con la estadística de tiros al arco sin chances claras.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, es lógico que se enciendan las alarmas. Sin solidez atrás, sin construcción en la mitad de la cancha y sin poder convertir un gol –ni uno– en tres partidos, el viento sopla torcido para la celeste. Deberá mejorar, tiene deberes para hacer.

Santiago Mele (4): tuvo algunas buenas tapadas, pero calculó mal en el primer gol, en un momento clave porque Uruguay no estaba jugando mal y desde ese momento todo fue cuesta arriba.

Guillermo Varela (4): no pudo plasmar nada de lo que se le pide a un lateral derecho: no cerró su sector, no pudo subir como alternativa a los desbordes, no logró complicidad con Pellistri.

Ronald Araújo (2): hizo un mal partido, sino lo siguiente; no supo salir jugando, no dio garantías en defensa y, para colmo, cometió un penal infantil.

José María Giménez (4): otro de mal juego; en esta nueva era cuesta encontrarle buenos rendimientos al capitán. Pelea, grita y mandonea, sí, pero jugar, poco.

Mathías Olivera (4): jugó sólo un tiempo; en ese rato, entre Almirón y Enciso le dieron muchísimo trabajo: el gol llegó por su sector de la defensa.

Nahitan Nández (4): de volante, como alguna vez jugó; sin embargo, dio muchas ventajas en una zona donde Uruguay tuvo la pelota pero le faltó creación. Cuando pasó al lateral tampoco incidió.

Manuel Ugarte (5): quiso pero no pudo; en la marca se defendió tal cual es su característica, pero en ataque, teniendo en cuenta que no estaban Federico Valverde ni Rodrigo Bentancur, no fue una salida clara para los celestes.

Giorgian de Arrascaeta (4): fue la apuesta del entrenador para la creación, pero el premio quedó vacante. Lejos, pero lejísimos de lo que ha demostrado alguna vez. Sin él, Uruguay no conectó con los delanteros ni se generaron situaciones claras de gol. Demasiada ventaja.

Facundo Pellistri (5): bien tomado por Junior Alonso, un baquiano de la garra guaraní. Algo, muy tímidamente, intentó en el segundo tiempo, pero el entrenador decidió sacarlo y la celeste ya no generó un espacio por la derecha. Ni uno.

Rodrigo Aguirre (5): peleó, buscó, chocó con los rivales, ayudó a la marca, cubrió espacios de sus compañeros; si jugara de volante, su tarea sería casi sobresaliente. Pero es el 9 de Uruguay: no le pusieron una pelota adelante como para que apuntara al arco.

Maximiliano Araújo (5): no pudo generar sociedad ni con Mathías Olivera ni con Joaquín Piquerez; le cerraron bien el perfil y siempre lo hicieron recular, girar para atrás, buscar un paso defensivo para no perder la pelota.

Ingresaron

Joaquín Piquerez (5): entró a remarla y la remó, pero resulta que Uruguay debía salir a ganar el segundo tiempo porque ya iba perdiendo. Hizo lo que pudo en un equipo que no se encontró.

Rodrigo Zalazar (6): jugó media hora y fue el que más buscó en Uruguay. Al menos tiró dos quiebres de juego, fue vertical, quiso motivar a sus compañeros.

Brian Rodríguez (-): cuando entró no pareció un mal cambio porque Uruguay buscaba –sin buscarlo– el empate; pero no le llegó una, a los minutos cayó el segundo de los guaraníes y la pelota pareció un objeto extraño.

Agustín Álvarez (-): estaba contento por la citación, apenas la tocó, hizo una falta.

El resto del plantel

Completaron el banco de suplentes Cristopher Fiermarin, Franco Israel, Santiago Bueno, Nicolás Marichal, José Luis Rodríguez, Emiliano Martínez, Nicolás Fonseca, Cristian Olivera.

Por decisión técnica no estuvieron en el banco Sebastián Cáceres, Juan Manuel Sanabria, Facundo Torres y Luciano Rodríguez; además, Lucas Torreira fue desafectado por un virus.