El presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Diego Labat, informó que la entidad prepara un conjunto de medidas para promover “mayor agilidad” y más innovación en el sistema de pagos y en las empresas financieras que operan en Uruguay. El plan incluye impulsar transferencias bancarias al instante y que se habiliten los cheques digitales, dos iniciativas que, según señaló, aspira a que se concreten a la brevedad.

En el marco de su participación en el panel de cierre del Compliance Day organizado por el estudio Brum Costa, Labat señaló que, pese a la bancarización de más personas en los últimos años, los indicadores respecto del sistema de pagos de Uruguay “son bastante malos y muestran que estamos rezagados en varios aspectos y que necesitamos mayor agilidad”.

También sostuvo que si bien el sistema financiero logró consolidar una mayor solidez, producto del proceso iniciado poscrisis de 2002, hay “desafíos muy fuertes” a la luz del avance de la tecnología y su implicancia en el sector. Indicó que los bancos tienen “buenos ratios de liquidez”, pero que la rentabilidad “no es todo lo buena que se quisiera” y que en ese contexto debe haber “mayor desarrollo y ánimo de innovar”.

Eso es lo que pretende que se impulse desde el BCU como regulador del sector. Acerca de esta tarea, comentó que “no hay que pensar que el regulador planifica cómo se harán los pagos o las transacciones dentro de cinco o diez años; hay que acompañar esos procesos y generar un terreno de juego nivelado que permita que los distintos jugadores se desarrollen, inviertan e innoven sin que existan barreras para la entrada”.

Este es un plan que se encuadra dentro un mundo cambiante, que cada vez es más veloz en sus transformaciones. “Si uno mira los sistemas financieros del mundo, siguen los bancos de hace 20 años, pero aparecen nombres nuevos asociados a marcas de tecnología que de a poco se meten en lo financiero, como Google y Apple”. Es en ese contexto que el BCU, como regulador, debe buscar “un fino equilibrio entre la estabilidad y la innovación”, procurando que el mercado dé pasos en ambos sentidos, ya que “una mayor innovación, desarrollo y competencia no debe ir en detrimento” de la solidez lograda.

En relación con lo anterior, explicó que el método de trabajo para promover una transformación del sistema de pagos pasó por la generación de siete mesas de expertos que se centraron en diversos aspectos, donde se escuchó a los actores del sector privado y también a la academia. “Así fuimos construyendo ciertas soluciones y trazando caminos, y empezaremos a dar algunos pasos”, anticipó.

Al respecto, informó que el BCU le dio “una instrucción” a la Cámara de Compensación Automatizada (operada por la empresa Urutec y que se encarga de dar soluciones tecnológicas para la operativa bancaria) para que “en los próximos meses empiecen a funcionar las transferencias inmediatas”. Labat explicó que hoy Uruguay no cuenta con un sistema operativo “las 24 horas los 365 días del año”, y que las transferencias entre bancos demoran varias horas. El objetivo es que la operación se efectivice “en segundos”, señaló.

“Ciertas resistencias que hay a los cambios se terminarán en el momento en que cada ciudadano se dé cuenta de que es más cómodo y sano usar medios electrónicos para los pagos”.

Además, anunció que en los próximos días enviará al Parlamento “un proyecto que permite la digitalización de cheques y los cheques electrónicos”. Explicó que se procura dar solución a “los problemas de interpretación de la ley” que existen para concretar los cheques digitales, y que espera que exista “un consenso a nivel político” para aprobarlo. El anterior equipo económico había anunciado en 2016 un proyecto similar que nunca se concretó.

Asimismo, el presidente del BCU señaló que se está por terminar de redactar una iniciativa que viene del período anterior y que se propone “permitir que distintos operadores de tarjetas de crédito operen entre sí, lo que traería mejoras de eficiencia y debería abaratar los costos de funcionamiento para muchos comercios e industrias”.

Asociado a esto, Labat sostuvo que hoy todas las empresas del rubro financiero son conscientes de “la importancia de la tecnología” y saben que parte de su éxito pasa por lo rápido que la incorporen a sus procesos. “Si no lo hacen, se harán muy costosas”, analizó. Añadió que el rol del BCU debe ser promover “un terreno de juego nivelado que permita el ingreso, bajo condiciones razonables, de nuevos jugadores que traigan innovación y nuevas formas de hacer las cosas para que eso llegue al consumidor”.

En ese proceso, y desde la posición del BCU, marcó como premisas claves “la elección por parte del individuo del sistema de pagos” que desea utilizar, y “no ponerse del lado de ningún instrumento tecnológico”, sino limitarse a “favorecer” su uso por parte de los usuarios. “Desde el BCU debemos generar un marco regulatorio, identificar los riesgos y controlarlos. Pero no decimos que el camino es el cheque o las tarjetas sin contacto”, explicó.

Siguiendo esa línea, expresó a modo de resumen de la política a impulsar: “Si tuviera que apostar diría que los cheques no serán el mecanismo de pago del futuro, pero debo otorgar un marco para que, si los ciudadanos se sienten cómodos usándolo, puedan operar de esta manera, igual que con las tarjetas de crédito y las transferencias entre bancos”. Finalmente, el presidente de la autoridad monetaria consideró que “ciertas resistencias que hay a los cambios se terminarán en el momento en que cada ciudadano se dé cuenta de que es más cómodo y sano usar medios electrónicos para los pagos”.