Econuy es un proyecto que tiene por objetivo facilitar el acceso a las estadísticas de la economía uruguaya. Es una herramienta potente y prometedora, que permite sortear un sinfín de problemas que surgen al bucear en las distintas fuentes de información. Es, en definitiva, un bien público que contribuirá a mejorar la calidad del debate, facilitando el acceso y el manejo de estadísticas para un público amplio. Para conocer un poco más sobre el proyecto conversamos con su autor, el economista Rafael Xavier.

¿Cómo surge este proyecto?, ¿cuál es la motivación?

Creo que la idea de tener un repositorio de estadísticas económicas es algo que nos ha rondado a varios por la cabeza. De hecho, algunos me manifestaron cosas del estilo “¡me ganaste de mano!”. En particular me inspiré en FRED de la Reserva Federal de Cleveland (FED). En ese caso estamos hablando de una herramienta muy establecida, de muchos años, con el peso de la FED atrás, pero la idea es similar, salvando las gigantescas distancias. Entonces, por un lado está ese deseo de reunir todas estas estadísticas distribuidas en varios organismos en el mismo lugar y brindar un bien público, y por otro lado está el uso personal. Este no es mi trabajo ni me formé como programador. Soy economista y trabajo de economista, y Econuy es algo que hago en mis ratos libres. En mi actividad profesional hacía un montón de trabajo manual para actualizar datos para el análisis, trabajo repetitivo y algo tedioso, de ese que uno piensa “debe haber una forma más rápida de hacer esto”. Esa forma en mi caso es Econuy, incluso desde antes de armar la versión web y lanzarlo públicamente.

¿Cuáles son sus principales virtudes?

Ahora mismo son tres. La primera es que reúne estadísticas de la economía uruguaya de varios organismos públicos y algunos internacionales en un mismo lugar, y permite descargarlas. La segunda es que esas estadísticas están estandarizadas. Eso agrega muchísimo valor por sobre lo primero, ya que la diversidad en cómo se presentan los datos entre organismos, e incluso dentro de un mismo organismo, es muy amplia. Algunos presentan sus datos en formato vertical –con fechas hacia abajo–, otros de forma horizontal; algunos intercalan promedios en el medio de las series, otros incluyen notas al pie, etcétera. Econuy procesa todo eso automáticamente y devuelve cuadros estándares –fechas hacia abajo, series hacia la derecha– con una serie de metadatos para cada indicador (la moneda, la frecuencia, la unidad, entre otros), sin notas al pie, sin títulos innecesarios, entre otras cosas. Al formato formalmente se le llama tidy data. La tercera es que se puede jugar con los datos. No sólo se puede consultar un cuadro, sino que se lo puede convertir a dólares, o eliminar factores estacionales, o cambiar a otra frecuencia, entre otras cosas. Esto también es un diferencial, porque muchas veces a los datos que se presentan en las fuentes oficiales no se les puede extraer tanto valor si uno no los modifica un poco. Sólo por poner un ejemplo, el IPC no da mucha información por sí solo, hay que calcular algún tipo de variación para ver la dinámica de la inflación. Eso se puede hacer con un clic en Econuy. Esto no es una crítica a los organismos que publican estos datos. Por suerte tenemos un sistema estadístico nacional serio y confiable, y no tenemos que andar dudando sobre la fiabilidad de lo que descargamos.

¿Con cuánto atraso se actualiza la información respecto de las publicaciones oficiales?

Todos los cuadros se actualizan dos veces por día automáticamente, por lo que el tiempo entre que el organismo publica un dato y está disponible en Econuy es bastante corto.

¿Qué cercanía con la economía se requiere para usar Econuy?

Mi intención es que tenga uso amplio, pero reconozco que en su versión actual se necesita al menos alguna noción de economía. No necesariamente formación, pero sí conocer los conceptos básicos. Me imagino que hoy en día está más ajustado para el uso de estudiantes de economía, docentes, periodistas y economistas. Tengo algunas ideas para que sea una herramienta que cualquiera pueda abrir para conocer más de la economía uruguaya. Por ejemplo, que la página de inicio muestre algunos datos y visualizaciones de la economía ya prontos para consumir, como la inflación interanual, el crecimiento de la economía en los últimos trimestres, el desempleo, etcétera. Otro elemento que hace falta es notas sobre qué son los datos que se despliegan, porque los que trabajamos de esto conocemos la diferencia entre sector público consolidado y sector público no financiero, pero el resto no tiene por qué.

¿Va a seguir incorporando variables y prestaciones?

Sí. Ahora estoy tratando de hacer mejoras o correcciones que se pueden incorporar con relativo poco trabajo de mi parte. Luego quiero agregar una buena cantidad de cuadros que considero más bien básicos, pero aún no están, como deuda pública, créditos y depósitos del sistema bancario, balanza de pagos, entre otros. Finalmente, la idea es incorporar visualización. Es decir, no sólo que se pueda ver y descargar un cuadro de datos, sino que el usuario pueda crear gráficos seleccionando los indicadores que le parezcan y las transformaciones que crea pertinentes. Esto va a ser un proceso algo más largo, pero a mi juicio redondearía bien la herramienta. Acá aprovecho a destacar un elemento de Econuy: el código que lo respalda es público, desde la web hasta la descarga de datos y su procesamiento. Es decir, cualquiera con conocimiento del lenguaje de programación en el que está escrito y que tenga ganas puede colaborar, además de que todo se puede auditar.

Entonces, ¿es una herramienta gratuita que cualquiera puede copiar?

Es open source porque aspiro a que otros lo tomen y contribuyan o hagan sus propias variaciones de Econuy. Cada tanto me da un poco de sensación de “¿le habré errado y me estoy perdiendo una oportunidad de hacer plata?”. Y capaz que sí. Es difícil monetizar un proyecto de código abierto porque cualquiera puede copiar todo y hacerlo propio, a pesar de que la licencia bajo la que existe exige que sus variaciones sigan siendo de código abierto. La realidad es que no hay una policía de software de código abierto así que no tendría muchos recursos si quisiera frenar un mal uso de Econuy o derivaciones de él. Pero siempre podés ofrecer servicios personalizados basados en tu herramienta base, los cuales sí haces de código cerrado. Si alguien me viniera con un planteo de este tipo lo estudiaría, buscando siempre que el proyecto original siga abierto.