“La dorada cometa, el plateado viento” es un cuento de Ray Bradbury, de su libro Las doradas manzanas del sol (1953). Apenas tenemos espacio para recomendarlo y contarles que estuvo presente en la previa a la salida de esta primera edición del suplemento que se publica este lunes.

Bradbury narra la historia de dos ciudades vecinas de la antigua china que, tras una larga disputa arquitectónica sobre la forma de sus muros, encuentran una combinación que resulta de provecho para ambas: el muro de una tiene forma de viento; el de la otra, de cometa.

Algo de eso hay en esta alianza entre la diaria y Etcétera (Economía Traducida y Comentada), que intentará abordar la dinámica económica desde la cooperación entre las herramientas periodísticas y la rigurosidad técnica, con ánimo de llegar a profesionales de la economía pero también a público no especializado.

Visualizamos que la comprensión de la agenda económica será clave en los próximos años, pensamos que las nuevas generaciones necesitan espacios para mostrar sus perspectivas y apostamos al diálogo amplio entre agentes económicos diversos (o antagónicos).

Nos entusiasma el desafío; confiamos en el viento y hay ganas de remontar cometas. Ojalá que tiren y trepen.