Los partidos que integran la coalición de gobierno analizarán en los próximos días si aprueban o no el proyecto de rendición de cuentas de 2019.

Uno de los más reticentes a dar su voto es el senador nacionalista Jorge Gandini, quien ha adelantado en más de una oportunidad que no cree conveniente apoyar el balance económico de 2019, que responde al último año de gestión del gobierno de Tabaré Vázquez. “Este es el peor año de los cinco de gobierno, y los últimos cinco años son los peores de los 15”, dijo Gandini. 

El senador justificó su postura enumerando los índices económicos del último año: “En materia de crecimiento del producto interno bruto [PIB] estamos en recesión, tenemos un déficit fiscal de 5%, estaba previsto un 3%; el último trimestre fue de 0,2% de crecimiento”, señaló. Además dijo que la inflación no estuvo dentro del rango meta y el gobierno del Frente Amplio (FA) “violentó” lo que “llamaba la regla fiscal”, superando el tope de endeudamiento. “Es muy difícil aprobarle las cuentas al FA cuando el modelo económico en el que se sustentaron fracasó”, afirmó.

Gandini también cuestionó que la oposición diga que el dinero se destinó a gasto social. “Se equivocaron en todas las previsiones; entonces, no me pueden decir que en el último año se dedicaron a invertir más socialmente porque cuando yo les muestro las variables del resultado social también se deterioraron”. 

Por su parte, el senador nacionalista Gustavo Penadés dijo a la diaria que “si uno va al fondo de la cuestión, lo que hay que hacer es votar en contra. En cambio, si uno lo analiza formalmente, es otra discusión. Estamos analizando la situación”, se limitó a señalar.

El cruce de relatos

Para el FA, el “relato” presentado por el gobierno no condice con los datos de la realidad. En la presentación en la comisión, la oposición defendió su gestión económica y cuestionó que se intente “tapar el sol con un dedo”. “En los gobiernos del FA la economía creció como nunca antes (80% en 15 años); la deuda pasó de representar casi todo el PIB a menos de la mitad del PIB; se crearon más de 300.000 puestos de trabajo, y se redujo la pobreza, de 40% a 9% de la población”, detalló la coalición de izquierda en su presentación. 

El senador Mario Bergara dijo a la prensa que mientras el gobierno pone el foco en los últimos años, en los cuales ha habido un “deterioro en varios aspectos” (entre los que mencionó el empleo), el FA se centra en la gestión de las tres administraciones, lo que “muestra la cantidad de fortalezas que se construyeron en todos los terrenos en los gobiernos del FA”.

El legislador explicó que el relato que hace el FA es el de las “fortalezas”, e indicó que es el mismo discurso que usa el actual gobierno cuando habla con inversores internacionales. “Ahí no se muestra un país en declive, en ruinas o fundido, sino un país con enormes fortalezas en lo institucional, macroeconómico y financiero. No aspiramos a llegar a una visión de acuerdo, pero creo que es importante para la ciudadanía que esas dos visiones de país estén sobre la mesa en esta discusión”. 

A pesar de que el déficit es más alto hoy, reconoció Bergara, “la fortaleza financiera del Estado es increíblemente más potente; por algo Uruguay tiene grado inversor, por algo le prestan a tasas bajas, porque a pesar del déficit fiscal hay enormes reservas internacionales y el peso de la deuda cayó”.

En el plano social, el FA expuso en la comisión que el actual gobierno tiene “añoranza de la motosierra” y “viene por todo”: “recortes y ajustes que perjudican a trabajadores y jubilados, dinamitan el crecimiento con equidad, y hacen del Uruguay, tristemente, un país más desigual”. “Si se recorta el gasto social, ¿quién pierde?”, se pregunta la coalición de izquierda en el informe que presentó en comisión. 

También argumentó que si bien crecieron los vínculos laborales en el Estado entre 2004 y 2019 (hay 72.290 vínculos laborales más), estos se destinaron a áreas “prioritarias”: educación (72%), salud (14%) y seguridad (9%). 

Penadés dijo que la estrategia de referirse a los “logros de la era frenteamplista” es un intento por “justificar los malísimos números” en todas las áreas en el último año de la gestión. “Tratan de mezclar las barajas de esta manera, son todas negativas las variables. Los números son negativos desde 2015, pero el último año fue el peor de todos”, aseguró.