En el comercio internacional existen reglas para evitar el dumping, una práctica empresarial que consiste en vender un producto por debajo del costo para eliminar a la competencia. Según detalló en el Parlamento una delegación de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU), la empresa James inició un proceso de denuncia por la llegada desde China de calefones a un costo muy por debajo del normal. La delegación sostuvo que el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) avaló una sanción, pero el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) la frenó.

“Hay casos en los que se probó el dumping”, pero el MEF no avaló la sanción “por miedo a represalias, a lo que podía pensar el gobierno chino”, dijo ante la Comisión de Industria de Diputados el presidente de la CIU, Gabriel Murara.

La medida antidumping, que consiste en aplicar al producto importado una tasa extra para equiparar su precio al habitual del mercado, ya se había aplicado para este tipo de calefones provenientes de China en el pasado. “Se venció y la empresa [nacional, que compite con la importación] quiso renovarlo y en el MEF, por la voluntad de alguien, no se firmó, se dejó vencer su plazo; nos adujeron que ello fue así por represalias que pudiere haber por parte del gobierno chino”, agregó el representante gremial.

Murara criticó ese proceder: “Si nosotros pensamos que los chinos se van a preocupar por el mercado uruguayo, estaremos mirando las cosas desde un punto de vista que no corresponde. Si tenemos un convenio, un tratado o lo que fuere con China, será porque a los chinos les interesa políticamente, no porque le vaya a interesar al gobierno chino el mercado uruguayo”.

En esa línea, César Bourdiel, de la Dirección de Comercio Exterior de la CIU, afirmó que “el mensaje” dado por las autoridades con este hecho es: “‘Permitamos una práctica desleal de comercio, porque tan importante es el mercado chino que tememos que, ante un reclamo de dumping, tomen cualquier tipo de represalia que pueda frenar nuestras exportaciones’. Creo que ese razonamiento no resiste el menor análisis”, sostuvo.

Entre los posibles efectos prácticos de las medidas antidumping que define un país está que la nación de origen —a la que se aplica la tasa extra— busque una negociación para resolver la situación o, en el escenario más extremo, que aplique algún tipo de “medida espejo” para trabar el ingreso de productos a modo de represalia.

El vicepresidente de Pymes de la CIU, Leonardo García, dijo que las ventas en el mercado uruguayo de un modelo de calefón son “un número insignificante” para China, pero relevante para la industria local. “El riesgo oculto en todo esto es que la empresa nacional, que ya importa otros productos de China o de Italia, deje de fabricar los calefones en Uruguay. La empresa no va a desaparecer, sino que dejaría de fabricar en el país y de dar trabajo a 80 personas para, con tres o cuatro funcionarios, importar los calefones, guardarlos en un depósito y luego venderlos”, resumió.

Por su parte, Sebastián Pérez, asesor económico de la gremial, dijo que en Uruguay “hay muy pocos [recursos] antidumping presentados” y que no debería ser un problema aplicar una medida en este caso. “Si no somos capaces de negociar con China —con el intercambio comercial que tenemos— por un producto que realmente no es relevante para ese país, pero sí para la empresa uruguaya, me parece que eso hablaría muy mal de los negociadores de nuestro gobierno. No hablo del gobierno de turno, sino de cualquier otro”, expresó.

Pérez añadió que si China toma una represalia por algo así “es porque manejamos muy mal el asunto”, y se preguntó: “Si no es para defender a los países en desarrollo como el nuestro, ¿para qué está la herramienta?”.

El proceso que debe realizar una empresa para denunciar un caso de dumping comienza con la presentación de la documentación ante una dependencia específica del MIEM, que se encarga de investigarlo. Lo que hizo James para comprobar el dumping fue comprar el mismo calefón en China, donde cuesta 110 dólares, mientras que “vienen para Uruguay a 38 dólares”.

Lo mismo había sido denunciado en el pasado y a la importación del producto desde el país asiático se le aplicó una medida antidumping “durante tres años”, durante los que “nunca hubo una represalia de China”, señaló Murara. Además, sostuvo que esa nación “no tendría argumentos” para aplicar medidas a Uruguay “porque las diferencias [en los precios] son muy grandes”.

El presidente de la CIU afirmó que también existe dumping en contra de la industria nacional en otros sectores: “Hay productos alimenticios, metalúrgicos o de laboratorio que presentan gran competencia en forma desleal”. En ese marco, recalcó que “no puede ser que [el análisis de] una medida antidumping demore 12 o 18 meses”. Sostuvo que “se precisan” procesos “más ágiles” y que “debería existir alguna medida temporal” mientras el MIEM analiza si existió o no dumping.