El número tres del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Hernán Bonilla –jefe de la Asesoría Macroeconómica–, dijo este lunes que la apuesta del gobierno es recuperar los niveles de inversión privada como “base para el crecimiento de la economía” y del empleo. Sostuvo que hay “un cambio del rumbo económico” que incluye dejar atrás los intentos “por bajar el déficit fiscal subiendo impuestos y con un gasto que aumentaba permanentemente”, para en cambio presentar un presupuesto “que apunta a mejorar el resultado fiscal vía contención del gasto y reasignación”.
Así lo señaló en un evento en la Expo Prado que organizó el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED) –del que Bonilla fue director hasta su designación–. Luego, comentaron y debatieron sobre lo planteado en el proyecto de ley de presupuesto quinquenal los economistas Aldo Lema –socio de Vixion Consultores– y Gabriela Mordecki –directora del Instituto de Economía (Iecon) de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República–.
Los analistas mostraron visiones contrapuestas en varios aspectos, y también fueron distintos sus énfasis: Lema marcó varias veces que hay condiciones internacionales que permiten prever un contexto global “más favorable” para Uruguay que en los últimos cinco años; Mordecki, por su parte, subrayó que las proyecciones del gobierno son “inconsistentes” y no permiten observar de “dónde vendrá el dinamismo” que esperan las autoridades.
El economista de Vixion reconoció que en el mundo financiero “la incertidumbre es alta” y el gobierno deberá “actuar con flexibilidad” en los próximos años. En su visión, los supuestos asumidos por el MEF sobre el contexto externo –en particular el extrarregional– podrían quedarse cortos, y planteó un escenario “más optimista” para Uruguay. Explicó que distintas señales muestran que la economía mundial “rebotará” tras la retracción por la pandemia, con “un panorama favorable en los precios de la materia prima”, un dólar “más débil” a nivel global y condiciones financieras “expansivas por más tiempo”.
Ese combo de variables lleva a “un ciclo económico que puede ser mejor [para Uruguay] que en los cinco años anteriores”, donde la situación global “fue muy desfavorable” para el país. Advirtió que si así ocurre las autoridades tendrán “presiones para hacer mayores gastos” –producto de los números más holgados de la economía–, en especial en los años cercanos al próximo ciclo electoral, y entonces se verá “si el compromiso escrito en el papel” de reducir el gasto del Estado se efectiviza.
Por el contrario, Mordecki señaló que las estimaciones del gobierno son “extremadamente optimistas” y subestiman el contexto internacional. Dijo que se plantea como “una simple crisis, [y que luego] la economía rebota y en el mundo no pasó nada; a su entender, “habrá cambios en el comercio mundial, nuevas pautas de consumo, China cambiará su crecimiento y eso impulsará cambios en los mercados de materias primas y alimentos”.
Sobre el escenario macroeconómico que se incluyó en el presupuesto, Mordecki hizo “algunos ejercicios” matemáticos que muestran las “inconsistencias” en las proyecciones. Por un lado, sostuvo que la mejora del tipo de cambio real –un indicador de la competitividad de la economía– es “mínima” respecto del mundo en el quinquenio, lo que no cierra con el esperado aumento de las exportaciones. Además, el gobierno prevé que haya “poco dinamismo” de las importaciones en una economía que crece, lo que contradice la historia del país –“siempre que Uruguay crece las importaciones aumentan”, expresó–.
Por otro lado, la directora del Iecon señaló que al calcular “el cierre externo de la economía” en función de los números del gobierno, se observa “un superávit en cuenta corriente (indicador que mide todo el dinero que entra y que sale de un país) que nunca se dio en Uruguay en épocas de crecimiento”, sino en años de fuerte retracción de la economía, como 2002.
También se refirió a la política salarial del gobierno e indicó que en el quinquenio “es probable que el salario real [el poder de compra] no se recupere” y que esto afecte el consumo tanto por vía directa como por los impactos indirectos en el ajuste de las jubilaciones.
Tras este análisis, Mordecki remarcó: “¿En qué se sustenta la recuperación de la economía? Más allá de la retórica, cuando uno mira los números y los analiza dice: ¿dónde está el dinamismo? Porque el sector externo no tiene una recuperación importante, no hay una mejora en los precios de la economía [la competitividad], el consumo se debilita y el sector público se ajusta. Queda la incógnita de lo que ocurra con la inversión extranjera directa”.
Previo a la opinión de los analistas, Bonilla calificó de “dinamizador” al presupuesto, porque junto “al plan general del gobierno” llevará a mayores niveles de inversión y empleo. A su vez, anunció que en los próximos días se presentará “el nuevo marco jurídico” de la ley de inversiones, que busca “revertir” la caída de los últimos años en la inversión privada.
Arbeleche recibió planteos de la ARU para mejorar la competitividad
En el marco de la Expo Prado, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, se reunió este lunes con la Asociación Rural del Uruguay. El principal planteo de la gremial, según contó la jerarca en una rueda de prensa, fue la mejora de la competitividad de la economía, que consiste en bajar costos internos para ser más atractivos para el exterior. “Venimos trabajando en eso desde el día uno”, indicó Arbeleche, y lo asoció a la búsqueda de reducir el déficit fiscal. La mejora de este resultado permitirá “quitarle una mochila al sector productivo”, declaró, en referencia a los impuestos y las tarifas públicas.