El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) convocó ayer a una conferencia de prensa bajo la consigna “Balance y perspectivas macroeconómicas de Uruguay”, en la que su titular, Azucena Arbeleche, actualizó los números de la economía en 2020, defendió lo realizado para atender los efectos de la pandemia y destacó un ahorro de 660 millones de dólares del gasto estructural.
No hubo anuncios de nuevas medidas económicas, una expectativa que había surgido tras algunas declaraciones del secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, y planteos realizados desde Cabildo Abierto (CA) en los últimos días. Ante esto, los socios mayoritarios del Partido Nacional (PN) en la coalición de gobierno, el Partido Colorado (PC) y CA, insisten en la necesidad de brindar apoyo a sectores de actividad golpeados por el coronavirus. El senador colorado Tabaré Viera mencionó los comercios fronterizos, los rubros ligadas al turismo y a los eventos como prioridad, mientras que Raúl Lozano, de CA, puso el foco en las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) “para salvarlas e incentivar la generación de fuentes laborales”.
Desde la oposición frenteamplista se cuestionaron los números que presentó Arbeleche sobre el gasto vinculado a la covid-19, así como la visión de una recuperación de la economía. Para el senador del Frente Amplio (FA) Mario Bergara, el gobierno recurre como “única estrategia” al recorte del gasto y presenta como “un mérito haber ahorrado en la pandemia”, cuando “la sociedad necesita que se vuelquen recursos”.
¿Cuáles fueron los anuncios de Arbeleche? La ministra dividió su presentación en tres partes: primero detalló los gastos por la pandemia, luego destacó el cumplimiento de las metas fiscales y por último presentó las proyecciones económicas corregidas por el MEF.
Gasto por la pandemia y pedido de más medidas
La ministra de Economía dijo que el año pasado se gastó 2,3% del producto interno bruto (PIB), unos 1.217 millones de dólares, “para hacer frente a la pandemia”. La totalidad del monto no refiere al gasto directo, sino que este alcanzó 711 millones de dólares o 1,3% del PIB –asistencia del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), seguro por enfermedad y subsidio por desempleo, principalmente– y el resto refiere al Sistema de Garantía (SIGA) que el Estado financia para facilitar el acceso a créditos bancarios de las empresas.
Esa forma de presentar los números fue calificada de “engañosa” por la oposición. “Se suman peras con manzanas para tratar de dibujar engañosamente el número de los recursos que se han volcado”, manifestó Bergara y sostuvo que “lo efectivamente” gastado por el Estado son 711 millones de dólares.
En la conferencia, Arbeleche destacó la creación del Fondo Covid –aprobado por ley luego de los primeros casos de coronavirus en el país–, que permitió “encapsular” los gastos asociados a la pandemia y “separar lo transitorio del resto para el manejo de las finanzas públicas”. Sobre esa rendición de cuentas, el senador del FA Charles Carrera dijo que algunos gastos “llaman la atención que estén relacionados” al virus.
Para la ministra de Economía, “la respuesta a la pandemia” por parte del gobierno “fue contundente” y mencionó que aumentó la asistencia social: comparado con 2019, hubo 40% más de beneficiarios del Mides –aumentaron de 602.000 personas a 841.000, contando titulares de asignaciones y menores a cargo–.
Desde el punto de visto de Viera, senador del sector Batllistas del PC, “todavía hay algunos sectores de la actividad económica que son los más castigados” y requieren ayuda. Mencionó la realidad de los comercios de frontera –Viera es oriundo de Rivera y exintendente de ese departamento– y “la cantidad de gente que vive” de esta actividad, que está afectada por las restricciones de movilidad y “la competencia de Brasil”; de “los sectores vinculados al turismo y las fiestas o eventos”, y los de la cultura. “Merecen una atención especial y el gobierno debe hacer un esfuerzo ante esta situación de crisis que, lamentablemente, se viene prolongando y, más allá de la vacuna, va a demorar todo este año para volver a la normalidad”, indicó el dirigente colorado.
Lozano, por su parte, destacó el “gran esfuerzo” hecho en materia de gasto social, pero sostuvo que ven margen para nuevas medidas para las empresas. “Tenemos especial preocupación por las mipymes, porque esta pandemia las ha afectado y entendemos que de alguna manera hay que ayudarlas. Ver la posibilidad de aliviar un poco la carga tributaria de DGI [Dirección General Impositiva] y BPS [Banco de Previsión Social], por lo menos temporalmente”, explicó. Informó que CA elevó “algunas ideas” al Poder Ejecutivo en ese sentido, pero no espera una negociación, sino que el gobierno defina “sus planteamientos”.
Bergara sostuvo que “el Estado uruguayo ha gastado mucho menos que la inmensa mayoría de los países del mundo” a raíz de la pandemia. La ministra de Economía anticipó un gasto previsto de 540 millones de dólares para 2021 por la covid-19, aunque aclaró: “No tenemos la fecha de caducidad del coronavirus en Uruguay, y si se necesita más para atender lo social, lo económico o lo sanitario, los recursos van a estar”.
Las metas fiscales y la reducción del gasto estructural
Arbeleche aseguró que “hacía mucho tiempo que en materia fiscal no se cumplían las estimaciones del gobierno”, lo que ocurrió en 2020 tomando las proyecciones incluidas en el Presupuesto. “Se cumplió a pesar del contexto muy adverso y de que no se escatimaron recursos para hacer frente a la pandemia”, manifestó.
La proyección del MEF era cerrar el año con un déficit fiscal de 6,6% del PIB y se ubicó en diciembre en 6,3%. La jerarca dijo que al tomar aparte el gasto del Fondo Covid se puede observar lo que ocurrió con el gasto permanente o estructural, que registró un déficit de 4,1% a nivel del gobierno central, lo que significa “una mejora de 0,4 puntos porcentuales, el doble de lo estimado”, al comparar 2019 con 2020.
“El gobierno central ahorró en 2020 el equivalente a 380 millones de dólares”, tomando valores de 2019 para poder comparar y evitar el efecto del aumento del dólar, y si se suma la reducción de 280 millones de dólares en las empresas públicas, se llega “a un ahorro total de todo el sector público en 2020, sin considerar los recursos para la pandemia, de 660 millones de dólares”, señaló Arbeleche.
Frente a una consulta de la diaria sobre si este nivel de ahorro marca que el gobierno mantendrá la meta de ahorrar 900 millones de dólares –repetida durante la campaña electoral y que había sido dejada de lado por la pandemia, según dijo el presidente Luis Lacalle Pou en agosto–, la titular del MEF declaró: “No se trata de agarrar el cartel de los 900 millones y morir con él. No estamos enamorados de un número, tenemos conceptos y comportamientos. El compromiso es claro: mejorar el resultado estructural”.
Carrera, en tanto, sostuvo que Arbeleche “sigue poniendo énfasis solamente en el cumplimiento del déficit fiscal” y desatiende “otros indicadores que no considera relevantes, y no repara en los efectos económicos y sociales que dicho cumplimiento implica”. Añadió que “en una coyuntura de flexibilización del déficit fiscal por los efectos de la pandemia, puesto en práctica por muchos países y recomendado por organismos internacionales, en Uruguay se plantea un ajuste de resultado estructural” por parte del MEF. Además, indicó que el ahorro de 660 millones de dólares en gasto estructural “se logró subiendo impuestos y tarifas”.
Pablo Ferreri, exsubsecretario de Economía durante el último gobierno del FA, señaló que “festejar el déficit fiscal cuando hay miles y miles comiendo en ollas populares y faltan respuestas para las mipymes implica una mirada hemipléjica y desconectada de la realidad”. Añadió que “el gobierno se encierra en un enfoque reduccionista” y “demuestra que no tiene un plan integral en materia económica”.
Para Viera, del PC, las críticas de la oposición “tienen carácter político y buscan aprovechar la situación de crisis para abrir el paraguas y omitir lo que es su responsabilidad”. Esto porque “sin los despilfarros en los gobiernos del FA, cuando en períodos de abundancia se acrecentó el déficit, hoy estaríamos en mejores condiciones” para enfrentar la situación de emergencia.
Corrección a la baja de las proyecciones del PIB
Arbeleche habló de aspectos internos y externos que permiten avizorar un mejor desempeño de la economía en 2021. Igualmente, antes resta conocer el comportamiento del PIB en 2020 –dato que se sabrá en marzo–, y el MEF actualizó su pronóstico: de prever en el Presupuesto una caída de 3,5%, ahora espera una retracción de 5,8% –en parte influye el cambio de la metodología de cálculo del Banco Central–.
Para 2021 la modificación fue la opuesta, ya que se pasó de proyectar en el Presupuesto una recuperación de 4,5% del PIB a estimar una expansión de 3,5%. Sin embargo, la ministra habló de noticias positivas desde el frente externo: tasas de interés cercanas a cero, una recuperación de las economías de “países relevantes para Uruguay” y una tendencia favorable en el precio de los commodities. En lo interno, señaló, en función de distintos indicadores –recaudación, confianza de los consumidores, demanda de combustible–, que el peor momento “ya pasó”.
En esa línea, Arbeleche afirmó que la actividad volverá a los niveles precovid en el tercer trimestre del año, mientras que en materia fiscal el MEF proyecta terminar el año con un déficit de 4,3% del PIB.
Desde el FA criticaron que se afirme que lo peor ya pasó mientras se ajustan las previsiones, esperando mayor caída en 2020 y menor crecimiento en 2021. “No existen indicios claros de recuperación”, señaló Carrera.
Hacia adelante, Arbeleche marcó como aspectos clave la recuperación de la competitividad –“hay que seguir mejorando el gasto estructural, porque si crece se reflejará en el deterioro del tipo de cambio real, y a la larga eso impacta en el empleo”, expresó–, la concreción de distintas reformas que está impulsando el gobierno –mencionó la del mercado de combustibles, la de la seguridad social y la nueva institucionalidad en materia fiscal– y la continuidad de la política de atracción de inversiones.