Este fin de semana comenzó un nuevo campeonato uruguayo, el flamante Apertura 2021, con una característica extraña: no jugaron ni Peñarol ni Nacional. Por este motivo, la tabla comienza con una ilusión óptica: los dos grandes están allá abajo, con cero puntos.

Esta situación es pintoresca, ya que en general los campeonatos tienen siempre allá arriba a los grandes. La primacía de Peñarol y Nacional como campeones es una característica histórica del fútbol uruguayo. Sin embargo, también es verdad que algo parecido sucede en otros países: River y Boca, Olimpia y Cerro Porteño, Real Madrid y Barcelona... La pregunta que surgió entre un grupo de amigos futboleros es si esta primacía de los grandes es más acentuada en Uruguay que en otros países del mundo. Y como los amigos además de futboleros son economistas, decidieron usar las técnicas de la economía para responder la pregunta, inaugurando así una nueva corriente de investigación: la economía de las copas.

El instrumental de la economía al servicio de la pelota

Uno de los campos de estudio más fecundos de la economía tiene como objeto de estudio la distribución del ingreso. En esta área se han desarrollado muchos trabajos y también un gran herramental analítico. Si bien existen muchos indicadores, el índice estrella es el inventado por el italiano Corrado Gini, gran amigo de Benito Mussolini y mejor estadístico.

Básicamente el índice de Gini se mueve entre dos valores: 0 (perfecta igualdad) y 1 (perfecta desigualdad). Para el caso de este estudio, la interpretación del índice es así: si durante 90 años en un país hay 30 equipos que ganaron tres campeonatos cada uno, entonces el índice será igual a 0, porque las copas se reparten equitativamente; si un solo cuadro ganó 90 campeonatos, entonces el índice será 1, porque las copas están totalmente concentradas en una vitrina. En el medio de estos dos casos extremos estará la realidad, con un índice de Gini más alto cuanta más concentración de torneos haya.1

El índice de Gini es una sofisticación importada de la economía (dejamos en recuadro aparte, para el lector interesado, más información sobre este gran índice). Otro indicador que se puede utilizar, con menos brillo pero más sencillo, es el de porcentaje de trofeos de los dos equipos que más campeonatos ganaron. También lo incorporamos al análisis, cuyos resultados se describen a continuación.

Cuánto se presta la copa en Uruguay y en el mundo

Seleccionamos para el estudio 20 ligas del mundo: las diez de Conmebol y las diez más importantes de Europa (según transfermarkt.es). Los listados de campeonatos fueron extraídos de sobrefutbol.com. Tomamos campeonatos profesionales posteriores a 1930. De esta forma, la base contiene 289 cuadros que salieron campeones en los últimos 90 años en alguna de las 20 ligas seleccionadas.

La pregunta que nos motivaba era ver si en Uruguay estaban más concentrados los campeonatos que en otras partes del mundo. La respuesta es afirmativa: tanto el índice de Gini como la proporción de campeonatos ganados por los dos cuadros principales muestran lo mismo: el Campeonato Uruguayo es el más concentrado de todos. Muchas copas en sólo dos vitrinas: casi nueve de cada diez campeonatos en Uruguay tienen como campeones a Peñarol o Nacional.

El resto de los países presentan ligeros cambios en su ordenamiento dependiendo de cuál indicador distributivo se mire, pero ambos criterios muestran un panorama muy similar.

El podio de las cuatro ligas más concentradas del mundo está compuesto por dos sudamericanas y dos europeas. Además de Uruguay, Portugal, Paraguay y Turquía completan el podio. En el caso de Portugal, en donde el índice de Gini da 0,89, Benfica y Porto concentran casi ocho de cada diez torneos, e incluso venían en una racha de 18 años consecutivos que fueron interrumpidos la semana pasada por la victoria de Sporting de Lisboa, que se coronó campeón de la mano de su gran capitán uruguayo, Sebastián Coates.

Foto del artículo 'Peñarol y Nacional: campeones del país donde menos se presta la copa'

En el caso de Paraguay, con un índice de Gini de 0,87, Olimpia y Cerro Porteño comparten el liderazgo del torneo local, concentrando casi siete de cada diez campeonatos. Una larga historia de predominio en la cual han participado muchos uruguayos y siguen haciéndolo en la actualidad: Rodrigo Popi Muñoz en Cerro Porteño y Diego Polenta, Alejandro Silva, Robert Ergas y Gastón Olveira en Olimpia.

En Turquía el índice de Gini dio 0,85 y dos equipos tienen dos tercios de los torneos. Por un lado, Galatasaray, del cual Fernando Muslera es capitán e ídolo histórico, además de ser el extranjero con más partidos en la historia de la liga turca. Por otro lado, Fenerbahçe, en el que Diego Lugano ha dejado una entrañable huella, convirtiéndose además en gran hincha del club, al punto de que el año pasado, escondido tras gorro, lentes y barba postiza, se camufló para pasar desapercibido y poder asistir tranquilo a la tribuna del clásico turco.

En cuanto a las ligas con más distribución de los campeonatos, identificamos tres países latinoamericanos y uno europeo: Venezuela, Colombia, Brasil y Francia. En estos países los dos cuadros más ganadores tienen 30% o menos de los campeonatos de la historia de sus torneos locales.

Conclusión y próximo paper

La principal hipótesis de esta “investigación” era ver si el fútbol uruguayo tenía niveles altos de concentración de sus campeonatos en la comparación internacional. Para ello se utilizó el herramental analítico que la economía suele usar para analizar la distribución del ingreso. La respuesta es afirmativa: Peñarol y Nacional comparten mucho menos la copa que los principales campeones de otros lugares del mundo.2

Toda buena investigación abre el terreno para nuevas preguntas, y esta no es la excepción. Un posible ejercicio que surge al jugar con el índice de Gini en los campeonatos de fútbol es ver, en el caso de las ligas europeas, si hay un cambio entre el período 1970-1995 y el período 1996-2020. ¿Por qué esos dos períodos? Porque son 25 años antes y después de la aprobación de la Ley Bosman,3 de 1995, que cambió radicalmente las reglas de contratación de futbolistas de los cuadros europeos, eliminando los cupos para los jugadores con ciudadanía europea (o con pasaporte europeo). ¿Tuvo este cambio normativo como resultado un aumento de la concentración de campeones en los torneos nacionales de Europa?

Este análisis y la apasionante historia del pobre de Jean-Marc Bosman ya no caben en este humilde artículo, pero serán objeto de una próxima nota, la segunda –y esperemos que no la última– de esta nueva y prometedora área de la investigación económica denominada economía de las copas. Porque no sólo de plata vive el hombre; también necesita algo de gloria.

El índice de Gini

El índice de Gini es el coeficiente más famoso para medir la distribución del ingreso. Cuando el ingreso se distribuye de forma perfectamente equitativa (todos ganan lo mismo), el índice es 0; cuando se distribuye de forma perfectamente inequitativa (uno gana todo el ingreso), el índice es 1. Matemáticamente representa el área que está debajo de la curva de Lorenz, una representación gráfica que tiene en el eje horizontal el porcentaje acumulado de personas y en el eje vertical el porcentaje acumulado del ingreso.

El índice de Gini permite resumir en un único número la distribución de ingresos de una población. Esto es muy útil para hacer comparaciones entre países, comparar un país a lo largo del tiempo o diferentes opciones de política económica.

Los países más igualitarios suelen tener índices de Gini entre 0,20 y 0,30 (el caso de los países nórdicos o de algunos de la ex Unión Soviética), mientras que los países más desiguales tienen niveles que oscilan entre 0,55 y 0,65 (varios países africanos o Brasil). En el caso de Uruguay, el índice de Gini de Uruguay era de 0,38 en 2019, lo que lo ubicaba como el país más igualitario de Sudamérica.


  1. Como los países tienen distintas cantidades de cuadros campeones (por ejemplo, Portugal tiene cinco y Venezuela tiene 25), para el cálculo del Gini se decidió usar una cantidad ficta de cuadros equivalente a 25. Cuando una liga tiene menos campeones, simplemente se imputan cuadros con cero campeonatos hasta completar el listado de 25 cuadros. 

  2. Si bien algunos aspectos de la metodología podrían modificarse (modificar el ficto para el cálculo del índice de Gini, probar diferentes marcos temporales), dichos ajusten no cambian la conclusión general del artículo. Los altos valores del índice encontrados en este ejercicio se derivan de la decisión de imputar equipos con cero campeonatos para tomar una base ficta común; la importancia del índice no radica tanto en su valor concreto, sino en su capacidad de ordenar los países según niveles de concentración. 

  3. ladiaria.com.uy/U9b