El gobierno anunció un aumento de 12% en el precio de los combustibles. Esto se traduce en: cinco pesos en el gasoil, siete pesos en las naftas y 79 pesos en la garrafa de 13 kilos de supergás. Los presidentes de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA) y la Federación Rural, así como el vocero del movimiento Un Solo Uruguay (USU), coincidieron en que la medida era “esperable” y apuntaron a “seguir trabajando” por la desmonopolización de Ancap.
Marcelo Nougué, de USU, dijo que “no es una medida deseada” ni “que vaya a aportar a ir llevando la situación”, pero “era algo esperable”. “Obviamente que no nos cae bien. Todo esto lo que hace es impactar en forma negativa a toda la economía. Los sobrecostos del Estado y los intereses en los combustibles atentan contra la creación y generación de empleo”, refirió. Desde su visión, “más allá de las promesas” hechas en campaña, “el problema no lo están atacando como hay que hacerlo [por parte del gobierno]”.
En esa línea, sostuvo: “La desmonopolización, si no atacás el tema de la paramétrica, de cómo se fijan los costos, no va a tener un gran impacto. Son necesarias las dos cosas al mismo tiempo. Por un lado, necesitás corregir cómo se fija el precio y, por otro lado, necesitás asegurar que, sea el gobierno que sea, no utilicen los combustibles como forma de recaudación”. Nougué expresó que “hay que esperar [a ver cuál es] el impacto en las góndolas [de los supermercados]” y que no solicitaron una reunión con el Poder Ejecutivo porque “sería más para salir en la foto que otra cosa”.
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Julio Armand Ugón, presidente de la Federación Rural, declaró que era una noticia que no querían recibir, pero sabían “que iba a venir”. “Era esperable, pero afecta”, sumó, e indicó que están “trabajando en la desmonopolización” de la producción de combustible. “La Federación Rural, desde la fundación de Ancap, está en contra de su monopolio”, indicó, y añadió que “los monopolios son malos y somos partidarios del libre mercado”. Por su parte, Alfredo Lago, presidente de la ACA, manifestó que “cuando hay incrementos de estos valores afectan el negocio”, y añadió: “También somos conscientes de que hay un ajuste a nivel de la materia prima [el barril de petróleo] en el mundo”. Consideró que la suba en el valor del combustible “era esperable”, pero los precios vuelven a ser “los más caros de la región”.
“El gobierno hizo un esfuerzo en el sentido de no subir en el momento que podía afectar de mayor forma, durante la cosecha. Postergó quizás ese incremento y lo entendemos como una medida positiva”, indicó el representante del sector arrocero. El problema está en la conformación del valor de la tarifa y “otros componentes” que forman parte del precio al público, como “las pérdidas de cemento” y “el subsidio al supergás”, remarcó. “Hay que cambiar para que no sean parte del precio final del combustible al consumidor”, sentenció.
Lago, junto a los economistas Javier de Haedo y Jorge Caumont, y el presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado, José Pereyra, participarán este miércoles en un evento organizado por distintas gremiales, que se titula “Libertad en el mercado de combustibles. Una reforma estructural pendiente”.