Tras el anuncio del presidente Lacalle Pou de que China había expresado la voluntad de avanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Uruguay, surgen dos preguntas clave: ¿se podrá concretar un tratado de estas características en el marco del Mercosur? y ¿cuáles serían los impactos para la economía uruguaya de un TLC con China?
En esta nota nos concentraremos en la segunda pregunta. Suponiendo (lo que representa un supuesto muy grande, porque es difícil pronosticar qué tan fuerte y efectiva será la oposición de los demás socios del Mercosur a un tratado unilateral) que Uruguay logra firmar un TLC con China, es importante empezar a pensar en los posibles efectos que un acuerdo de este tipo tiene sobre la estructura productiva nacional y el comercio exterior. A nadie escapa la importancia de China en el comercio mundial y las oportunidades y riesgos que puede implicar una posible reducción de aranceles bilaterales.
Como primer paso para entender alguno de los efectos de un TLC, podemos analizar la evolución a nivel de comercio bilateral que han experimentado otros países que firmaron un TLC con China. En particular, nos concentraremos en el indicador Índice de Intensidad Comercial (IIC). Este indicador, que es una variación del Índice de Ventajas Comparativas Reveladas, ampliamente usado en economía internacional, nos permite determinar si el comercio entre dos países es mayor o menor al que sería esperable dada la importancia de ambos países en el comercio mundial.1
Definición del Índice de Intensidad Comercial
EL IIC se define como la participación de las exportaciones de un país hacia otro dividido por el porcentaje del comercio mundial que recibe el país destinatario. Por ejemplo, el IIC de Uruguay hacia China se puede calcular utilizando la siguiente fórmula:
Es decir, primero se calcula el porcentaje de las exportaciones uruguayas que tienen como destino China, y eso se divide por el porcentaje que tienen las exportaciones hacia China en el total de comercio mundial. Este ajuste permite controlar por la importancia del mercado chino. Si por ejemplo 20% de las exportaciones de Uruguay tienen China como destino, pero solo 10% de las exportaciones mundiales van hacia China, el IIC tendrá un valor igual a 2, lo que indica que el comercio de Uruguay hacia China es relativamente intenso, comparado con el del resto del mundo.
Un valor mayor (menor) que uno indica que el flujo de exportaciones es mayor (menor) que el esperado, dada la importancia del país destinatario en el comercio mundial. Si nuestras exportaciones hacia China crecen, pero crecen menos que las de otros países, el índice disminuirá, señalando una reducción en la intensidad del comercio. Lo opuesto si el índice sube. Eso indica que nuestras exportaciones hacia ese país están aumentando más que las exportaciones de otros países. También se puede calcular el IIC de China con Uruguay. Este segundo concepto reflejaría la importancia de las importaciones que Uruguay hace de China, considerando a su vez la participación de las importaciones uruguayas en el mercado mundial.
El Gráfico 1 muestra la evolución del IIC de Uruguay con China y de China con Uruguay, desde el 2000. En el gráfico se puede apreciar cómo China ha ganado una importancia creciente como destino de las exportaciones uruguayas a partir de 2010. Hacia 2013, el valor del índice supera el valor unitario, lo que significa que a partir de ese año la proporción de exportaciones uruguayas hacia China supera la del promedio del resto de países en el mundo. El último valor observado de 2.2 (promedio de los últimos tres años, para amortiguar las fluctuaciones anuales del índice) indica que actualmente China como destino es relativamente más (que el doble de) importante para Uruguay que para el promedio mundial.
Por otro lado, el índice de intensidad comercial de las exportaciones chinas hacia Uruguay es hoy cercano a uno. Eso significa que China exporta a Uruguay una proporción similar a la del resto de países. Hasta 2014, cuando las líneas se cruzan, las exportaciones chinas a Uruguay eran más intensivas relativamente que las exportaciones uruguayas a China, pero hoy la intensidad de las exportaciones uruguayas hacia China casi duplica la de las importaciones desde China. El declive del índice puede estar relacionado con una deslocalización de empresas en China, que se han movido a otros países (principalmente de Asia), en función de los costos de producción.
El punto central de esta nota consiste en calcular estos IIC en aquellos países que han firmado un TLC con China, y analizar (comparando el IIC antes y después de la firma del tratado) si el TLC alteró la intensidad de las relaciones comerciales entre China y el consignatario. De este modo, utilizando la experiencia de otros países (algunos con características similares al nuestro), podemos realizar un pronóstico primario acerca de qué podría pasar en el comercio agregado si se llegase a firmar un acuerdo.
Antes de continuar, se exponen algunas de las limitaciones de este análisis. En primer lugar, un análisis ex ante completo requiere el uso de herramientas sofisticadas, como por ejemplo modelos de Equilibrio General Computacional (EGC) o la estimación de ecuaciones gravitacionales de comercio.2
El cálculo de índices comerciales (incluyendo el IIC), en cambio, es sencillo y rápido de hacer y de entender, y esa es su principal ventaja. Sin embargo, estos indicadores no tienen una teoría detrás, por lo que su interpretación puede ser arbitraria. Estos índices tampoco toman en cuenta las posibles interacciones al interior de la economía, ni permiten identificar ganadores y perdedores sectoriales. A su vez, no consideran (por incluir solo el comercio de mercancías), las dinámicas de comercio en servicios, o las posibilidades de crecimiento de inversión extranjera directa. Este análisis debe ser tomado, entonces, como un primer paso que brinda información útil, pero que debe ser complementada por más estudios.
Tratados de Libre Comercio bilaterales de China
La base de datos de acuerdos regionales comerciales de la Organización Mundial de Comercio (OMC) identifica 12 tratados comerciales bilaterales de China.3 Todos estos tratados incluyen bienes y servicios, y son tratados de libre comercio a la vez que acuerdos de integración económica. La lista completa de países se puede ver en la Tabla 1, así como las fechas de firma y entrada en vigor del tratado. Cabe destacar que la entrada en vigor del tratado puede ser incluso pasado un año de la firma.
Para cada uno de estos TLC (excepto para los dos últimos que son recientes y no tienen suficientes datos aún de evolución comercial posterior) se calculan los IIC promedio en los cinco años anteriores a la entrada en vigor del tratado y los cinco años posteriores. Por ejemplo, para Chile, se calculan los IIC promedio entre 2002 y 2006 (antes) y 2007 y 2011. Los resultados se muestran en la Tabla 2.
Se puede apreciar que en todos los casos menos en dos (Corea y Singapur) el IIC de exportaciones crece en el lustro posterior a la entrada en vigor del TLC respecto del quinquenio precedente. Este aumento en la mayoría de los casos es sustancial. En la mitad de los países es superior a 50%. Esto indica que la entrada en vigor de un TLC, en la mayoría de los casos, se asocia a un aumento en la intensidad de los montos exportados hacia China. También se aprecia que el crecimiento es mayor en aquellos países cuya intensidad promedio es relativamente baja antes de la firma del acuerdo. Por otra parte, la intensidad de las exportaciones de China hacia los países también aumenta, pero menos. El país donde las exportaciones desde China aumentaron su intensidad en mayor medida fue Perú, con 27% de incremento del IIC en el lustro posterior a la puesta en vigor del acuerdo. En cuatro países, la intensidad de las importaciones desde China disminuye posterior a la entrada en vigor del TLC.
Para completar el análisis, se presenta la Gráfica 2, que intenta reflejar cómo ha sido la situación promedio en estos países antes y después del TLC. Para ocho de estos diez países se toma como 100 el valor en el año t de la entrada en vigor del acuerdo y después se calcula la media geométrica de estos países.4
Se puede apreciar cómo, después de la entrada en vigor del tratado, la intensidad de las exportaciones hacia China crece sustancial e ininterrumpidamente. En promedio, cinco años después, el IIC de un país que ha firmado el tratado es 33% superior a la intensidad observada en el año de la entrada en vigor de un TLC. Si bien la intensidad del comercio con China en promedio viene aumentando previo a la firma del tratado, la intensidad se acelera con el tratado en vigor. Por otro lado, las exportaciones de China hacia los países también se intensifican, pero en menor medida. La intensidad a los cinco años de la entrada en vigor es 9% superior, y el mayor aumento se da no inmediatamente, sino en promedio durante el cuarto y quinto año.
En resumen, la experiencia de otros TLC firmados por China parece indicar que las exportaciones de un país que firma el tratado hacia China se dinamizan, en términos relativos, más que las importaciones desde China. El crecimiento en la intensidad de las exportaciones posterior a la entrada en vigor de un TLC es significativo en la mayoría de los países que han firmado un tratado bilateral con el gigante asiático. También parece haber cierta correlación (negativa) entre el valor al momento previo a la firma del acuerdo y su evolución posterior. No parece existir, en cambio, evidencia de que, a partir de la firma del tratado, las exportaciones chinas hacia un país signatario aumenten sustancialmente por encima del aumento global de las importaciones de dicho país. Por supuesto, este análisis primario debe ser complementado por análisis más sofisticados que permitan identificar mejor los posibles beneficiados y perjudicados de un acuerdo comercial de esta índole.
Pablo Fleiss, doctor en Economía por la Universidad Pompeu Fabra.
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Un ejemplo del uso del IIC para evaluar un TLC es Urata y Okabe: “The Impacts of Free Trade Agreements on Trade Flows: An Application of the Gravity Model Approach”, RIETI Discussion Paper Series 07-E-052 (2007). ↩
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Los modelos EGC simulan cómo funciona la economía de un país calibrando una serie de parámetros, y después analizan qué pasaría en esta simulación con la introducción de un shock como lo es un TLC. Esto permite analizar las consecuencias a nivel agregado y sectorial de una gran serie de variables incluyendo la producción, el comercio, y el impacto sobre trabajadores y consumidores. Las ecuaciones gravitacionales comerciales muestran los determinantes del comercio entre dos países en función en general del PBI de cada país, la distancia entre ambos, y una serie de variables entre las que se puede incluir la existencia de acuerdos comerciales bilaterales. Para un análisis completo de los métodos de evaluación de los impactos de un TLC véase: Asian Development Bank: “Methodology for Impact Assessment of Free Trade Agreements” (2010). ↩
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Se excluyen el acuerdo que China tiene con los países de la ASEAN, que son a su vez una zona de libre comercio y por tanto implica un tratado de China con un conjunto regional de países. También se excluyen los tratados que China tiene con Hong Kong y Macao, dos regiones administrativas especiales. ↩
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Se excluyen Costa Rica e Islandia, que tienen IIC muy bajos y donde pequeños cambios en el valor del índice pueden afectar fuertemente las tasas de variación. La media geométrica es la raíz enésima del producto de n números y se recomienda su uso para datos con números índice, ya que es menos sensible que la media aritmética a valores extremos. ↩