El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer su último informe de perspectivas económicas globales. El pronóstico de crecimiento mundial para este año quedó incambiado en torno a 3,2%, pero la proyección para el año próximo se recortó dos décimas en relación a lo previsto en julio, ubicándose ahora en 2,7%. Si bien esto se explica por el magro desempeño previsto para Estados Unidos, Europa y China, la desaceleración es bastante generalizada y varios países ingresarán en recesión durante los próximos meses.
Según advierte el FMI, “los shocks de este año volverán a abrir heridas económicas que no se curaron por completo tras la pandemia. En pocas palabras, lo peor aún está por llegar, y para mucha gente 2023 se sentirá como un año de recesión”.
En el caso de América Latina, los países continúan acusando el impacto acumulativo de los shocks asociados a la pandemia y a la guerra entre Rusia y Ucrania, al tiempo que están comenzando a lidiar con un tercer golpe que viene desde afuera: el endurecimiento de las condiciones financieras internacionales.
Luego del rebote del crecimiento observado en 2021 (6,9%), la región crecería 3,5% este año. Si bien esto implica una desaceleración previsible en relación al año anterior, el dinamismo será mayor del esperado en el mes de julio, cuando el FMI esperaba una expansión de 3% para el PIB regional. Sin embargo, “los vientos cambiantes” afectarán marcadamente el desempeño previsto para el año próximo. Será un año turbulento, marcado por la incertidumbre y la volatilidad que acompaña la transición hacia un mundo de tasas de interés más altas, dólar más fortalecido y precios de las materias primas más bajos. Puntualmente, la región crecería apenas 1,7% en 2023, tres décimas menos respecto de lo estimado hace tres meses por esta institución.
En el caso de América del Sur, las proyecciones anticipan un crecimiento de 3,6% y 1,6% para 2022 y 2023 respectivamente. Al interior del bloque, las disparidades entre países son significativas: mientras Paraguay permanecería virtualmente estancado este año (0,2%), Colombia crecería 7,6%. En este último caso, el dinamismo previsto para el PIB contrasta con la fragilidad que viene mostrando en otros frentes, y que se reflejan en la debilidad reciente del peso colombiano y el aumento del riesgo país. En lo que refiere a nuestros dos vecinos, Brasil se expandiría 2,8% este año y Argentina crecería 4,0% -dato que también contrasta con las profundas vulnerabilidades macroeconómicas que distinguen a este país en el contexto regional-.
En el caso uruguayo, el organismo prevé una expansión de 5,3% para este año, lo que está en línea con las perspectivas recogidas por el Banco Central (BCU) en su último relevamiento mensual (5%). En parte, este dato recoge un arrastre estadístico asociado al desempeño durante la segunda mitad del 2021 como sucede también en otros países. Para 2023, las previsiones del Fondo sitúan el crecimiento uruguayo en el entorno de 3,6%, seis décimas por encima de lo que indica la última encuesta divulgada por el BCU.
Proyecciones de PIB regional
2022 | 2023 | |
---|---|---|
Brasil | 2,8% | 1,0% |
Argentina | 4,0% | 2,0% |
Colombia | 7,6% | 2,2% |
Chile | 2,0% | -1,0% |
Perú | 2,7% | 2,6% |
Ecuador | 2,9% | 2,7% |
Venezuela | 6,0% | 6,5% |
Bolivia | 3,8% | 3,2% |
Paraguay | 0,2% | 4,3% |
Uruguay | 5,3% | 3,6% |
Fuente: FMI.