Ripio se creó hace nueve años y desde entonces viene experimentando un importante dinamismo. Con más de tres millones de usuarios, la empresa transaccionó más de mil millones de dólares a través de su plataforma durante 2021. Sobre este proceso, y sobre las oportunidades que se abren para la industria tecnológica en Uruguay, conversamos con Martín Benítez, country manager de Ripio para Uruguay, y Sebastián Serrano, fundador y CEO de Ripio.

¿Qué es Ripio y cómo llega hasta acá?

Empezamos en 2013 haciendo pagos y un año después fue que surgió Ripio. Yo soy del sur de Argentina, de la Patagonia, y muchos de los caminos están hechos de ripio. De ahí viene el nombre, que es una metáfora sobre construir acceso. Si mirás nuestros productos, todos están enfocados justamente a ese objetivo. Argentina fue nuestro primer mercado y obviamente ahí tenemos la masa más grande, pero empezamos a expandirnos y el año pasado cerramos una ronda de 50 millones.

En 2021 adquirimos un exchange en Brasil, que nos permitió ganar mayor volumen para impulsar esta etapa de crecimiento regional. También en Colombia y acá en Uruguay hace varios años que empezamos a expandirnos. De hecho, nos mudamos para acá (yo vivo hace dos años en Uruguay) y hace poquito abrimos la oficina y empezamos con la operación local. También estamos buscando posibles adquisiciones en el resto de América Latina, ya que queremos ser el primer jugador cubriendo la región con operaciones locales.

¿Planean unificar todo bajo la marca Ripio o van a dejar algunas operaciones con su marca propia?

Algunas operaciones llevan un proceso de transición más largo que otras. En Brasil nuestra operación sigue funcionando con el nombre original (BitcoinTrade), pero unificamos log in (acceso) y estamos trabajando para la unificación paulatina de la marca bajo Ripio, todo con el mismo log in, experiencia de usuario, validación de cuenta, procesos de compliance, etcétera.

¿En qué funcionalidades están trabajando?

En términos de producto estamos trabajando en la wallet, que es nuestro producto principal, y también estamos expandiendo el exchange regionalmente. Lo más nuevo que estamos lanzando es Ripio Portal, nuestra alternativa a Metamask para que nuestros usuarios puedan acceder a web3, DeFi (finanzas descentralizadas) y demás. Hoy es una extensión de navegador que permite al usuario descargar la responsabilidad de la custodia en Ripio, buscando llegar a un intermedio entre las soluciones non-custodial y las soluciones centralizadas. También tenemos un área corporativa que trabaja con empresas, ofreciendo operaciones over the counter (OTC), mercados extrabursátiles donde se negocian instrumentos financieros directamente entre dos partes.

¿Qué aceptación han tenido con ese mercado?

OTC permite comprar y vender activos digitales para individuos de alto poder adquisitivo y empresas que quieran agregar cripto en sus hojas de balance. Hemos ayudado a más de 500 empresas tecnológicas de América Latina a comprar cripto. Es un producto que tiene muchos clientes en Centroamérica, pero también en Argentina, que fue donde empezamos. En Uruguay todavía no hay operación local.

¿Cómo visualizan el panorama regulatorio local?

Está avanzando porque avanza en el mundo. Creo que lo más inmediato va a ser el proyecto que saque el Banco Central, un marco más taxonómico con definiciones acerca de los activos, que va a empezar a dar un poco más de claridad. Lo otro que se visualiza es que hay mucha oportunidad. Los países que establezcan una regulación adecuada para mitigar riesgos y aprovechar esas oportunidades pueden recibir mucha inversión. A veces los países en desarrollo esperan para “copiar” a los países más avanzados y cuando llega ese momento la mayor parte de la inversión que se hizo en el espacio ya está ejecutada. Ojalá haya un poco de avance en eso.

Por ejemplo, en Estados Unidos el desarrollo de esta tecnología viene compitiendo con el status quo de la industria financiera, que, al ser muy importante, ha limitado la generación de un buen marco jurídico. Recién ahora lo está empezando a lograr, y eso les dio ventaja a otros países para avanzar más rápido. Es el caso de Singapur y de Suiza, por ejemplo, pero también el de muchos países que hoy están recibiendo mucha inversión. Hay un montón de oportunidades, ojalá Uruguay las aproveche.

Recientemente se confirmó la venta de GeneXus a Globant. Martín Migoya, fundador de Globant, es inversor en Ripio. ¿Cómo ves el ecosistema tecnológico en Uruguay?

Las condiciones que se dieron en los últimos dos años atrajeron un montón de talento en tecnologías. Por ejemplo, Migoya y Marcos Galperín, de Mercado Libre, están viviendo acá. Y los emprendedores hacen: el hecho de haber traído esa materia gris al país va a promover un desarrollo de forma natural. El siguiente paso supone atraer más talento, dado que con una población relativamente pequeña no contás con un pool tan grande de gente para acompañar ese impulso. Se requiere atraer más desarrolladores y profesionales, además de inversión local, pero hay una oportunidad muy grande para apuntalar una industria tecnológica potente. Singapur también era un país super chiquito, casi sin territorio, y hoy tiene una tremenda economía.

¿Cuál es el producto que más te entusiasma fuera del ecosistema Ripio?

Los desarrollos que más me interesan en este momento son todos los que tienen que ver con escalabilidad, particularmente los trabajos que se están haciendo en las interacciones de multichains (múltiples blockchains). Hoy Ethereum tiene una capacidad de 15 transacciones por segundo y se está trabajando para lograr que sean 10.000 o incluso 100.000. Hay muchas cosas alrededor de eso que me parecen interesantes. Desde Ripio invertimos en Polygon, en ZkSync, y estamos formalizando más esa área.

¿Piensan abrir un fondo de inversión?

Siempre hicimos inversiones y ahora estamos terminando de darle forma a una idea para un fondo de Ripio. Hemos hecho inversiones en empresas de NFT, dos marketplaces locales y hace poquito hicimos una inversión en una empresa que se llama Brink Finance, que busca ser una especie de orderbook on-chain descentralizado, lo que sería el panel en un exchange, que refleja todas las órdenes de compra y de venta de un activo.

Creo que también hay mucho para explorar sobre qué hacer en Zero Knowledge Proofs, y eso va a generar mucha innovación. Estamos buscando y explorando sistemas de identidad descentralizada basados en Zero Knowledge Proofs, que no hemos visto mucho. Algo así como Proof of Humanity, pero sin tener que brindar tanta información.

Si hace 10 años te hubieran avisado que Ripio iba a tener el éxito de hoy, ¿qué significaría eso para vos?

El éxito para nosotros es la adopción masiva de esta tecnología. En nuestra visión, esta tecnología es la base del registro de la riqueza digital, que va mucho más allá de los tokens, los NFT, los juegos cripto, etcétera. Cada vez más nuestra vida pasa por el mundo digital y online, y nuestro objetivo es el de poder generar acceso y operar como catalizadores del cambio. En 10 años al menos el 5% o 10% de la población de América Latina debería tener riqueza registrada en blockchains, y nosotros seríamos el principal proveedor de ese acceso. Nuestra misión siempre fue proveer acceso a la tecnología, para catalizar cambios mayores y promover el desarrollo económico.

¿Tu decisión de vivir en Uruguay es personal o de negocio?

Más personal, por la seguridad más que nada. Vinimos aquí con mi pareja y al principio la idea era quedarnos seis meses; ya vamos dos años, así que soy casi uruguayo [risas].

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