Según los datos divulgados por la Dirección Nacional impositiva (DGI), en julio la recaudación total aumentó 2,9% en términos reales −descontada la inflación− frente al mismo mes del año anterior. De esta manera, la recaudación real acumulada entre enero y julio de este año se incrementó 7,6% en relación a igual período de 2021.
En la órbita de los impuestos al consumo, el IVA aumentó 2,2% interanual y acumula un incremento de 8,1% cuando se toma el acumulado del 2022 (siendo responsable del 49,3% de la recaudación total). Por su parte, el IMESI se ubicó 6,1% por encima del nivel que tenía hace un año, con un aumento acumulado equivalente a 6,9% para el período enero-julio.
En lo que refiere a los impuestos a la renta, y manteniendo la lógica interanual para el análisis de las variaciones, aumentaron el IRAE (8,3% en julio y 6,6% en lo que va del año) y el IMEBA (6,6% y 28,6% para las dos referencias consideradas). En contraposición, el IRPF se contrajo 2,7% durante el mes pasado: la categoría I, que corresponde a las rentas derivadas del capital, cayó 3,6%, mientras que la categoría II, correspondiente al trabajo, se retrajo 2,5%. No obstante, cuando se considera la variación interanual para el acumulado del año, el primero de ellos crece 24,1% y el segundo lo hace en apenas un 3,4%. Esto deja un incremento agregado del impuesto del entorno de 6,4% durante los primeros siete meses del año. En el caso del IASS, la recaudación retrocedió 2,4% entre julio de 2022 y julio de 2021, y se mantuvo prácticamente incambiada al considerar el acumulado del año.
Por último, en materia de impuestos a la propiedad, cayeron en julio el impuesto al patrimonio (0,2%), a las transmisiones patrimoniales (0,5%) y también el de primaria (9,8%), aunque en lo que va del año los tres mantienen variaciones positivas frente a la misma ventana de tiempo del año anterior (4,9%, 15,1% y 3,9% respectivamente).