La información de Cuentas Nacionales divulgada la semana pasada por el Banco Central del Uruguay (BCU) correspondiente al segundo trimestre de 2023 trajo algunas novedades relevantes para el análisis de la coyuntura de la economía uruguaya. Por un lado, el BCU revisó al alza el dato correspondiente al primer trimestre del presente año. La revisión es el resultado, por un lado, de ajustar al alza las estimaciones iniciales del primer trimestre para sectores como industria, energía eléctrica, gas y agua, comercio, alojamiento y suministro de comidas y bebidas y, por otro lado, de la revisión a la baja de los guarismos inicialmente estimados para el sector agropecuario.

Como resultado de ambos ajustes, el PIB en el primer trimestre habría registrado una contracción mayor a la estimada originalmente, lo que guarda directa relación con los efectos negativos de la sequía. Esta información constituye un dato importante en la medida en que ofrece una cuantificación más precisa acerca de la duración y profundidad del impacto que ha tenido la sequía sobre el funcionamiento de la actividad agropecuaria y sectores conexos.

A nivel sectorial, la contracción de la actividad en el segundo trimestre se vio fuertemente incidida por la contracción del sector agropecuario, registrando una variación del -2,1%. La intensidad de la caída interanual del segundo trimestre, 27%, en cuanto a profundidad, es comparable a la contracción registrada por el sector en el cuarto trimestre de 2017, que recogió el fuerte efecto en la producción del sector de la sequía ocurrida ese año. El primer impacto negativo de este choque climático en el sector había sido recogido en el dato correspondiente al cuarto trimestre de 2022, cuando se registró una contracción interanual del 22%. La nueva información publicada por el BCU indica, por otra parte, que el impacto de la sequía se habría extendido en el tiempo, afectando, también, el desempeño del sector en el transcurso del segundo trimestre del presente año.

A efectos de realizar una evaluación adecuada de la última información disponible, es importante tener en cuenta las particulares dificultades que supone la estimación en tiempo real de las estimaciones trimestrales de la actividad agropecuaria. Basta recordar, a modo de ejemplo, que las revisiones de los datos correspondientes al cuarto trimestre de 2017 fueron modificando la estimación de los efectos de la sequía sobre la actividad del sector. En aquellas circunstancias, la contracción de la actividad agropecuaria había sido estimada, inicialmente, en 1,5%, para luego revisarse durante 2018, hasta situarse en 6,3% y terminar situada en 13% con datos revisados a 2019. Cuando el BCU implementó el último cambio de base y se adoptó la nueva metodología de estimación del Sistema de Cuentas Nacionales, la tasa de variación interanual del PIB del sector agropecuario del cuarto trimestre de 2017 se estableció en -34%.

En aquellas circunstancias, el proceso de revisión de las estimaciones iniciales del PIB agropecuario no fue atribuible, exclusivamente, a los ajustes realizados en las estimaciones del efecto de la sequía, como seguramente tampoco lo será en esta oportunidad, pero la referencia histórica ayuda a entender la complejidad que presenta la estimación de la intensidad y la duración de una sequía grave sobre el comportamiento de la actividad agropecuaria.

En cualquier caso, los datos publicados por el BCU para el segundo trimestre de 2023 revelan la influencia que tiene la sequía y la puesta en marcha de la segunda planta de celulosa de la empresa UPM sobre el nivel de actividad de la economía uruguaya en lo que resta del presente año y en 2024.

Ajuste en las proyecciones para 2023 y 2024

De acuerdo con las estimaciones actuales del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), el crecimiento esperado del PIB durante 2023 se ubicaría en el entorno de 0,6%. En 2024 se espera que el PIB se expanda en promedio 3%. En ambos casos, se ha realizado una revisión a la baja en las previsiones de crecimiento económico, equivalentes a, aproximadamente, 0,4 puntos porcentuales.

Este ajuste en las estimaciones se fundamenta en la última información disponible, teniendo en cuenta, además de los efectos de la sequía y del impacto positivo de la producción de la nueva planta de UPM, el impacto negativo que está teniendo, y que previsiblemente tendrá durante los próximos trimestres, el significativo desalineamiento de precios relativos respecto a Argentina, además de los efectos que tendrá la interrupción de la actividad de la refinería de La Teja, que estaría impactando sobre los datos del cuarto trimestre del presente año y, al menos parcialmente, sobre el nivel de actividad del primer trimestre de 2024.

¿Qué podemos esperar para el segundo semestre de 2023?

Según las estimaciones de Cinve, la economía uruguaya registraría un crecimiento interanual durante la segunda mitad del año. En términos desestacionalizados1, el tercer trimestre será el de mayor crecimiento, pudiendo alcanzar una variación algo superior a 1,5%. En los siguientes dos trimestres, los shocks que han estado jugando un papel determinante en la trayectoria de la actividad en la primera parte del año modifican su influencia.

En particular, el impacto negativo de la sequía, que ya ha comenzado a diluirse, dejará de manifestarse. Por otro lado, el impacto del incremento de la producción de celulosa no tendrá influencia en 2024 en las variaciones desestacionalizadas del PIB. La parada de la actividad de la refinería todavía tiene una duración incierta; seguramente habrá dejado de tener importancia cuantitativa en el segundo trimestre de 2024.

Foto del artículo 'Economía uruguaya: un magro crecimiento para 2023'

En resumen, Cinve corrige a la baja sus proyecciones sobre el crecimiento del PIB para 2023 y 2024. De acuerdo a las estimaciones actuales, la economía uruguaya crecería próximo a 0,6% en 2023 y a 3% durante 2024. En lo que resta del año, el nivel de actividad mostraría un mayor dinamismo respecto a lo observado en el primer semestre.

Persisten, no obstante, niveles de incertidumbre en las estimaciones, atribuibles, por un lado, a factores internos, como es el caso del impacto y la duración de la sequía, la forma en que va progresando el incremento de la producción en la nueva planta de UPM y el período en que se mantendrá cerrada la refinería de Ancap.

Por otro lado, existen factores externos que también son fuente de incertidumbre. En el ámbito regional importa considerar inciertas las perspectivas de crecimiento en Brasil y Argentina y la evolución que podrían tener los precios relativos respecto a Argentina, una vez que asuma funciones el próximo gobierno. Entre los factores extrarregionales, existe incertidumbre sobre el comportamiento que pueden tener los precios de los commodities y los efectos que podría tener la consolidación de un menor crecimiento en China.


  1. La desestacionalización de una serie implica tomar ciertas definiciones metodológicas, las que resultan en diferencias en los resultados finales. La metodología de desestacionalización de la serie del PIB trimestral utilizada por cinve no coincide con la aplicada por el BCU, por lo que las cifras aquí presentadas difieren de las cifras que se encuentran disponibles en el sitio web de la autoridad monetaria.