Las exportaciones en el país disminuyeron de forma “leve”: 4% en términos interanuales. Según el último informe de comercio exterior de Uruguay XXI, en marzo las solicitudes de exportación, incluyendo zonas francas, totalizaron 1.033 millones de dólares.

En la caída, las materias primas que incidieron fueron la carne bovina, trigo y soja: “Son los productos con mayor incidencia negativa que explicaron la variación mensual”, se explica en el informe, y agrega que, en el caso de la carne bovina, “la caída de 20% de estas exportaciones explicó cinco puntos porcentuales el desempeño exportador de marzo”. En tanto, otro fue el cantar para la colza y carinata, la celulosa y la malta, que tuvieron un “impacto positivo en el tercer mes del año”.

Pese a la reducción interanual, la carne bovina se posicionó como el “principal” producto de exportación. Esto se explica porque disminuyeron las exportaciones a China (34%), que volvió a ser el principal destino para colocar los productos desde Uruguay, sobrepasando a Brasil.

Marcos Soto, decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica, señaló en diálogo con la diaria que la caída de la carne es tan “significativa”, que “arrastra casi 6% de las exportaciones”. Para Soto, Uruguay tuvo que empezar a redireccionar la carne a otros mercados como, por ejemplo, Estados Unidos. El país dirigido por Joe Biden se ubicó en el cuarto lugar de destinos y el valor de las solicitudes de exportación a este destino totalizó 73 millones de dólares, 26% por encima si se lo compara con el año pasado. La carne bovina, en ese caso, representó 40%.

Por su parte, el presidente de la Unión de Exportadores, Facundo Márquez, dijo a la diaria que la caída es “preocupante” y que “es parte” de lo que vienen vaticinando desde hace varios meses. En ese marco, sostuvo que prevén que “por varios meses” más “van a seguir cayendo mes a mes”.

Sostuvo que les “preocupa” que anteriormente la carne, al ser el primer producto en la sumatoria, “pesaba muchísimo”. Sin embargo, ahora ven una caída más generalizada en más productos, “no sólo en volumen, sino en precios”.

En tanto, el economista Giuliano Cantisani, de CPA Ferrere, señaló a la diaria que la caída está “dentro de lo esperable”, en la medida que el año pasado marcó un récord de ventas al exterior, tanto “por efecto precios como por volúmenes”. “Las menores ventas a China de la carne fueron la principal causa de la caída”, sostuvo, dado que el precio descendió desde el último trimestre del año pasado.

La celulosa

Soto aventuró que este puede ser un “buen año” para la celulosa teniendo en cuenta que comenzará a funcionar la segunda planta de UPM. Lo mismo piensa Márquez: “Va a crecer”, pero “no sabemos si va a compensar la caída generalizada”.

Según los datos de Uruguay XXI, la celulosa alcanzó un total de 166 millones de dólares, “lo que representó un aumento de 12% en comparación con el mismo período del año anterior”. Este producto supuso 14% del total exportado en el año pasado y este porcentaje llegó a 16% en 2023.

El Instituto Cuesta Duarte va por el mismo camino. En un reciente informe indicaron que “como contrapeso, la puesta en marcha de la nueva planta de celulosa este año va a provocar un salto en la producción nacional por una única vez”, es decir, cuando comience a producir: “Va a afectar positivamente el desempeño del sector industrial en 2023 y la primera parte de 2024; y también va a afectar positivamente a las exportaciones a nivel de componentes de la demanda”.

Perspectivas “complejas”

Para Soto, las perspectivas para este año “son complejas” puesto que el país está saliendo de una “fuerte sequía” que puede afectar a toda la cadena productiva, por ende, también exportadora. “Va a traer consecuencias directas”, indicó y agregó que el déficit hídrico afecta a los principales rubros de exportaciones como la carne y la soja, que ya tuvieron una baja significativa. El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca estimó que las pérdidas pueden llegar a alcanzar 2.000 millones de dólares.

El Cuesta Duarte también da cuenta de cómo puede incidir la sequía en las exportaciones. “Este factor va a seguir afectando el funcionamiento de las actividades agropecuarias, lo que se suma a condiciones de precios internacionales menos favorables que en los últimos años para la colocación de la mayor parte de los rubros vinculados a la agroexportación”, apunta el documento suscrito por los profesionales del PIT-CNT.

En tanto, para Márquez este va a ser un año “magro”, pero afirmó que están a la espera porque “faltan muchos meses”. Eso sí, entienden que la competitividad “no va a mejorar” y que la sequía puede generar su impacto.

Por último, Cantisani explicó que es “esperable” que las exportaciones sigan mostrando caídas interanuales por los menores precios internacionales en relación al año anterior, una menor producción de carne y los impactos de la sequía, “principalmente sobre la soja”.