El dato
Las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas argentinas experimentaron una caída del 28,5% en términos reales durante el pasado mes de enero con relación al mismo mes del año anterior, de acuerdo al índice de ventas minoristas (IVM) que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Esta fuerte retracción del consumo privado es producto de la pérdida de ingresos que están sufriendo las familias. El poder de compra del salario, principal fuente del ingreso de los hogares, registró una contracción del orden del 20% interanual, según el último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos correspondiente a diciembre de 2023.
El gráfico de la semana
El contexto
¿Qué mide el IVM que elabora la CAME?
El IVM mide la evolución mensual de la facturación de los comercios minoristas relativo a pequeñas y medianas empresas (pymes) que desarrollan sus actividades en Argentina. El indicador recoge las ventas de siete rubros (alimentos y bebidas, bazar, decoración, farmacia y perfumería, entre otros) que representan, según la CAME, el 90% del total de comercios minoristas pymes y tiene un alcance nacional.
A las ventas que se relevan se les descuenta la evolución del índice de precios al consumo, por lo que el índice tiende a reflejar las variaciones en el consumo minorista (en cantidades) realizado en territorio argentino.
¿Qué muestra el índice?
Las ventas minoristas en Argentina mostraron una fuerte caída durante el pasado mes de enero, del 28,5% interanual, y del 6,4% en la medición desestacionalizada respecto al mes inmediatamente anterior.
Se trata de una marcada agudización de la contracción del consumo en Argentina que da continuidad a lo que sucedió el pasado mes de diciembre, cuando las ventas minoristas se contrajeron 13,7% con relación a diciembre de 2022. Sin perjuicio de esta agudización, las ventas minoristas venían acumulando caídas interanuales de forma prácticamente ininterrumpida desde mayo de 2022.
¿Qué rubros se contrajeron más?
Seis de los siete rubros que releva el IVM mostraron caídas.
Las mayores caídas se registraron en los rubros “farmacias” (-45,8%), “alimentos y bebidas” (-37,1%), “perfumería” (-32,6%) y en “ferretería, materiales eléctricos y de construcción” (-31,3%). El informe de la CAME destaca que las mayores caídas en las ventas en farmacias se observaron en el rubro de cuidado personal. Por su parte, en el rubro “alimentos y bebidas” se señala la existencia de remarques semanales en enero de entre 5% y 10%, que, además de repercutir en las ventas, provocaron un corrimiento del consumo –incluso en los sectores de mayores ingresos– a productos de segundas y terceras marcas. Dentro de este contexto complejo, el sector textil fue la única excepción, ya que registró un leve incremento de las ventas (0,9%).
¿En qué contexto se registran estos datos?
El desplome de las ventas minoristas se registra durante los primeros meses del gobierno de Javier Milei, quien, conforme a lo predicho, comenzó a procesar importantes ajustes en un conjunto de tarifas y precios regulados conjuntamente con la devaluación del dólar oficial para intentar “cerrar la brecha” con el paralelo.
En este contexto se produjo una aceleración de la inflación que en diciembre pasado alcanzó el 25,5% mensual y en enero de este año cerró en 20,6%, con lo que la inflación acumulada anual a enero es de 254,6%. Los salarios, por su parte, no aumentaron en la misma medida, y en diciembre crecieron por debajo de los precios, con una variación de 15,5% en el mes, cuestión que seguramente también haya sucedido en enero de este año.
En términos más generales, el poder adquisitivo de los salarios argentinos se contrajo 17,5% entre 2022 y 2023, período que coincide con la retracción de las ventas minoristas. El 90% de este deterioro se produjo durante 2023.
¿Qué se puede esperar para este año?
El panorama de la economía argentina es altamente incierto y las proyecciones sufren ajustes constantes. Recientemente el Fondo Monetario Internacional ajustó nuevamente a la baja las proyecciones de crecimiento de la economía para 2024, previendo que el PIB se contraerá 2,8% este año, en un contexto de ajuste significativo de la economía argentina, cuestión que no contribuirá a la reactivación del consumo en dicho país.