El dato
La economía argentina sufrió un duro golpe en el primer trimestre del año. Según los datos recientes sobre actividad económica y distribución del ingreso, la economía experimentó una contracción del 2,6% en el trimestre, acompañada de un importante aumento de la desigualdad, equivalente a dos puntos porcentuales en el índice de Gini respecto del mismo trimestre del año anterior. Estos indicadores clave muestran un problema agudo en la generación y distribución del ingreso, situando al país vecino en niveles comparables a los registrados hace 15 años.
El contexto
¿Qué ha ocurrido con la economía argentina en términos de actividad?
Luego de la crisis de 2001, la economía argentina experimentó un período de fuerte crecimiento sostenido entre 2004 y 2008, que se vio interrumpido por la crisis financiera global que estalló en 2009. A partir de entonces, la economía mostró signos de recuperación hasta 2013, cuando comienza un prolongado estancamiento, con caídas puntuales como la generada por la pandemia de covid.
El PIB en 2023 apenas alcanzó los niveles de 2013, lo que implicó una “década pérdida” en materia de crecimiento económico. Si además se tiene en cuenta el crecimiento poblacional durante estos años, el PIB per cápita se contrajo cerca de un 10% entre 2013 y 2023.
En este contexto adverso, la economía cayó 2,6% en términos desestacionalizados durante el primer trimestre de 2024 (variación trimestral), marcando una contracción de 5,1% con respecto al mismo trimestre del año anterior (variación interanual).
En el primer trimestre del año, el consumo privado registró una caída de 2,6%, el consumo del sector público de 0,8% y la inversión de 12,6%. Las exportaciones fueron el único componente de la demanda que mostró crecimiento, con un aumento del 11%, influenciado por la comparación con un año de sequía como fue 2023. Todas estas cifras corresponden a datos desestacionalizados, y las comparaciones se realizan con respecto al trimestre inmediatamente anterior.
Mirando a más largo plazo, el PIB argentino del primer trimestre se ubicó 2% por debajo del mismo período de 2011, 13 años atrás.
¿Cómo evolucionó la desigualdad en Argentina?
Desde 2004 la desigualdad en Argentina tuvo cambios significativos. Tras la crisis de 2001 hubo una notable mejora en la distribución del ingreso hasta 2011. Entre 2012 y 2014 la desigualdad se mantuvo relativamente estable, pero a partir de 2015 comenzó a incrementarse, tendencia que se agudizó durante los últimos dos años.
En el primer trimestre de 2024, en particular, se produjo un salto de la desigualdad que implicó un retroceso a los niveles de desigualdad vigentes 16 años atrás, según indicó Daniel Schteingart, director del centro de investigación y políticas públicas Fundar en la red social X.
En efecto, entre enero y marzo de este año todos los estratos de ingresos enfrentaron pérdidas frente a la inflación, siendo este retroceso más pronunciado en los hogares de menores ingresos. Esta situación implicó que, junto con el incremento de la desigualdad, aumentaran también los niveles de pobreza y de indigencia. Los ingresos del primer decil (10% de la población más pobre) cayeron 34% en términos reales respecto al mismo trimestre del año anterior, mientras que los del décimo decil lo hicieron en un 20%. En promedio, los hogares perdieron un 24% de su poder de compra.
Con base en estos datos, Fundar proyecta un aumento en los niveles de pobreza del 38,7% al 55,7%, y de la indigencia del 8,9% a 18,3% entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024. Estos resultados podrían revertirse parcialmente hacia adelante a partir de la desaceleración de la inflación.
Es importante considerar que los datos trimestrales de pobreza y desigualdad deben ser tomados con cierta cautela, puesto que están sujetos a mayor volatilidad y afectados por la estacionalidad.