En un informe publicado el martes, el Consejo Fiscal Asesor (CFA) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyectó que en 2024 habrá un incumplimiento de dos de los tres pilares de la regla fiscal, tal como ya habían adelantado algunos analistas. Según destacó el grupo de expertos –Alfonso Capurro, Ana Fostel y Jorge Roldós–, luego de cuatro años de cumplimiento, y por primera vez desde la creación de esta institucionalidad, no se podrá alcanzar la meta del resultado fiscal estructural (RFE) ni la del tope al aumento del gasto primario real.
Según se remarcó, en ambos casos se trata de “incumplimientos significativos dada su magnitud”. Por un lado, en lo que corresponde al RFE, la variación anual es de 0,5 puntos porcentuales del producto interno bruto (PIB). En este caso, el MEF mantuvo la meta indicativa de -2,9% que fue fijada en febrero de 2024; sin embargo, luego de la Rendición de Cuentas 2023 se estableció que la proyección anual se ajustaría a -3,4%. Estos movimientos pronostican un segundo año consecutivo de aumento del RFE, algo que, según los ascensores, revierte la “senda de mejora que había registrado hasta 2022”.
Por otro lado, en lo que tiene que ver con el aumento del gasto primario real, la variación anual respecto del tope indicativo (2,8%) sería de 2 puntos porcentuales, ya que se proyecta un aumento respecto del año anterior de 4,8%. En este sentido, el único cumplimiento llegaría por el lado de la meta de endeudamiento neto, ya que se estimó en 2.294 millones de dólares, cifra que se encuentra por debajo del tope legal de endeudamiento establecido en la Rendición de Cuentas 2022, que se ubica en 2.300 millones de dólares.
Motivos del incumplimiento
“La proyección de un incumplimiento de las metas establecidas para los pilares 1 y 2 de la regla fiscal no obedece a una expansión discrecional del gasto nominal respecto de la Rendición de Cuentas 2022 (junio 2023), sino que recoge errores de pronóstico en el entorno macroeconómico, revisiones de las Cuentas Nacionales y decisiones de política fiscal”, apuntó el informe.
Por el lado de los errores de pronóstico, subrayó “el impacto de una menor recaudación nominal estimada producto de una inflación menor a la proyectada” y “un incremento superior en términos reales de las partidas de gasto con mayor grado de indexación”. En la misma línea, el menor incremento del PIB respecto de lo previsto y la revisión de las Cuentas Nacionales “implicó una corrección a la baja del PIB nominal para 2022 y 2023 y, por ende, al alza de los ratios fiscales respecto del PIB”.
En lo que tiene que ver con la política fiscal, el consejo remarcó la decisión del MEF –presentada en la exposición de motivos de la Ley de Rendición de Cuentas 2023– de establecer como “prioritario” preservar el nivel de gasto nominal de la Rendición de Cuentas de 2022. En ese sentido, apuntó que se trata de una decisión distinta a la tomada en 2023, cuando se ajustó partidas discrecionales de gasto nominal “ante una evolución adversa de la recaudación”.
La posición tomada en el presente año, según el informe, es “consecuencia, en parte, de una mayor rigidez de la política fiscal y menor capacidad de reacción en el año electoral”. Aunque, más allá de los “márgenes de maniobra acotados” provistos por “la rigidez de muchas partidas de gasto”, advirtió que “las proyecciones contemplan una política fiscal pasiva a los desvíos desde un punto de vista estructural”.
La regla y su funcionamiento
“Es importante notar que, tal como lo refleja la experiencia internacional, las reglas fiscales pueden presentar incumplimientos por razones diversas, sin que esto invalide la importancia de las reglas ni del marco institucional fiscal”, resaltó el documento. Siguiendo esa postura, el Consejo destacó que “la literatura y evidencia empírica relevan que los incumplimientos de las metas fiscales no son un problema en la medida en que sean poco frecuentes, transitorios y se expliciten sus causas, así como los mecanismos de convergencia necesarios para retomar la senda trazada”.
Teniendo en cuenta eso, el informe apuntó que en la Rendición de Cuentas 2023 “se explicitaron los desvíos respecto de las metas indicativas de 2024, aunque el marco fiscal vigente no incorpora mecanismos de corrección que los vuelvan transitorios”. Visto este escenario, se realizaron una serie de recomendaciones en materia operativa, entre las que se destacó la necesidad de “incorporar al marco legal vigente el ratio de deuda sobre PIB como ancla de sostenibilidad de mediano y largo plazo” y “mantener el resultado fiscal estructural como regla operacional por sobre el resultado fiscal efectivo”.
Por otra parte, también se apuntó a la posibilidad de “establecer metas anuales del resultado fiscal estructural compatibles con un objetivo de sostenibilidad de la deuda”, a lo que se le sumó la expectativa de “incorporar mecanismos de corrección ante desvíos de las metas de resultado fiscal estructural”.
Por último, también se pidió “adecuar el cronograma de publicación del resultado fiscal estructural”. A esto se agregó el pedido de algunos cambios institucionales, vinculados a “dotar de mayor independencia legal y operativa al CFA, así como incorporar dentro de sus cometidos el análisis de la sostenibilidad de la deuda y las proyecciones macrofiscales, en línea con las prácticas de otros consejos fiscales de la región”.