El dato

En 2023 las instituciones de financiamiento para el desarrollo de China otorgaron dos préstamos por un total de 1.300 millones de dólares en América Latina y el Caribe (ALC), y todos ellos tuvieron como único destino Brasil. Esta cifra contrasta con el pico de 20.000 millones registrado en promedio anual durante el bienio 2009-2010, cuando el financiamiento chino superó los desembolsos que realizaron el Banco Mundial y el BID en la región. El grueso del financiamiento pasó a destinarse a sectores específicos, como el de autos eléctricos, energías renovables y alta tecnología, en detrimento de las grandes inversiones en energía e infraestructura que caracterizaron la década pasada.

El contexto

¿Qué muestra el gráfico?

Un informe reciente de Inter-American Dialogue,1 un think tank regional, destaca que las instituciones de financiamiento para el desarrollo de China (DFI, por sus siglas en inglés) realizaron préstamos por un total de 1.300 millones de dólares en 2023, destinados enteramente a Brasil. La cuantía del financiamiento de las DFI chinas durante el año pasado estuvo en línea con el monto promedio que el gigante asiático había destinado a la región durante los últimos años a través de sus instituciones estatales de crédito.

Estas son cifras que contrastan con los montos que la región recibió del gigante asiático entre 2009 y 2017. Durante esos años, los recursos provenientes de las DFI chinas llegaron a superar las líneas de crédito otorgadas por los organismos internacionales, como el Banco Mundial y el BID. No obstante, desde 2016 se observa una caída importante en lo que refiere a los montos de los préstamos por parte del China Development Bank y del Export-Import Bank of China, dos de los tres bancos chinos que son propiedad del Consejo de Estado y que históricamente han ofrecido financiamiento en la región.

¿Cuáles han sido los destinos del financiamiento?

Entre 2005 y 2023 fueron 18 los países de la región que recibieron financiamiento proveniente de las DFI chinas, un conjunto que no incluye a nuestro país. En efecto, apenas cuatro países concentraron el 93% de los recursos totales. Venezuela encabeza la lista con el 49% de los recursos destinados, seguido por Brasil (27%), Ecuador (10%) y Argentina (6%).

Según destaca el informe de Inter-American Dialogue, aspectos económicos y políticos parecen haber obstaculizado los préstamos de las instituciones chinas en algunas partes de la región. El informe agrega, en ese sentido, que “las incertidumbres políticas en Argentina han tenido un efecto disuasorio en el financiamiento chino en ese país durante los últimos años”.

¿Hacia qué sectores se destinan los recursos?

Prácticamente el 80% de la inversión recibida a través de las DFI chinas se destinó al sector de energía, en tanto que un 10% se orientó hacia los grandes proyectos de infraestructura: carreteras, puentes, puertos, represas y otros.

Como fue mencionado, Brasil es el principal receptor de los préstamos recientes provenientes de China. En el correr de los años, el financiamiento pasó de centrarse en el sector energético, vía Petrobras, hacia otros sectores, entre los que se destacan los servicios financieros, por ejemplo. Sin perjuicio de ello, cabe destacar que el volumen de recursos localizados en Brasil ha disminuido, pasando de 10.000 millones de dólares en 2009 a 1.300 millones de dólares en 2023. En particular, en el último año, las operaciones de crédito hacia Brasil se destinaron al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, para financiar proyectos de infraestructura y de economía verde.

El informe destaca que no se vislumbra una “resurrección de los préstamos multimillonarios respaldados por petróleo que alguna vez representaron la mayor parte del compromiso financiero de China con la región”. Pero adelantó que, al igual que lo que sucedió en 2023, es esperable que las DFI “sigan comprometidas en otorgar préstamos más pequeños que estén estrechamente vinculados a los objetivos de desarrollo de China y del país receptor, ya sea con relación al desarrollo de infraestructura de transporte, la generación de inversión o el fomento del comercio en industrias emergentes prioritarias”.

Las empresas chinas, y no las instituciones de financiamiento para el desarrollo, son quienes actualmente están financiando la inversión. Ahora que las empresas chinas están bien establecidas en gran parte de la región, ya no dependen de los préstamos de las DFI para generar oportunidades de participación en proyectos de inversión.


  1. Feeling the Stones: Chinese Development Finance to Latin America and the Caribbean, 2023.