Según la información divulgada por el Banco Central del Uruguay (BCU), el PIB creció 1,2% interanual durante el tercer trimestre, pero se contrajo 0,2% frente al trimestre inmediatamente anterior –una vez depurados los factores estacionales que distorsionan esta comparación–. El dato estuvo en línea con los indicadores adelantados que sugerían un freno de la actividad a partir del segundo trimestre, en particular con el indicador mensual de actividad económica (EMAE) elaborado también por el BCU.

Foto del artículo 'El comportamiento de la economía durante el tercer trimestre'

Perspectiva de oferta

Al considerar la situación de los distintos sectores de actividad, se destaca, en primer lugar, la expansión del sector de Comercio, alojamiento y suministro de comidas y bebidas (5,4%), a pesar de que en su interior el desempeño fue heterogéneo: se expandió el comercio al por mayor y al por menor, pero se retrajo la actividad que nuclea los servicios de alojamiento y suministro de comida.

Con relación al primer punto, el documento señala que las actividades comerciales estuvieron apuntaladas por la comercialización de granos de soja y combustibles importados, y por las mayores ventas de bienes de consumo importados (como la carne, los productos farmacéuticos y los textiles). En el segundo caso, el mal desempeño estuvo asociado a la menor demanda de turistas no residentes. Con menor incidencia, destacan también las expansiones observadas en la órbita de los Servicios financieros (3,0%), de las actividades comprendidas dentro del sector Salud, educación, actividades inmobiliarias y otros servicios (0,8%) y también de aquellas que se agrupan dentro de Energía eléctrica, gas y agua (2,2%).

En contraposición, los principales sectores que contribuyeron negativamente al desempeño económico durante el tercer trimestre fueron la Construcción (-3,1%), la Industria manufacturera (-2,1%), las actividades de la Administración pública (-0,6%), los Servicios profesionales (-0,4%) y también el Sector agropecuario (-0,2%).

Con relación al comportamiento de la Construcción, el informe destaca el peso de “la menor inversión en otras construcciones”, en particular en materia de obras de vialidad y líneas de energía eléctrica, cuyo menor dinamismo no logró ser compensado por el buen desempeño que mostró la construcción de edificios.

En el caso de la industria, la caída se explica por la refinación de petróleo, que se vio afectada por la parada de la refinería derivada de la rotura de la boya petrolera de José Ignacio. Asimismo, agrega el BCU, “la menor fabricación de pasta de celulosa y vehículos automotores también mostraron una incidencia negativa” entre julio y septiembre.

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Perspectiva de demanda

Al analizar los datos según el destino de la producción, es decir, desde el enfoque de la demanda, se registró una expansión de su componente interno, producto del incremento del consumo y también de la inversión.

En el primer caso, el consumo privado se expandió 2,1%, impulsado por el gasto en bienes de consumo importados (como prendas de vestir, vehículos y otros bienes durables), en servicios de actividades recreativas y en restaurantes. Esto permitió compensar la caída del gasto de turismo realizado en el exterior. El consumo público, por su parte, estuvo apuntalado principalmente por la expansión del gasto asociada a los servicios de salud.

En el segundo caso, la inversión (formalmente, la Formación bruta de capital fijo) creció 1,3% con relación al mismo período del año anterior. Detrás de esta expansión pesó la mayor inversión en maquinaria y equipo importada, que fue compensada en parte por el retroceso registrado en otras construcciones.

En lo que refiere al componente externo, las exportaciones de bienes y servicios se incrementaron 5,2%, superando la expansión de las importaciones (3,0%). Con relación a las ventas hacia el exterior, destacan las mayores colocaciones de soja, carne, arroz y energía eléctrica, cuyo avance más que compensó la caída que exhibieron las ventas de trigo y de vehículos. En el caso de los servicios, los que tuvieron mayor incidencia fueron los auxiliares de transporte y los servicios de gestión, en tanto se redujeron los asociados al turismo receptivo.

En lo que refiere a las compras al resto del mundo, el impulso del trimestre vino dado por el lado de los bienes de consumo (entre los que destacan las mayores importaciones de prendas de vestir, automóviles, carnes y productos farmacéuticos), aunque también aumentaron las compras de bienes intermedios (por mayores compras de suministros industriales elaborados) y las importaciones de bienes de capital (principalmente las compras de maquinaria y equipo industrial). Por otra parte, agrega el informe, se constató una menor salida de turistas hacia Argentina, lo que se tradujo en una disminución del turismo emisivo.