La Rendición de Cuentas presentada por el Poder Ejecutivo fue aprobada a último momento con el respaldo de Cabildo Abierto, pero la discusión parlamentaria dejó en evidencia la magnitud de las tensiones en torno a la situación fiscal heredada por el nuevo gobierno liderado por Yamandú Orsi. Más allá de la discusión política, los expertos consultados por la diaria señalaron que “la realidad de los números es la que habla”.

Frente a críticas de los legisladores opositores y de la exministra de Economía y Finanzas Azucena Arbeleche, los especialistas calificaron el panorama como “especialmente desafiante” e indicaron que los datos disponibles no responden a “relatos políticos”, sino a “balances, facturas y obligaciones impagas” que agravan el déficit real.

El economista y coordinador del centro de estudios Etcétera, Fernando Isabella, afirmó que el nuevo gobierno uruguayo comienza su gestión con un escenario fiscal “bastante más complejo” de lo que se preveía, marcado por un déficit real que supera el 4% del PIB y por gastos que no fueron correctamente registrados por la administración anterior.

Isabella sostuvo que la Rendición de Cuentas presentada por el Poder Ejecutivo “pasa raya” sobre la situación económica y social del país, y evidencia “el deterioro de la mayoría de los indicadores” durante el último período de gobierno, entre ellos la pobreza, el mercado de trabajo y la distribución del ingreso.

En referencia a las críticas que hicieron Arbeleche y algunos legisladores de la oposición, Isabella aseguró que son “relatos propios del manejo político”, y afirmó que “no hay duda” de la situación “compleja” en materia fiscal que enfrenta el país.

“Ya con los datos oficiales del gobierno anterior, la situación fiscal era compleja y desafiante por demás: el déficit de 2024 fue de 3,3% del PIB, sólo considerando el gobierno central y el BPS. Este es un nivel de déficit muy importante y, además, va de la mano con el nivel de gasto público –como proporción del PIB– más alto de la historia, con la excepción de lo que sucedió durante la emergencia sanitaria.

El problema no sólo es ese, sino que ahora sabemos que además existen gastos que ni siquiera fueron registrados, como las obligaciones con el Ferrocarril Central o las facturas impagas en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE). Eso eleva el déficit real a más del 4% en 2025, según explicó el economista. En ese sentido, el experto aseguró que “hay evidencia más que suficiente para entender que se trata de una situación real” y no de un relato.

Por su parte, la economista Gabriela Mordecki, profesora agregada del Instituto de Economía de la Universidad de la República, indicó que “es claro que hay gastos que no fueron registrados” por la administración anterior y que, al tener en cuenta estos pasivos no asumidos, la situación fiscal “es más ajustada de lo que se pensaba al principio”.

En entrevista con la diaria, Mordecki apuntó que, “más allá de la controversia política”, los datos que hoy maneja el gobierno surgen del análisis de “balances, recibos, facturas, cosas impagas”, y no de un “relato”. La académica aseguró que “es claro que hay gastos que no fueron registrados”, entre ellos algunos “grandes” como el caso del Ferrocarril Central.

“Siempre aparecen las controversias políticas, porque se aprovechan estos momentos para intentar tapar la realidad con discursos. Pero, más allá de eso, es algo incontestable que el déficit fue mayor”. Gabriela Mordecki

Con respecto a las críticas de Arbeleche, que acusó al oficialismo de construir “un relato fiscal” alejado de la realidad en una carta elevada al directorio del Partido Nacional, Mordecki aseguró que “la realidad de los números es la que habla”. “Siempre aparecen las controversias políticas, porque se aprovechan estos momentos para intentar tapar la realidad con discursos. Pero, más allá de eso, es algo incontestable que el déficit fue mayor” que el que se registró durante el año pasado, remarcó. También mencionó la situación de ASSE, donde hubo aparentemente gastos no ejecutados, como el atraso en la compra de medicamentos.

“Lo importante de esto no es el debate político alrededor de los números, sino la situación de base de la que parte el país para el presupuesto, ese es el foco importante que nos debe ocupar ahora. No podemos decir que esos números no son verdaderos, más allá de lo que la exministra de Economía pueda afirmar, porque surgen de análisis, de datos, de los balances, de los recibos, de las cosas que hay, de las facturas, de las cosas impagas. No es que se está inventando”, remarcó.

Lo que sucedió en el Parlamento

El martes la Cámara de Diputados comenzó a tratar el proyecto de Ley de Rendición de Cuentas correspondiente al ejercicio 2024. En la medianoche del miércoles, Cabildo Abierto dijo que acompañará todos los artículos del proyecto, lo que permite su aprobación, algo que estuvo en duda hasta el último momento. El punto central de la discordia estaba asociado a la necesidad de incrementar el tope del endeudamiento, producto del impacto del déficit fiscal previsto para este año que fue estimado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), dando origen a esta controversia.

De esta manera, y con el apoyo de Cabildo Abierto, se aprobó finalmente la solicitud, junto con las dos partidas extras para ASSE y el Ferrocarril Central, destinadas a cubrir adeudos que se arrastran de la anterior administración.

En ese sentido, la discusión parlamentaria puso de relieve el contraste entre las dos visiones que existen sobre la situación presente y futura de las finanzas públicas: mientras que el oficialismo cuestionó la herencia fiscal, la oposición señaló que el anterior gobierno dejó un “mejor país” a pesar de que enfrentaron una pandemia, una sequía y varios conflictos mundiales.

Asimismo, los legisladores opositores aseguraron que el gobierno pretende impulsar un relato falso sobre una compleja situación fiscal. A este respecto, Arbeleche aseguró en X que el Frente Amplio insiste en “construir un relato fiscal que falta a la verdad”. “El aumento del gasto público entre 2020 y 2024 fue el más prudente de los últimos 20 años”, sostuvo la exjerarca, y detalló que el incremento real fue de 1,4% anual, por debajo del crecimiento estimado del PIB.

En cambio, desde el Ejecutivo, el ministro Gabriel Oddone justificó la solicitud de extender el tope de deuda para este año a 3.450 millones de dólares, a efectos de financiar el déficit fiscal estimado para este año, que había sido subestimado producto de la postergación de gastos y el adelanto de impuestos correspondiente a las empresas públicas.

Concretamente, el déficit del Gobierno Central y BPS ascendería este año al 4,1% del PIB, es decir, 1,1 puntos más alto con respecto a la proyección realizada por el gobierno anterior, que fue divulgada en febrero.

Foto del artículo 'Lo que dejó la Rendición de Cuentas: “no hay dudas” sobre la “compleja” herencia fiscal que enfrenta este gobierno'

Un escenario fiscal más complejo

Para Mordecki, lo más “preocupante” es que la situación fiscal es “más ajustada” de lo previsto al principio, lo que genera restricciones para la elaboración del presupuesto nacional.

“De facto, los planes que existían van a tener que ajustarse a esta nueva realidad”. A esto se suma la necesidad de resolver el déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios, que, según dijo, implicará un gasto extraordinario no contemplado hasta ahora. “Sea cual sea la solución, el Estado va a tener que aportar”, señaló.

No obstante, Mordecki remarcó que el crecimiento económico del primer trimestre de 2025 fue algo mejor de lo proyectado, lo cual podría ofrecer algo de oxígeno. “Eso le da al gobierno algo más de holgura”, explicó, ya que “si la economía crece más, hay más recaudación, y eso es positivo”.

En la misma sintonía, Silvia Rodríguez Collazo, economista e investigadora asociada del Cinve, aseguró días atrás, también en diálogo con la diaria, que uno de los principales desafíos que enfrenta la conducción económica está asociado al frente fiscal. “Este es un desafío que excede, por cierto, este año, pero es importante enfatizar que 2025 será un año especialmente complejo para las finanzas públicas”, remarcó.

Durante la votación de la Rendición de Cuentas, el 17 de junio, en la Cámara de diputados.

Durante la votación de la Rendición de Cuentas, el 17 de junio, en la Cámara de diputados.

Foto: Ernesto Ryan

Existe una “delicada situación heredada” que quedó plasmada en la Rendición de Cuentas, observó, y recordó que se postergaron para este año múltiples gastos que debían haberse imputado a las cifras de 2024 (equivalentes al 0,4% del PIB), a lo que deben sumarse los adelantos de impuestos que realizaron las empresas públicas y que representan aproximadamente el 0,1% del PIB.

“El déficit del GC-BPS que publicó el MEF a finales de la gestión de la ministra Arbeleche fue del 3,3% del PIB. Sin embargo, si se hubieran realizado correctamente los registros y si no se hubieran solicitado los adelantos de impuestos, ese déficit habría trepado hasta el 3,8% del PIB”.

“La experiencia del período pasado de gobierno es un ejemplo elocuente de la incapacidad que tuvo esta regla fiscal para dotar de un marco sólido y creíble a la política fiscal”. Silvia Rodríguez Collazo

De esta manera, la medición del resultado financiero del sector público consolidado (SPC) para 2024 implicó una subestimación del déficit fiscal global. El resultado corregido para ese año asciende entonces al 4,6% del PIB. Como consecuencia, la deuda pública neta estimada también se incrementa con respecto a la estimación previa. Este aumento requiere que el Parlamento apruebe un aumento del tope de endeudamiento, como ha sido solicitado por el MEF.

La experta consideró que las declaraciones de Oddone muestran un “compromiso firme” del gobierno con asegurar la sostenibilidad de la deuda y “con avanzar de manera progresiva en el abatimiento del abultado déficit fiscal que ha dejado el gobierno anterior”. Además, agregó que “la experiencia del período pasado de gobierno es un ejemplo elocuente de la incapacidad que tuvo esta regla fiscal para dotar de un marco sólido y creíble a la política fiscal”.

A este respecto, sostuvo que desde el MEF se impulsa actualmente un “diseño institucional novedoso” para perfeccionar este mecanismo, introduciendo cambios “institucionales e innovaciones metodológicas más acordes con las contribuciones más recientes de la literatura académica y las experiencias internacionales”.

“En concreto, el MEF propone fortalecer las capacidades y autonomía del consejo fiscal, distanciando la función de asesor y acercándolo al papel típico de un consejo fiscal autónomo. En mi opinión, estos cambios le permitirán ejercer mejor el seguimiento del cumplimiento de las metas que el MEF se trace para poder lograr una trayectoria sostenible de la deuda pública”, añadió.

“El nuevo gobierno se encuentra con un nivel de gasto mayor al previsto, buena parte del cual fue contraído por la gestión anterior. No tiene otra opción. Lo que corresponde, desde el punto de vista institucional, es pagar esos compromisos. Si la oposición no hubiera aprobado el aumento de la deuda, estaríamos ante un escenario institucionalmente complicado”. Fernando Isabella

Deuda y compromiso institucional

Consultado sobre el pedido del Ejecutivo de aumentar en 1.000 millones de dólares el tope de endeudamiento para afrontar los compromisos asumidos, Isabella lo consideró “natural”, a la luz del escenario fiscal heredado.

“El nuevo gobierno se encuentra con un nivel de gasto mayor al previsto, buena parte del cual fue contraído por la gestión anterior. No tiene otra opción. Lo que corresponde, desde el punto de vista institucional, es pagar esos compromisos. Si la oposición no hubiera aprobado el aumento de la deuda, estaríamos ante un escenario institucionalmente complicado. ¿Qué se pretende, que el país entre en cesación de pagos? Parece extraño el planteo”, cuestionó Isabella, que fue director de Planificación en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto durante el período 2015-2019.

En ese sentido, el economista sostuvo que si la oposición se hubiera negado a habilitar ese endeudamiento, habría “atentado contra la lealtad institucional”. “Si no se hubiera aumentado el tope de deuda, el gobierno estaría forzado a hacer una refinación de gastos con lo que tiene actualmente”, comentó.

Reformas y estrategia de crecimiento

Respecto a las estrategias para corregir el desequilibrio fiscal, Isabella consideró que el foco debe estar puesto en “fomentar el crecimiento económico” y no en ajustes de corto plazo. “Subir impuestos o recortar gastos es una visión estática, y la apuesta debe ser dinámica: hacer crecer la economía para aumentar la recaudación sin cambiar las tasas impositivas”, sostuvo.

Entre las medidas clave, mencionó el impulso a la innovación, la ciencia y la educación, así como la mejora de los instrumentos de promoción de inversiones, orientándolos hacia sectores donde “realmente generan un efecto diferencial”.

“A largo plazo, en definitiva, lo fundamental es el nivel de capacidades de la población, y eso tiene que ir de la mano de mejoras en la educación, de la reducción de la pobreza y de un mayor esfuerzo en la apuesta por la niñez. Por lo tanto, hay un conjunto de desafíos muy importantes que requieren recursos hoy. Por eso es importante dejar saldado cuanto antes este tema del aumento del tope para la deuda, a efectos de poder centrarse totalmente en la discusión presupuestal”, concluyó.

Mirando hacia adelante, Mordecki enfatizó que la atención debe ponerse en cómo se construye el nuevo presupuesto y qué herramientas usará el gobierno para sostener el crecimiento. Señaló que “la parte del gasto está bastante fija”, con salarios, jubilaciones y gastos estructurales, por lo que “lo que queda más abierto son las inversiones”, cuya promoción será clave para avanzar en el desarrollo.

En ese marco, advirtió que también será determinante la evolución del contexto internacional, incluyendo el precio del petróleo y de los alimentos, así como la situación regional, principalmente en Brasil y Argentina.

Finalmente, mencionó que el gobierno está evaluando cambios en la regla fiscal reformulada por la ley de urgente consideración, cuestionada por el oficialismo. “Se están planteando nuevas opciones para reformularla y que sea realmente una regla que ayude al país, no sólo algo para decir ‘cumplí’”, concluyó.