En los años 70 era muy común que las bandas musicales argentinas, con éxito en aquel momento, cruzaran a animar los bailes populares salteños, e imagino que lo mismo se repetía en las otras ciudades litoraleñas. Hoy es otra banda la que toca en todo el litoral y no es musical, sino cambiaria.

En abril del presente año, el gobierno argentino modificó su política cambiaria introduciendo dos grandes modificaciones. Por un lado, levantó de forma parcial el cepo, permitiendo a las personas físicas la compra y venta de dólares en el mercado cambiario. De esta forma eliminó, casi por completo, la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue.

Por otro lado, introdujo un régimen de bandas de forma tal que, si el dólar llega a un cierto “techo”, el Banco Central debe salir a vender el billete verde, evitando que suba por encima de este; contrariamente, si cae hasta un determinado “piso”, debe intervenir comprando la divisa para que no descienda por debajo de ese umbral. Al interior, el dólar fluctúa libremente. El ancho de la banda, a su vez, se va ampliando mes a mes, moviéndose 1% hacia arriba (el techo) y 1% hacia abajo (el piso). Para tener como referencia, el sistema comenzó a regir el 11 de abril, cuando se estableció el piso en $ 1.000 y el techo en $ 1.400.

Hasta el momento, el dólar se ha mantenido dentro de la banda cambiaria, aunque gracias a diferentes intervenciones del Tesoro y del Banco Central que han limitado su tendencia a la suba en los últimos meses y, en particular, en estos últimos días.

En efecto, al día de hoy, el dólar se ubica por encima del techo de la banda y el Banco Central comenzó a vender para mantenerlo dentro de esta, con la correspondiente afectación de las reservas internacionales.

Todo esto impactó e impactará directamente en el litoral uruguayo. La suba reciente del dólar en Argentina, con una inflación contenida por debajo del 2% mensual, ha determinado que el vecino país volviera a abaratarse. Por consiguiente, se amplió la diferencia de precios entre ambas márgenes del río Uruguay, que pasó del 14,2% al 26,4% entre mayo y julio. Esto es lo que se desprende de la última actualización del Indicador de Precios Fronterizos elaborado por el campus de Salto de la Universidad Católica, que en setiembre registrará una nueva suba recogiendo el fuerte aumento que viene exhibiendo el dólar en Argentina.

Por otra parte, la banda cambiaria jugará un rol determinante para nuestro litoral de aquí en más. En efecto, habiendo llegado al techo, y en caso de seguir subiendo (como parece que lo hará), el dólar sólo se podrá deslizar hacia arriba 1% por mes. En la medida en que la inflación argentina se resista a bajar por debajo del 1,5% mensual, es improbable que nuestros vecinos se abaraten mucho más en el futuro próximo.

No obstante, en este marco, han surgido dudas con respecto al futuro de la banda cambiaria en Argentina. Es un instrumento útil para el gobierno en la medida en que contiene la inflación, su principal activo político de cara a las elecciones de medio término a celebrarse en octubre.

Sin embargo, una mayor presión al alza sobre el dólar, con este régimen cambiario, llevaría a que el Banco Central comience a perder reservas a un ritmo más acelerado, lo que le impediría cumplir con uno de los principales objetivos comprometidos con el Fondo Monetario Internacional en el marco del acuerdo vigente.

Por el momento, en tanto se mantenga la banda cambiaria en Argentina, el litoral uruguayo estará a resguardo de que la diferencia de precios entre ambas márgenes se profundice de forma abrupta, perjudicándolo significativamente como en el pasado reciente (particularmente en 2022 y 2023). Pero, claro está, todo esto mientras la banda siga tocando. Y hoy, la incertidumbre es demasiado alta.