En julio de 1967, el rector Óscar Maggiolo presentó al Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar) un Plan de Reestructura (1) con el objetivo de ser utilizado como “base de discusión para la preparación del “Plan de Política Universitaria”, que también apuntó a la confección de un proyecto presupuestal de la institución para el período 1968-1972. En lo relativo a la función de la extensión universitaria, aparece allí un programa dividido en cuatro grupos, de acuerdo a las diferentes características de las actividades a cumplir por la Universidad: Asistencia, Acción Social, Publicaciones y Difusión Cultural. Los tres últimos subprogramas son descriptos en detalle en dos anexos, mientras que el primero, caracterizado en el capítulo “Programas”, es abordado a lo largo de todo el Plan de Reestructura, al analizar la relación existente entre las actividades extensionistas y las concepciones sobre la investigación científica aplicada.

En relación al subprograma Acción Social, en el primer anexo del Plan de Reestructura se presenta un proyecto de presupuesto elaborado por la Comisión de Extensión Universitaria junto a autoridades y colectivos de la institución. Debe observarse que este es de los pocos aspectos en que Maggiolo se refiere a documentos elaborados por otros equipos, además del hecho de expresar en forma reiterada que están allí presentes las opiniones de la comisión, y de hacer conocidas las dificultades que ha debido afrontar. Los objetivos de la labor extensionista surgidos de esas discusiones son los que habitualmente están asociados con la extensión universitaria (vincular la Universidad con los sectores populares; promover el planteamiento y estudio de los problemas de interés general; vitalizar la labor docente con elementos de la realidad nacional; contribuir a formar la conciencia social del universitario; propiciar la participación de universitarios en programas con otras instituciones; difundir las expresiones artísticas y literarias y divulgar las conquistas científicas). A esta descripción de los objetivos a desarrollar, agrega como hecho novedoso la iniciativa de la comisión de que las actividades de extensión deberían estar incluidas en los planes y programas de facultades y escuelas, bajo el principio de que un trabajo puramente voluntario no compromete por igual a todos los universitarios.

A estos tres subprogramas se agrega el de Asistencia, que además de resultar de interés por el amplio espectro de actividades comprendidas, lo es por el concepto establecido como justificación de esas acciones. Incluye en esa categoría la asistencia médica desarrollada por el Hospital de Clínicas, la llevada adelante por las facultades de Odontología, Veterinaria y Derecho, y especialmente las que se agregan bajo el ítem Asistencia Técnica. Lo interesante de este tipo de líneas de trabajo es que pueden ser vistas como la consecuencia de la especial preocupación de Maggiolo, visualizada en la mayoría de sus escritos: ligar la actividad universitaria al papel central de la investigación científica.

Maggiolo considera que un factor necesario ante el propósito de lograr la independencia económica de las naciones reside en su capacidad autónoma para desarrollar las técnicas más adecuadas en la explotación de los recursos naturales. En este sentido, entiende imprescindible crear nuevas tecnologías mediante un proceso en el que intervenga la investigación científica pura y la investigación científica aplicada, asegurando de estas dos actividades que “están comprendidas cabalmente dentro de la actividad universitaria, la primera como una función propia de la Universidad, íntimamente ligada al proceso educacional superior; la segunda como uno de los aspectos extensionistas que podemos agrupar dentro de la Asistencia Técnica”. El subprograma Asistencia Técnica es el encargado de establecer acciones que permitan orientar la actividad científica pura mediante la investigación aplicada. Este tipo de acciones son las que cumplen con la definición general de la actividad extensionista que Maggiolo llama a no descuidar, y las que, en sus palabras “[...] llevan a la Universidad la conciencia de las necesidades de la sociedad en la que ella se desarrolla, haciendo que la enseñanza sea más viva y la investigación se centre alrededor de los problemas más necesarios al medio”.

La extensión universitaria logra, de esta forma, generar un anclaje con la investigación y la enseñanza, no siempre fácil pero fundamental, mediante el par conceptual investigación científica básica–investigación científica aplicada. Creemos que este es uno de los aspectos de la propuesta presente en el Plan de Reestructura que merece ser considerado, debido a la visión complementaria presentada en relación a la mantenida por entonces. Pasados los años y ambos conceptos mencionados ya dejados algo de lado, el problema del medio en el que se desarrollan las actividades de extensión es el que ha generado posiciones contrapuestas en las que no se han economizado debates.

En relación a este tema, el CDC aprobó en general en 2009 (2) la propuesta en la que se afirma que, a pesar de las diversas actividades de extensión y en el medio llevadas adelante, “todas sus formas ofrecen en mayor o menor grado oportunidades para cultivar lo que es la idea definitoria de la extensión: la búsqueda de una colaboración entre actores universitarios y otros actores, en un pie de igualdad, dialogando y combinando sus respectivos saberes al servicio de objetivos socialmente valiosos, con prioridad en los problemas de los sectores más postergados”. En forma crítica a este principio, uno de los ejes programáticos del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio (SCEAM) aprobados en 20153 hace referencia general a “los sectores más postergados” y propone una perspectiva extensionista basada en los derechos humanos. Allí se afirma que las alusiones de documentos anteriores a sectores caracterizados de esa forma remite a una “noción intuitivamente compartible [...] pero presenta la debilidad de no configurar una categoría precisa y definida”. Sobre esta categoría, el texto plantea, entre otras preguntas: “¿Cuáles son los sectores más postergados de la sociedad? ¿Los que venden su fuerza de trabajo para generar plusvalía de la que se apropian los propietarios de los medios de producción? ¿Los que lograron la menor recuperación salarial? ¿Los marginados?”.

La variedad de argumentos en torno a los fundamentos de la extensión universitaria, en los que se incluyen las polémicas recientes y la visión alternativa en muchos puntos plasmada por Maggiolo en el Plan de Reestructura, hacen de la conmemoración de los 50 años de la presentación del documento un momento propicio para la discusión del alcance de esta función universitaria.

  1. Plan de Reestructuración de la Universidad presentado por el Rector de la Universidad Óscar J. Maggiolo; Dist. 396/67; julio de 1967.
  2. “Para la renovación de la Enseñanza y la Curricularización de la Extensión y las Actividades en el medio”. Aprobado en general por el CDC el 27/10/2009.
  3. “Documento para estimular el debate sobre la extensión en la Udelar”. El 29/9/2015 el CDC aprobó en general de documento y en particular los ejes programáticos propuestos.

Fundamente su respuesta | “¿Qué es la extensión universitaria?” es el título de la mesa que coordinará el autor de la columna el miércoles 23 a las 19.00 en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Udelar. Intentarán responder la pregunta disparadora tres ponentes: Hugo Rodríguez, prorrector de Extensión y Actividades en el Medio hasta abril de este año: Jorge Bralich, docente e investigador en historia de la educación, y Mariana Mendy, actual coordinadora de la Unidad Académica del SCEAM.