El protagonismo que adquirió Gonzalo Mujica tras su alejamiento del Frente Amplio (FA) fue opacado ayer por el papel que desempeñó el diputado colorado Fernando Amado en la votación de la Rendición de Cuentas. Ambos terminaron apoyando el proyecto en su discusión general, que terminó logrando 51 adhesiones, lo que permitió que a partir de hoy comience la discusión en particular. Una conferencia de prensa de la bancada colorada en pleno dejó de manifiesto la molestia ya latente del partido con el acercamiento de Amado al FA. Algunos dirigentes sugirieron la posibilidad de llevar el caso de Amado al Tribunal de Ética del Partido Colorado (PC).

La reunión de Amado con el presidente Tabaré Vázquez en la residencia de Suárez y Reyes terminó de sellar un acuerdo que el legislador colorado tejió con sus pares frenteamplistas, en particular con el diputado del Movimiento de Participación Popular Alejandro Sánchez. Ayer, Sánchez destacó especialmente la voluntad de Amado de “construir acuerdos”, “sin perder su identidad partidaria y manteniendo las diferencias”.

Amado aclaró en sala que su voto en general no implica “estar de acuerdo con todo el contenido” del proyecto. “Hay cosas que voy a votar con la bancada de gobierno, hay cosas que voy a votar con la oposición”, señaló. Aclaró que no votará a favor de los artículos que incrementan la tasa consular y quitan exoneraciones a los juegos de azar, porque “van a terminar recayendo en el ciudadano común”. Apuntó que, en cambio, está dispuesto a analizar un impuesto a la herencia y un incremento del impuesto al patrimonio.

Amado destacó que el acuerdo que logró con el oficialismo es “muy positivo para el país”, porque muchas veces la ciudadanía está “cansada” de los políticos, y “el diálogo tendido, abierto, sincero, ayuda a mejorar el sistema político y a hacerlo más eficaz”. Aseguró que “entiende” la “indignación” de la oposición con el gobierno por varios errores, entre los que mencionó la “fiesta descontrolada del despilfarro” que llevó al actual déficit fiscal. “Ahora, esta indignación general, que tiene fundamentos sólidos, no nos puede hacer caer en la fácil”, afirmó. Puso énfasis en la necesidad de un “nuevo relacionamiento entre partidos”. “No estaré en el juego de la polarización, allí no me encontrarán; es muy malo para la sociedad y para la política”, insistió.

Amado se refirió a los que consideran que con sus posicionamientos busca obtener “un rápido rédito político”, tener un cargo o “acomodarse” en el FA. “El tiempo les demostrará que soy colorado y batllista, y que me quedaré hasta el final defendiendo la bandera de la libertad y de la justicia social, para que el batllismo vuelva a ser una fuerza progresista”, sentenció.

A cambio de su voto favorable a la Rendición de Cuentas y de su apoyo al artículo 15 del proyecto (que en este caso fue decisivo, porque el FA no alcanzaba la mayoría), el oficialismo concedió a Amado algunos de sus pedidos. Se acordó establecer compensaciones salariales a los directores de las escuelas y de UTU, otorgar cinco millones de dólares a la Universidad Tecnológica, regularizar la situación de dos tercios de los aproximadamente 1.000 auxiliares de servicio de primaria y disponer de recursos para realizar un censo en secundaria. También se acordó redireccionar recursos del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional para destinarlos a la formación de jóvenes en nuevas tecnologías, disponer dinero adicional para los programas de dependencia severa del Sistema Nacional de Cuidados y destinar 30 millones de pesos a la creación de una unidad que coordine la atención a víctimas de delitos. Asimismo, se acordó otorgar apoyo económico a la Federación Uruguaya del Teatro Independiente y al Centro de Rehabilitación de Maldonado.

Según explicó Sánchez a la diaria, el dinero para cubrir estas necesidades saldrá de las partidas subejecutadas de varios ministerios y de la propia Administración Nacional de Educación Pública. Se prevé destinarle a la educación aproximadamente 400 millones de pesos adicionales a lo previsto por el Ejecutivo.

Además de que Amado diera su voto para la aprobación en general de la Rendición de Cuentas, a los colorados les molestó especialmente el acuerdo del diputado colorado con Vázquez para aprobar, con modificaciones, el artículo 15, que condiciona el pago de sentencias judiciales por el Estado a que no exista afectación de los servicios a su cargo. El cambio acordado consiste en puntualizar que no se habilitará al Estado a no pagar en caso de “razones humanitarias o análogas”.

Durante la discusión de ayer en el Parlamento, el diputado colorado Germán Cardoso cuestionó que el artículo 15 es “el fin del Estado de derecho”. “Esta disposición tiene nombre y apellido, busca afectar de manera directa a los funcionarios del Poder Judicial”, sentenció. Aseguró que el artículo “va contra el republicanismo y las más firmes convicciones democráticas que consagran la separación de poderes”. En el informe del PC sobre la Rendición de Cuentas se señala que el artículo 15 habilita a “dilatar el pago de las sentencias judiciales” a “antojo y voluntad” del Poder Ejecutivo, además de darle la posibilidad de “utilizar la posibilidad de manejar los tiempos de pago como una herramienta para negociar o presionar a los acreedores”.

Cuatro visiones

Cada partido hizo su propio informe para presentar al Plenario, y el ex diputado frenteamplista Gonzalo Mujica firmó el informe del diputado del Partido Independiente Iván Posada.

Todos los partidos de la oposición cuestionaron el nivel de endeudamiento del país, que se incrementó en diez puntos porcentuales en los últimos dos años. Todos señalaron también el elevado déficit fiscal, pese a que la economía ha seguido creciendo. Todos advirtieron sobre las cifras de desempleo y todos cuestionaron la gestión del gobierno en áreas como la educación y el manejo de las empresas públicas.

“El Partido Nacional [PN] afirma con absoluta convicción que el gobierno desarrolla un fuerte ajuste fiscal desde inicios del año 2015, ya sea a través del incremento explícito de impuestos y tarifas públicas, ya sea a través de decisiones administrativas”, sostuvo el PN en su informe.

El PC evaluó en su informe que, “atendiendo a los problemas de competitividad del sector exportador”, no debería “gastarse el incremento de la recaudación que derivará del mayor nivel de actividad, sino destinarse a mejorar el resultado fiscal y a abaratar los costos de producción, léase tarifas”. También afirmó que el FA “vuelve a incumplir su promesa electoral y sigue planteando el establecimiento de nuevos impuestos y el incremento de otros ya existentes, continuando con el aumento de la presión fiscal”.

Cardoso remarcó en sala que el déficit fiscal es “insostenible” y opinó que la proyección del resultado fiscal realizada por el Ejecutivo es “muy optimista y no se va a poder cumplir”. Además, consideró que el Poder Ejecutivo “debilita el accionar de los organismos de contralor” al no asignarles presupuesto adicional, en un contexto regional de “corrupción” del que “no escapa” Uruguay.

La oposición también cuestionó los aumentos impositivos propuestos por el Ejecutivo. El diputado nacionalista Jorge Gandini sostuvo que la aplicación del Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas a los premios de los juegos de azar no se aplica a las empresas sino a los jugadores y, por lo tanto, es un “impuesto a la suerte”. Cardoso opinó que el aumento de la tasa consular es una medida “contradictoria con el concepto de economía” que tiene el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y aseguró que repercutirá en los precios de los bienes importados.

Posada y Mujica se centraron en cuestionar el endeudamiento, el déficit fiscal y la pérdida de competitividad de la economía. El diputado Daniel Peña, del Partido de la Gente, explicó que votaría en contra de la Rendición de Cuentas porque “aumenta gastos y porque aumenta impuestos”, y porque su partido considera que el camino no es este, sino la mejora de la gestión, “que al día de hoy es muy mala”.

Eduardo Rubio, de Unidad Popular, dijo que votaría en contra porque el proyecto es “la continuidad de un modelo económico impuesto por este gobierno”, “de carácter estrictamente neoliberal con matices sociales”. Afirmó que es un modelo que “consolida los privilegios del sistema financiero y del gran capital, y que posterga una vez más las imprescindibles inversiones en vivienda, salud, educación e infraestructura”. Criticó que no se “toque” la ley de inversiones, ni la de zonas francas, ni las “exoneraciones vergonzosas a las multinacionales”.

Hubo otros cuestionamientos que apuntaron al aumento de los funcionarios públicos –2.252 nuevos vínculos entre 2015 y 2016–, a la falta de inversión en infraestructura y al aumento de los recursos destinados a la Administración de los Servicios de Salud del Estado –de 176% en términos reales entre 2004 y 2016–, que no fue acompañado, a juicio del PN, por una “mejora sustancial en la prestación de los servicios de salud”.

En cambio, el FA destacó en su informe que el país está creciendo por decimoquinto año consecutivo, “un hecho inédito en la historia económica” de Uruguay. “En el medio de una situación política y económica regional harto difícil, con nuestros socios del Mercosur inmersos en problemas profundos, con retracción económica, con una situación global complicada e incierta, nuestra economía sigue creciendo a un ritmo que no se esperaba”, indica el documento suscrito por los legisladores oficialistas. “Hemos logrado crecer y distribuir manteniendo un país estable, que termina siendo una isla de estabilidad política y económica”, destaca el informe de la bancada de la fuerza política de gobierno.

El diputado frenteamplista Alfredo Asti (Asamblea Uruguay) dijo en sala que la oposición se “rasga las vestiduras” con el endeudamiento, cuando se utilizó para “pagar parte de la deuda social que tenía el país”. Afirmó que 81% del gasto público es gasto público social, y aseguró que esto es lo que la oposición “quiere recortar”.

Finalmente, sobre las diez de la noche y tras 12 horas de discusión, se aprobó en general la Rendición de Cuentas. Hoy continúa la discusión en particular del articulado.