El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, anunció una estrategia para reforzar la seguridad en escuelas y liceos que incluye el entrenamiento en el uso de armas para algunos profesores y la mejora del sistema de revisión de antecedentes penales. Sin embargo, no establece el aumento de la edad mínima para la compra de ciertas armas, una promesa que el propio mandatario había hecho días atrás. Para la oposición, se trata de un plan tibio que muestra la presión que todavía ejercen sobre Trump la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por su sigla en inglés) y otras organizaciones.

La Casa Blanca finalmente dio una respuesta a las decenas de solicitudes que le llegaron en las últimas semanas para aumentar el control de armas, un debate que parece no terminar nunca en el país. La administración Trump presentó el domingo los pilares del plan diseñado para mejorar la seguridad en los centros educativos, casi un mes después del ataque en un liceo de Florida que dejó 17 muertos.

La propuesta apuesta por facilitar un “riguroso entrenamiento de armas” a aquellos profesores que estén “especialmente capacitados” y que se ofrezcan de manera voluntaria, explicó el gobierno. Si bien las autoridades explicaron que el entrenamiento será coordinado por el Departamento de Justicia, no especificaron cómo será financiado. Trump había sugerido armar a un porcentaje de docentes durante el encuentro que mantuvo en la Casa Blanca con familiares y sobrevivientes de varias masacres en centros educativos, después de que el padre de una estudiante asesinada lanzara la propuesta. La Asociación Nacional de Educación, el sindicato de profesores más grande de Estados Unidos, ya manifestó su rechazo a la medida.

Con el plan anunciado, el gobierno también aprobó formalmente un proyecto de ley para endurecer la revisión de antecedentes a la hora de adquirir un arma, uno de los vacíos del sistema que hace posible que personas “no aptas” puedan comprarlas. Este proyecto fue presentado la semana pasada por los senadores John Cornyn, republicano, y Chris Murphy, demócrata.

A pesar de todo, la estrategia no incorpora el aumento de la edad mínima de 18 a 21 años para comprar determinados tipos de armas, una idea que Trump apoyó poco después de la masacre en Florida y que cuenta con el rotundo rechazo de la NRA. En cambio, el gobierno optó por la creación de una Comisión Federal de Seguridad Escolar que estará presidida por la secretaria de Educación, Betsy DeVos, y que, entre otras cosas, se dedicará a estudiar el asunto de la edad mínima.

En una conferencia de prensa telefónica, DeVos dijo ayer que el plan del gobierno implica “acciones significativas, pasos que se pueden dar ya mismo para ayudar a proteger a los estudiantes”. A la vez, calificó la estrategia de “pragmática” y aseguró que aumentará la seguridad en los centros educativos. La nueva comisión también evaluará el consumo de productos de entretenimiento que promuevan la violencia y confeccionará campañas que ayuden a evitar tiroteos en las escuelas, los liceos y las universidades. También ampliará los programas de atención a la salud mental.

Tanto las organizaciones estudiantiles y docentes como los líderes demócratas afirmaron que la estrategia de Trump evita decisiones importantes para la restricción del uso de armas y se reduce a una serie de recomendaciones. “La Casa Blanca ha dado pasitos de bebé encaminados a no irritar a la NRA, cuando la epidemia de armas de este país requiere pasos de gigante”, afirmó ayer el jefe de la bancada demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

Aun así, el presidente estadounidense defendió su plan y aclaró que si la iniciativa para aumentar la edad de compra no prosperó fue por falta de “apoyo político”. En Twitter, escribió: “Aquí estamos mirando los casos en tribunales antes de actuar. Los estados están tomando decisiones. Las cosas van más rápido, pero no hay mucho apoyo político (por decirlo suavemente)”. En un segundo tuit, directamente defendió la propuesta de que los docentes tengan armas en los salones de clase. “Si los colegios son obligados a ser zonas libres de armas, la violencia y el peligro están invitados a entrar. Casi todos los tiroteos escolares ocurren en zonas libres de armas. ¡Los cobardes sólo acuden a donde donde no hay disuasión!”, escribió. Sobre las críticas por su cercanía a la NRA, no dijo nada.