Casi seis horas duró la sesión de la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados ayer, cuando recibió a los integrantes del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública y a los directores generales de los consejos desconcentrados. La diputada nacionalista Graciela Bianchi los había convocado en febrero, cuando todavía no había vuelto a funcionar el Parlamento después del receso, por lo que los temas de consulta se fueron acumulando: ayer fueron nueve. Entre otros, se preguntó a las autoridades por el conflicto que mantienen estudiantes, docentes y funcionarios de la Escuela Figari, por el déficit generado en 2016 en el Consejo de Educación Secundaria y las medidas de reasignación presupuestal, por el inicio de los cursos en secundaria y por los avances del marco curricular de referencia nacional.

Uno de los puntos sobre los que consultó Bianchi fue el acuerdo del gobierno nacional con UPM, por el área educativa: “UPM nos podría llegar a imponer en la educación técnica”, manifestó la diputada. En la sesión, las autoridades explicaron que tienen una “política aperturista con centros educativos de otros países, pero que de ninguna manera iban a dejar que avanzaran sobre la soberanía y las decisiones en materia educativa”, explicó Bianchi, que afirmó que el Codicen “se comprometió a que no se va a firmar nada si no se pone en conocimiento del Parlamento”. “No se puede aceptar que una potencia determine nuestro sistema educativo, eso no quiere decir que te aisles del mundo, pero tampoco que decidan qué profesores van a tener los trabajadores ni qué programas”, afirmó.

El diputado frenteamplista Sebastián Sabini planteó la “necesidad de que el sistema educativo tenga en cuenta el mundo del trabajo”, ya que “hay gente que tiene que prepararse para el mundo del trabajo”. “Este tipo de inversiones van a requerir ciertas formaciones específicas, y si bien es horrible que alguien estudie una carrera y después no tenga salida laboral, también es horrible que haya demanda de gente capacitada y que el sistema educativo no de respuesta a eso. En ese marco se da este acuerdo”, afirmó, y resumió que a su entender la cuestión está entre “que la inversión genere puestos de trabajo calificados o puestos basura”. Bianchi remarcó que la oposición no está representada en el Codicen, e incluso el representante social en el Codicen, Robert Silva, afirmó en la sesión que no estaba al tanto de las negociaciones previas, y que se enteró del tema por la prensa, aunque, agregó la diputada, “según Netto él estaba enterado”. “Queríamos que quedara claro que no se iba a afectar de ninguna manera la soberanía del país y que nosotros estábamos de acuerdo con las inversiones extranjeras, siempre que fuera con soberanía”, añadió.