Las denuncias de acoso y cómo procesarlas a nivel institucional volvieron a ser un tema del Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar), a raíz de una propuesta del rector, Rodrigo Arim, para habilitar un mecanismo adicional al actual que permita radicar denuncias que sean tratadas sólo por un equipo técnico, y no por la comisión colegiada que actúa actualmente.

En marzo, después de recibir un informe de la Comisión Central de Prevención y Actuación ante el Acoso y la Discriminación de la institución, que detallaba las debilidades de su funcionamiento, el CDC encomendó que se discutiera un nuevo diseño institucional para la prevención y actuación ante el acoso, que incluya la revisión del actual protocolo. Entre otras cosas, el informe mencionaba que durante el anterior período no se había logrado cubrir las vacantes generadas en el equipo técnico, y que de las 116 denuncias que la comisión había recibido desde 2013, había logrado cerrar el tratamiento de 23 (20%), 53 (46%) estaban en trámite y sobre 40 denuncias (el 34% del total) todavía no se había podido actuar. Uno de los puntos señalados fue que, por la falta de técnicos, la comisión, que está integrada por referentes de distintas áreas, órdenes y gremios que integran la Udelar, no podía procesar adecuadamente las denuncias.

Después de esa resolución, el rector y la comisión comenzaron el trabajo de revisión del protocolo, a la vez que se instaló el equipo técnico, integrado por tres psicólogos. De forma transitoria, Arim propuso en la sesión del CDC del martes habilitar un mecanismo de recepción de denuncias alternativo, para que sea el equipo técnico el que las reciba y procese. “Producto de que la universidad discutió la problemática en marzo, de que aparecieron situaciones puntuales que fueron comentadas públicamente y la Udelar las trató en su CDC, se abrió este espacio y aparecieron algunas denuncias que fueron directamente a rectorado”, explicó Arim, y planteó que en estos casos los denunciantes, por distintas razones, prefieren no hacer la denuncia en la comisión colegiada, para preservar su privacidad.

En diálogo con la diaria, Arim contó que en los últimos meses recibió cinco o seis denuncias personalmente y muchos de los denunciantes le plantearon que “órganos colectivos no deberían ser el lugar para procesar estas cuestiones. La comisión de acoso tiene una composición tal en donde necesariamente todas las denuncias pasan por el conocimiento público de distintos actores, que a la vez referencian a distintos colectivos”, añadió, ya que son casi una decena de personas las que integran el organismo. “En algunos casos eso puede ser una garantía, y en otros casos puede ser un límite para hacer una denuncia”, consideró.

La propuesta consiste en fortalecer al equipo técnico, ampliando las horas y los perfiles profesionales de quiénes lo integran; habilitarlo a recepcionar denuncias y procesarlas asegurando la confidencialidad del denunciante; habilitarlo a asesorar a los diferentes servicios universitarios y a hacerles recomendaciones técnicas; y generar un mecanismo de comunicación con el equipo técnico por medio de la página web.

Negociación colectiva

El martes, en el CDC, el orden docente consideró buena la propuesta, porque implica que intervenga el “equipo técnico profesional en el tratamiento de las personas” y la comisión “continúe trabajando los aspectos políticos, las posturas de la Udelar y las propuestas de prevención”, opinó Susana Rostagnol. El orden estudiantil todavía no tomó postura y en la sesión planteó algunas dudas, mientras que el orden de egresados manifestó acuerdo en general pero pidió que se establezca un plazo para definir el rediseño definitivo. Sin embargo, Alcides Garbarini, secretario general de la Agremiación Federal de Funcionarios de la Universidad de la República (AFFUR), pidió la palabra y explicó los motivos por los que los funcionarios rechazan la propuesta del rector. Consideró que la propuesta, en los hechos, “le da al equipo técnico todas las potestades que antes tenía la comisión”, por lo que se la “desplaza de su rol político”, y dijo que este equipo técnico “va a ser el único espacio para trabajar esto, y eso nos parece inadecuado, entre otras cosas porque el acoso es el ejercicio inadecuado del poder, y los gremios somos un contrapeso sustancial al ejercicio abusivo de poder”. Además, consideró que el tema debe conversarse en ámbitos de negociación colectiva.

Tras la intervención del representante de AFFUR, el orden docente, la decana de Facultad de Derecho, Cristina Mangarelli, y el propio Arim respondieron que la propuesta no desplaza el rol de la comisión. En diálogo con la diaria el rector informó que el tema estará sobre la mesa en un ámbito de negociación colectiva que se reúne este jueves, y aseguró que ni ahora ni de cara al rediseño definitivo se imagina eliminar la comisión, sino que el rol “debería ser mucho más político e institucional, de prevención y diseño, y dar garantías a las personas de que sus temas sean tratados de forma adecuada”.

Arim consideró que esta discusión “es una agenda abierta a nivel internacional” y que tanto en otras universidades latinoamericanas como de países desarrollados el tratamiento del acoso “se está institucionalizando, hay mecanismos distintos para procesar denuncias que aseguran la privacidad de ambas partes, hay estudios de prevalencia de los problemas de acoso. Yo creo que hay que avanzar en esa dirección”, dijo, ya que a su entender, “la Universidad ha estado ausente y prescindente en estos temas”.