Gran parte del movimiento sindical está embarcado en estos días en el análisis del anteproyecto de ley de urgente consideración (LUC) que propuso el presidente electo, Luis Lacalle Pou, y que están discutiendo los partidos socios de la coalición. Pero a la par del análisis del documento, que con unanimidad genera preocupación, los sindicatos que nuclean a los trabajadores de la educación comienzan a analizar la estrategia y la táctica a adoptar frente a este anteproyecto. Si bien la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza de Uruguay (CSEU) va a discutir el tema el próximo lunes, varios gremios vienen analizando el tema.

Por ejemplo, la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de la Educación (FUM-TEP) resolvió pedir reuniones a los partidos políticos de la coalición, y el primero en contestarles fue Cabildo Abierto. El martes se reunieron con Guido Manini Ríos y le plantearon su preocupación por el contenido en materia de educación que incluye la LUC, en particular, que se utilice el mecanismo de la ley de urgente consideración “para hacer reformas en la educación”. “Lo que más nos preocupa es la forma”, afirmó Gabriela Arbeleche, dirigente de FUM-TEP en Radio Uruguay. “Se trata en 90 días dentro de otra cantidad de artículos”, afirmó la dirigente de Magisterio, que reivindicó que “tiene que haber una mayor participación de otros actores” en la discusión de los contenidos. Según contó Arbeleche, Manini Ríos estuvo de acuerdo “en que el tema educativo no debería estar en la LUC”, y les respondió que le plantearía a Lacalle Pou quitar ese capítulo del anteproyecto.

La Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) emprendió otro camino. José Olivera, el presidente de la Federación, opinó que es “creer en los Reyes Magos” pensar que se podrán eliminar los artículos del anteproyecto vinculados a educación: “es inconcebible, dado que el gran artífice de todo esto es Pablo da Silveira. Pero suponiendo que ese sea el escenario, cosa que yo dudo, ¿que lo saquen y lo discutamos dentro de un mes cambia sustantivamente el problema? Creo que es parte del problema de no considerar esto de forma global; ver el árbol y no el bosque”, afirmó Olivera en diálogo con la diaria. Al dirigente le preocupa que “se fragmente la discusión”, porque asegura que es necesario “tener una mirada integral” sobre todos los contenidos de la ley.

“Es muy fácil decretar una medida como un paro, pero el problema es que lo hagan miles, no un grupito. Porque, en estos escenarios, un error táctico te compromete la estrategia”. José Olivera

Sobre la posibilidad de pedir reuniones a las autoridades designadas, como el futuro ministro de Educación y Cultura, Da Silveira, el dirigente dijo que si el gobierno electo los convoca, irán. “Nunca vamos a cerrar la posibilidad del diálogo, pero no es lo que está planteado hoy”, afirmó Olivera, que aseguró que fue el futuro gobierno el que determinó “el marco del diálogo, y a nosotros nos excluyeron. Quizás cuando terminen de ponerse de acuerdo nos convoquen, y ahí responderemos, pero hoy fue el propio gobierno electo el que rompió el diálogo”. Cuestionó, además, si “es posible un diálogo con un gobierno que manda una ley que estipula condiciones de trabajo y no negoció directamente con nosotros, como dice la ley de negociación colectiva”. Para el dirigente, que además es coordinador de la CSEU, “negociación por negociación no hay”. “No es el dialogo por el dialogo en sí mismo; tiene que tener un resultado concreto”, añadió.

Para Olivera la clave en la estrategia que debe delinear el movimiento sindical debe ser “informar e intercambiar con la gente”, lo que implicará campañas masivas de difusión, contactos en manifestaciones culturales y deportivas, y recorrer el país haciendo “asambleas en fábricas, centros educativos, cooperativas, zonas rurales”, emprendiendo “una tarea política pedagógica, que es convencer a miles”. El dirigente recuerda que en las fuertes movilizaciones populares que se han dado en los últimos tiempos en Chile, Argentina o Brasil “los sindicatos de la educación tienen un rol preponderante, pero es con miles en la calle: no creo en el realismo mágico; el mejor programa escrito en un papel no transforma la realidad”. Actualmente se está en la etapa de análisis de los contenidos de la LUC, que en materia educativa el dirigente considera implicaría “volver 100 años atrás”, y luego Fenapes emitirá una declaración pública. El lunes la CSEU se reunirá para analizar las distintas posturas.

En Fenapes, aclaró Olivera, no hubo hasta el momento planteos de movilizaciones; una asamblea de delegados resolverá la línea de acción el 27 de febrero. “Es muy fácil decretar una medida como un paro, pero el problema es que lo hagan miles, no un grupito. Porque, en estos escenarios, un error táctico te compromete la estrategia; eso hay que tenerlo muy claro”, aseguró.