En un acto atípico, con poca gente y separada entre sí y con transmisión en streaming por Youtube y Facebook, este jueves asumió Robert Silva como nuevo presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), después de que su venia fuera aprobada por unanimidad en el Senado.

En la mesa del acto, Silva, Wilson Netto, hasta este jueves presidente del Codicen, y Pablo da Silveira, ministro de Educación y Cultura, también mantenían la distancia entre sí, y evitaron abrazarse o saludarse, en función de la emergencia sanitaria. El primero en hablar fue Netto, que dijo que durante su período al frente de ANEP, desde 2012, respetó tres dimensiones: “La técnica, imprescindible, la participativa, también imprescindible, y la dimensión política”. Además de entregarle a Silva publicaciones con las memorias del período, le resaltó en particular la política de seguimiento y protección de trayectorias educativas, que, dijo, “abre un nuevo capítulo de generación de políticas públicas que deben tener un abordaje interinstitucional y un anclaje de orden territorial”.

Sobre Robert Silva, Netto dijo que es “un hombre de la casa, conocedor del sistema”, y le aseguró que, a partir de ahora, “no nos va a encontrar en el triste e irresponsable grupo de las personas que se sostienen desde la descalificación y la soberbia”. Al despedirse, Netto agradeció a los docentes y funcionarios de ANEP, en particular a quienes, en el marco de la emergencia sanitaria, se están encargando de la distribución de alimentos en las escuelas.

Líneas de trabajo

Silva, abogado y docente de Derecho en la UTU, recordó que fue elegido en 2015 por los docentes para integrar el Codicen: “Continúo representando a los docentes y ahora tengo el inmenso honor de representar a toda la ciudadanía”. Asumió reconociendo el “momento difícil” a nivel nacional y mundial: aseguró que “las cosas no serán iguales a partir de ahora”, y que la educación “va a ser caja de resonancia de estas circunstancias que nos afectan”.

Reivindicó que la educación es un derecho, pero apuntó que “tenemos que redefinir qué entendemos por el derecho a la educación. Saber qué es lo que tienen que aprender los estudiantes, para qué y cómo”, y dijo que hay que pensar en el derecho a la educación “cuando la equidad o inclusión no se da, cuando tantos de nuestros jóvenes repiten o abandonan el sistema educativo”. “Tenemos que cambiar muchos formatos educativos, y los docentes lo sabemos, porque muchos formatos responden a realidades de muchas décadas atrás”, afirmó.

Silva presentó sus tres líneas de trabajo del quinquenio. En primer lugar, la “efectiva centralidad del estudiante”. “Nosotros no llegamos, y Wilson lo sabe, con ánimos fundacionales, creemos que tenemos una ventaja en eso: sabemos que se han hecho cosas bien, que hay muchas cosas que hay que mejorar y otras tantas que hay que hacer”, dijo, y en referencia al planteo previo de Netto, aseguró que se va a continuar con el Sistema de Proyección de Trayectorias Educativas y se trabajará en la extensión del tiempo pedagógico, “con la política curricular como abanderada de la transformación y del cambio”.

En segundo lugar afirmó que trabajará por una política nacional docente, porque, afirmó, “los docentes somos la pieza fundamental de un sistema educativo”. Aseguró que tiene la “firme voluntad” de establecer cambios en la carrera profesional para “que se premie la evaluación, el desempeño, las condiciones de excelencia y profesionalidad con la que la mayoría de los docentes trabajan en Uruguay”, y añadió que trabajará “por una formación de rango universitario para maestros, profesores, educadores del Uruguay. Créanme que queda bastante camino por andar”.

En tercer lugar, se refirió al fortalecimiento de la institucionalidad. Reafirmó que se buscará profundizar la descentralización: “Hay que empoderar a las comunidades, hay que romper ese estigma de que flexibilización es sinónimo de facilismo”, dijo, y agregó que se buscará “la optimización de los recursos que toda la sociedad invierte en la educación”.

Aseguró que el gran cambio de las últimas décadas es el surgimiento de la “ciudadanía digital”, y afirmó que las tecnologías “en que la sociedad ha invertido hoy serán utilizadas en mayor medida; nunca pensando, jamás, en que se va a sustituir la figura del docente, pero sí que se van a generar nuevas oportunidades”.

Da Silveira aseguró que es “un lujo” que Silva sea presidente del Codicen, y valoró que los tres integrantes de la mesa “públicamente identificados con tres partidos políticos diferentes, que tienen en común un compromiso muy fuerte por la enseñanza” estuvieran “asegurando la continuidad de las instituciones”, pese a las circunstancias de emergencia que vive el país.