Los medios de comunicación se volvieron una herramienta fundamental para el desarrollo de las actividades educativas en tiempos de distanciamiento social. Mientras la mayoría de los niños sigue sin clases presenciales, los docentes deben encontrar distintas estrategias para continuar con sus objetivos de aprendizaje. El Plan Nacional de Lectura (PNL) decidió aliarse con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para grabar y emitir por televisión la lectura de seis cuentos infantiles, para que luego los maestros puedan trabajarlos con una guía particular en sus clases a distancia.

El Programa de Lectura y Escritura (Prolee) de la ANEP decidió liberar el libro guía de Mochiteca, que hasta ahora era un programa de los maestros comunitarios del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP). Cada maestro comunitario tiene una colección de 20 libros de literatura infantil y una guía de actividades de lectura y escritura en entornos familiares y comunitarios, para trabajar con seis libros de esa colección. La idea ahora es que todos los docentes puedan descargar y utilizar esa guía; como no todos los maestros tienen esos ejemplares de literatura infantil, el PNL sumó la grabación y transmisión de la lectura de los libros.

Según detalló María Noel Guidali, coordinadora de Prolee, la grabación se hará en el canal 4 de Paysandú, que es la señal por donde se transmitirán las grabaciones; luego quedará disponible un enlace que será distribuido entre los maestros para que puedan compartirlo con sus estudiantes. Guidali enfatizó que es una oportunidad limitada, ya que al ser libros protegidos por derecho de autor sólo estarán disponibles mientras dure la campaña #QuedateEnCasa.

Guidali explicó a la diaria que el libro guía se trata de una selección de textos y actividades para “trabajar el conocimiento del lenguaje escrito: hay propuestas relacionadas con el conocimiento del sistema de escritura, con la producción de textos, con la comprensión, con la ampliación del léxico”. Según comentó, esta guía puede “servir como un conjunto interesante de situaciones de enseñanza que se pueden adaptar a los libros que los maestros elijan usar, en el orden que ellos consideren pertinente para que los chiquilines sigan avanzando en su proceso de aprendizaje”.

Asimismo, Prolee hizo una selección de cuentos cortos y largos y de novelas que están en la Biblioteca País de Plan Ceibal o que los niños tienen en sus propias tablets para promover la lectura, sin necesidad de tener conexión a internet. “Después habrá tiempo para generar situaciones que enseñen cómo funciona el sistema de la lengua, pero el gran paraguas que permite comprender los textos y ser buen productor es haber leído mucho. Por lo tanto, ahora la propuesta número uno es acceder a una gran biblioteca”, afirmó la docente.

Volver al origen

Guidali aclaró que “las actividades por sí mismas no enseñan a leer, lo más importante es que haya un momento frecuente dedicado a la lectura de ese cuento, y si el niño puede revisitar la lectura, mucho mejor. Las actividades de lectura del cuento planteadas de manera aislada no modifican la relación que tiene el niño con el lenguaje escrito, que en definitiva es lo que buscamos”.

La docente de Prolee insiste en que la lectura es una práctica cultural, “es decir que leer y escribir excede lo que se pueda hacer en la escuela”, puntualizó. “Los maestros hacen muchísimas intervenciones y están creando en este momento un conjunto de situaciones que apelan a otros lenguajes y hacen mucho más significativa para el niño la experiencia de leer y de escribir, pero no es una tarea que le compete únicamente al maestro. Estamos viendo también que en muchos hogares –ojalá fuera en todos- se producen actos de escritura y lectura que la propia familia lleva adelante, porque ahora hay un tiempo compartido más grande”, agregó.

Para Guidali “se trata de volver al origen. Leer y escribir primero se hizo en los hogares y después se masificó en las escuelas; esta situación hace que la práctica vuelva a instalarse en el lugar que ya tuvo y del que nunca se fue, en muchos hogares”. La maestra explicó que los niños aprenden imitando y le dan sentido a las prácticas que ven hacer con frecuencia en sus casas, por lo que, a su entender, “las familias colaboran muchísimo si le dan un valor a la escritura y lectura, si los adultos o referentes se ponen a leer y escribir ellos mismos. Es bueno que entre todas las cosas que hacemos en este día a día también los niños puedan ver leer y escribir y puedan compartir esos momentos”.