(Hoy es 23 de octubre. Faltan cuatro días para las elecciones nacionales)

Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.

La jornada de ayer, a un par de días del comienzo de la veda, estuvo dominada por noticias que tuvieron que ver con las elecciones de este domingo, pero no directamente con la votación a partidos o candidatos. Entre ellas, se destacó la masiva marcha realizada en Montevideo contra el proyecto de reforma constitucional que impulsa Jorge Larrañaga.

Una de las incógnitas que las encuestas no ayudan a resolver es qué ocurrirá con esta iniciativa. En varios sondeos han sido mayoría las personas que se declararon dispuestas a incluir en su voto la papeleta por el Sí, pero a este dato es preciso añadirle tres más: el apoyo viene en descenso; ningún candidato a la presidencia de la República ha hecho campaña por el proyecto; y, por último pero no con menor importancia, la experiencia indica que la proporción de quienes manifiestan su intención de votar suele ser mayor que la de quienes finalmente lo hacen (sobre todo cuando, como en este caso, los sobres con hojas de votación repartidos de antemano por muchos sectores no incluyen la del Sí).

Otra noticia vinculada con las elecciones, pero no en forma directa, fue una conferencia de prensa de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, en la que se dio cuenta del resultado de las reuniones que esa organización mantuvo con los partidos que tienen actualmente representación parlamentaria. Según se informó, todos ellos se comprometieron a continuar las tareas de búsqueda de restos de víctimas del terrorismo de Estado, y a otorgarle a la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo el presupuesto y otros recursos necesarios para realizar esa tarea (incluyendo la información que requiera a organismos estatales).

De paso, los representantes de Familiares ratificaron su oposición a la reforma constitucional promovida por Larrañaga y su preocupación por el surgimiento de Cabildo Abierto, al que definieron como “un partido militar”, y sostuvieron que Guido Manini Ríos “ha avalado lo actuado por las Fuerzas Armadas en dictadura” y “eligió mentir” en relación con la búsqueda de desaparecidos cuando era comandante en jefe del Ejército.

Lo que sigue pasando con el intendente de Colonia, Carlos Moreira, está sin duda muy relacionado con la campaña electoral, pero a la vez ha cobrado una creciente autonomía de esta. Moreira anunció que, si el sector de Larrañaga (Alianza Nacional) obtiene dos bancas en el Senado, él no asumirá la banca que le correspondería por su ubicación en la lista correspondiente, e incluso formalizó su renuncia al PN. Sin embargo, también aseguró que quiere volver a ese partido, y que confía en ser reincorporado, después de que la Justicia se expida sobre el escándalo que lo involucra y antes de las elecciones departamentales del año que viene, en las que desea ser candidato a la reelección. Ese plan parece apoyarse en la premisa de que lo central es dilucidar si el intendente cometió un delito, pero parece obvio que el problema es otro, aunque Moreira no lo reconozca.

Hasta mañana.