(Hoy es 11 de noviembre. Faltan 13 días para la segunda vuelta).
Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.
Ayer los acontecimientos en Bolivia dividieron las aguas en el sistema partidario uruguayo, y repercutieron en la campaña electoral. Mientras desde el Frente Amplio (FA) se definía como un golpe de Estado el proceso protagonizado por sectores políticos opositores, policías insurrectos y el Ejército, varios dirigentes de la oposición sostuvieron que el responsable del proceso de quiebre institucional fue Evo Morales, por las irregularidades a su favor en las elecciones del 20 de octubre. Anoche no había una posición oficial de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores, cuyo titular, Rodolfo Nin Novoa, realizó declaraciones poco después de la renuncia de Morales, expresando su preocupación por el “vacío de poder”.
Por otra parte, Luis Lacalle Pou logró finalmente que casi todos los ex candidatos a la presidencia que lo apoyan para la segunda vuelta participaran en un acto público junto con él y su compañera de fórmula, Beatriz Argimón, en el barrio montevideano de Punta Gorda. Estuvieron Ernesto Talvi (Partido Colorado), Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto) y Pablo Mieres (Partido Independiente), quien hasta ese momento había manifestado su rechazo a reunirse con Manini e incluso a posar junto a él para una fotografía. La ausencia de Edgardo Novick (Partido de la Gente) no se debió a razones políticas. Parece que la decisión frenteamplista de colocar en primer plano a José Mujica y Danilo Astori, anunciando que serán ministros si Daniel Martínez gana las elecciones, precipitó que también la oposición decidiera “poner toda la carne en el asador”, con los costos y los beneficios que esto pueda causar.
Mientras tanto, Martínez comenzó a recorrer el interior del país, donde se registraron los resultados de la primera vuelta más desfavorables para el oficialismo. En el departamento de Colonia, el candidato del FA reiteró un mensaje claramente dirigido contra Lacalle Pou que ya había aparecido en piezas publicitarias, al destacar que él tiene una historia personal de ganarse la vida trabajando, e insistió también en sus cuestionamientos al acuerdo opositor, afirmando que es vago en sus contenidos, pero también que es preocupante porque esa vaguedad puede esconder intenciones muy perjudiciales para el país.
Martínez se explayó en la reivindicación de lo logrado por los tres gobiernos nacionales sucesivos del FA, pero dijo reconocer que no lograron todos sus objetivos ni hicieron todo bien. De todos modos, no se extendió demasiado en la autocrítica, en el detalle de cuáles son las áreas en las que considera que hubo fallas, ni en los correctivos que se propone implementar. Lo más parecido a esto, en términos más bien implícitos, fue su referencia a que mucha gente votó la reforma constitucional impulsada por Jorge Larrañaga porque sufre la inseguridad, y su énfasis acerca de las medidas que tiene anunciadas en materia de seguridad pública, incluyendo el fortalecimiento de la Guardia Republicana con 2.000 efectivos más.
Hasta mañana.