El domingo de mañana el presidente de Bolivia, Evo Morales, resolvió convocar a nuevas elecciones en el país luego de que la Organización de los Estados Americanos determinara la existencia de “irregularidades” en las elecciones nacionales del 20 de octubre. El anuncio no apaciguó las aguas, y las Fuerzas Armadas (FFAA) pidieron la renuncia de Morales, que se concretó durante la tarde. La renuncia del mandatario tuvo rápidas repercusiones entre dirigentes del Frente Amplio (FA) y la oposición, quienes, no obstante, coinciden en que debe celebrarse una nueva elección.

El ex canciller y dirigente del Partido Nacional (PN) Sergio Abreu dijo a la diaria que “lo que sucede en Bolivia es el resultado de una auditoría hecha con mucha objetividad que demostró que las elecciones no fueron transparentes”. Abreu consideró que “el primer golpe de Estado lo dio el presidente Evo Morales” al “violar” la Constitución, presentarse a la reelección “sobre la falsa base de que ser reelecto es un derecho humano” y “tergiversar” el resultado electoral del 20 de octubre. “No me gustan los golpes de Estado militares si no se asegura que va a haber una elección. No me gustan las rupturas institucionales de ningún tipo, pero a veces son causa y efecto. Por eso digo que esto tiene que ser solucionado con una elección”, sostuvo el ex ministro.

La Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio sigue “minuto a minuto” la situación en Bolivia, expresó a la diaria el integrante de la comisión Sebastián Hagobian. Sobre la evaluación del tema en la interna de la fuerza política, Hagobian dijo que se está analizando y se tenía previsto lanzar una declaración, pero los sucesos de la tarde del domingo hicieron necesaria una actualización. De todas formas, adelantó que la postura seguirá la línea que el FA ha mantenido en materia internacional: “apuntar al diálogo y a la solución pacífica de las controversias”.

“[Esta situación] nos remite a lo que fue la época de las dictaduras en América Latina, que nosotros habíamos pensado que ya se habían terminado”, manifestó Hagobian. Añadió: “Se puede estar de acuerdo o no con todo el proceso que llevó adelante Evo Morales. Pero no se puede estar de acuerdo con que los militares exijan en pleno siglo XXI la renuncia a un presidente de la República. Excede sus funciones y no habla bien de la calidad democrática a la que debemos aspirar en Latinoamérica”.

“Es un lamentable retroceso que nos remite a épocas que creíamos superadas en América Latina”, dijo a la diaria el diputado del Partido Colorado (PC) Ope Pasquet. Para el diputado, la “violación de la Constitución, el fraude electoral y la renuncia forzada de un presidente” son “elementos que conforman una grave crisis institucional”. Pasquet señaló que “no tiene claro –con la información disponible–” si este domingo las FFAA consumaron un golpe de Estado en Bolivia y que “no sabe si cabe hablar de un golpe” por parte de Morales, como planteó Abreu. De todas formas, señaló que la “violación de la Constitución y la burla a la ciudadanía” del presidente fue lo que desencadenó la situación actual.

También hubo repercusiones en las redes sociales. Una de las primeras en manifestarse fue la senadora del FA Constanza Moreira, que publicó en su perfil de Twitter:

En la misma red social, el senador electo Óscar Andrade escribió:

Otro enfoque dio el ex candidato del PC Ernesto Talvi. Publicó en su perfil de Twitter que el “informe de OEA denunció irregularidades en elecciones de Bolivia” y “cuando se viola la soberanía del voto, pierde legitimidad el proceso democrático y abre la puerta al quiebre institucional”. Por último, Talvi abogó “por el inmediato llamado a elecciones transparentes y apegadas a la Constitución”.

“Vacío de poder”

El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolofo Nin Novoa, no hizo declaraciones sobre la renuncia de Morales. En declaraciones a Telenoche, recogidas por El Observador, Nin Novoa se limitó a apreciar que en Bolivia hay un “vacío de poder” y sostuvo que mantiene contacto con la embajada uruguaya en Bolivia para obtener más información sobre la situación “confusa” que atraviesa el país. Además, dijo que hubo “conversaciones y sondeos” de “terceras personas” para solicitar asilo político en la embajada uruguaya, pero que ninguna se concretó.

Antes de la renuncia del mandatario boliviano, el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que valoraba la decisión de “renovar la totalidad de los vocales electorales del Tribunal Supremo Electoral” y convocar a nuevas elecciones nacionales.

La cancillería había señalado que “sigue con profunda atención el desarrollo de la situación poselectoral”, había lamentado los hechos de violencia que se han suscitado en los últimos días y había extendido un llamado a “todos los actores políticos y sociales para que cese la violencia”.