(Hoy es 8 de noviembre. Faltan 16 días para la segunda vuelta).
Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.
Daniel Martínez realizó anteayer una conferencia de prensa con cuatro personas que integrarán, si gana, su Consejo de Ministros (Mario Bergara, Lucía Etcheverry, Gustavo Leal y Cristina Lustemberg), y afirmó que no habría más anuncios en la materia antes del balotaje. Sin embargo, ayer hizo otros dos, y presentó nada menos que a los integrantes de la fórmula del Frente Amplio (FA) hace diez años: José Mujica, que sería ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca; y Danilo Astori, que quedaría a cargo de Relaciones Exteriores. La movida debe ser evaluada en por lo menos dos planos.
En el plazo corto de la campaña para la segunda vuelta, Martínez aprovecha un flanco de su competidor. Luis Lacalle Pou ha dicho que recién después del balotaje, y si lo gana, negociará con sus socios cuestiones relativas a un próximo gobierno, entre ellas el contenido del proyecto de ley de urgente consideración que se propone enviar al Parlamento, y la composición del Consejo de Ministros. Con base en esto, la campaña de Martínez reitera que él ofrece “certezas” y del otro lado hay muchas preguntas sin respuesta. En esa línea, es como si ahora el candidato del FA dijera que quienes lo voten elegirán de antemano quiénes quieren que gobiernen, mientras que en el caso de Lacalle Pou se vota primero y se sabe después.
En otro nivel, la jugada tiene significados más ambiguos. Quedan en primer plano dos dirigentes históricos, muy vinculados con los 15 años de gobierno del FA, y esto menoscaba en cierta medida el perfil de Martínez como abanderado de una nueva etapa, que apoyaba en la renovación de figuras y estilos una promesa de “hacerlo mejor” (o por lo menos de otras formas). A su vez, los efectos electorales pueden ser contradictorios. Hay una apuesta a recuperar la confianza de personas que habían votado antes al FA y no lo hicieron en la primera vuelta, pero también puede fortalecerse el rechazo de otras personas, y se ofrecen nuevos puntos de apoyo para el argumento opositor de que optar por Martínez sólo puede conducir a más de lo mismo. El oficialismo “pone toda la carne en el asador”, pero quizá esto no les despierte el apetito a todos los votantes que quiere conquistar.
De todos modos, los alineados tras Lacalle Pou tuvieron ayer otro asunto de que ocuparse, bastante incómodo. Martín Sodano, diputado electo por Cabildo Abierto, dijo en una entrevista publicada por Búsqueda que, con la legislación vigente, hoy es posible el “aborto porque sí”, ya que “hay mucha libertad, cualquiera hace lo que quiere y después dicen: ‘Vení, sacámelo, total, no pasa nada’”. A esa presunta actitud le contrapuso una opinión muy chocante: “Si te gustó, bancátela”.
Tanto Lacalle Pou como Guido Manini Ríos buscaron reducir daños, alegando que las opiniones de Sodano no forman parte de lo acordado por los partidos que apoyan al candidato del Partido Nacional, pero salió a la luz una tonalidad de la “coalición multicolor” que, probablemente, le disgusta incluso a buena parte de quienes votaron a Manini.
Hasta el lunes.