(Hoy es 25 de julio. Faltan 94 días para las elecciones nacionales) Buenos días. Les comento algunas noticias de la campaña electoral que pueden leer hoy en la diaria.
La intensidad de los movimientos políticos relacionados con la campaña electoral es menor entre las internas y la proclamación oficial de las fórmulas partidarias, que comenzarán luego, in crescendo, su actividad. Pero hay días en los que esa intensidad decae bruscamente, y ayer fue uno de ellos.
El mayor impacto fue la difusión de la primera encuesta posterior a las internas sobre intenciones de voto en el probable balotaje. Es de la empresa Radar, e indicó que tanto el nacionalista Luis Lacalle Pou como el colorado Ernesto Talvi tendrían más votos que el frenteamplista Daniel Martínez si compitieran con él en segunda vuelta: respectivamente, 48% contra 42%, y 49% contra 39%. En ambos casos, el resto de los consultados (10% y 12%, respectivamente), dijo que estaba indeciso, no quiso responder o adelantó que su voto sería en blanco o anulado.
Según Radar, la diferencia entre ambas hipótesis de balotaje se debe a que la gran mayoría de quienes prefieren a Lacalle Pou votarían a Talvi contra Martínez, mientras que hay un porcentaje mayor de personas dispuestas a votar al colorado en octubre, pero que si este no pasa a segunda vuelta se inclinarían por el frenteamplista.
El oficialismo siguió, como era previsible, centrado en la exaltación de la segunda planta que UPM instalará en Durazno. El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, vinculó en forma bastante explícita la decisión de la empresa finlandesa con la gestión del Frente Amplio en el gobierno nacional, al comentar que, si bien Uruguay tiene “desde hace muchos años” una imagen de “seguridad jurídica” y “estabilidad institucional y política”, fue “a partir de 2006” que “comenzó a mejorar” en las mediciones internacionales de “calidad democrática”. Casi toda la oposición jugó callada, y una de las escasas excepciones fue la de Guido Manini Ríos, candidato a la presidencia por Cabildo Abierto (CA), que no aportó muchas novedades.
Manini reiteró que el crecimiento de CA atemoriza a muchos dirigentes de otros partidos, y que el país está al borde de una crisis irreversible, de la que sólo su triunfo puede salvarlo. Quizá lo más novedoso fue que acentuó el perfil algo mesiánico con que se presenta, asegurando que en octubre la gente no votará programas, sino un “timonel”.
A falta de pronunciamientos de actores partidarios, los hubo de otros, acerca de sendas consultas populares. Amnistía Internacional se expresó contra la reforma constitucional que promueve el senador Jorge Larrañaga, y la Conferencia Episcopal del Uruguay aclaró, ante la difusión de informaciones falsas, que no se ha pronunciado sobre el pre referéndum contra la ley integral para personas trans. Además, el cardenal Daniel Sturla reiteró que está “en contra de varios artículos de la ley porque están basados en la ideología de género”, pero reconoció que corresponde “atender y reparar” a las personas trans discriminadas, por lo cual “hay que buscar otros caminos” para cambiar esos artículos.
Hasta mañana.