No hace mucho, una mujer que estaba a cargo de un servicio técnico telefónico de reparación de celulares contó que cuando llamaban los usuarios, al escuchar su voz femenina, pedían para hablar con un hombre o cortaban. No fue hace mucho tampoco que una compañera de liceo se quejó en Facebook de que tomaron sus fotos y las colgaron en una página de trabajadoras sexuales.

En el ámbito de la tecnología, particularmente en internet, se trasladan y reproducen las relaciones de opresión de género. Allí existen brechas en el acceso y en la utilización. También influyen los estereotipos sexuales que se adjudican a lo “femenino” y a lo “masculino” en los ámbitos académicos y profesionales. Todo esto y más constituye lo que se conoce como “brecha digital de género”, que algunos organismos y gobiernos se proponen combatir.

Belén Giménez, de 25 años, es una de las organizadoras del encuentro Hackfem, que busca empoderar a las mujeres mediante el uso de la tecnología. El evento, que tuvo el apoyo de ONUMujeres, contó con la presencia de profesionales que trabajan en torno a la temática desde diferentes ámbitos, como robótica, videojuegos, arte, etcétera. Se desarrolló en Asunción, Paraguay, y fue organizado por Tedic, una ONG que desarrolla tecnología libre y abierta y que defiende los derechos digitales. Giménez intercambió con la diaria sobre este proyecto y los desafíos digitales.

¿De qué se trata Hackfem?

Este encuentro busca celebrar la presencia de mujeres, quienes desde distintos campos hacen uso de la tecnología para crear, innovar y empoderarse. En cierta medida, lo consideramos una fiesta a la que invitamos a varias mujeres panelistas para que ellas nos muestren lo que hacen desde sus distintos lugares, así nosotras también podemos aprender y criticar los estereotipos que se encuentran presentes en distintas áreas que componen la tecnología.

¿Existe asimetría en la apropiación y el uso de la tecnología entre varones y mujeres?

Desde nuestra organización creemos que todas las discriminaciones y las violencias también se replican en el ecosistema digital e impactan en las mujeres en una proporción mucho mayor. Hay situaciones de acoso y violencia de género que suceden en línea. Por ejemplo, ante una separación es común que el varón amenace con compartir fotos o videos íntimos si su ex pareja no vuelve con él. Eso expone mucho a la mujer. Queremos compartir algunos tips para las mujeres, para que ellas también puedan realizar algunas acciones y puedan hacerlo tranquilas, como el sexting, que es la exposición de nuestros cuerpos en línea. No hay nada de malo en eso, pero queremos que lo hagan de manera segura, para evitar instancias en las cuales sus derechos digitales sean vulnerados.

Proponen el “sexteo seguro” y la ciberseguridad ante todo. ¿Podrías explicarlo?

Lo que promovemos son tips de ciberseguridad. Se pueden imponer mecánicas que resguarden a la usuaria. El término “ciberseguridad” quizás es muy técnico, pero nos repercute a todos, ya sea sociedad civil, gobierno o sector privado. Más allá del sexting, hablamos de ciberseguridad porque nos referimos a la seguridad digital, que ofrece un abordaje mucho más integral que hablar solamente de cuestiones técnicas. El hackeo no es sólo algo técnico. Más allá de saber programar o de poder usar un software para entrar en el dispositivo de alguien, hablamos de los hábitos que uno tiene, de cómo usar contraseñas que cumplan con determinados parámetros de seguridad, de no dejar información a resguardo de otra gente, e incluso de mantener una higiene digital, que implica deshacernos de archivos o programas que no necesitamos más. Intentamos que las mujeres puedan aprender de los metadatos, que son aquellos que nosotros generamos y entregamos sin nuestro consentimiento.

¿De qué se trató el encuentro de este año? ¿Qué se proponen?

Este año el encuentro busca juntar a la comunidad y armar un grupo de mujeres que desde diferentes ámbitos compartan lo que ellas hacen con la tecnología para ver cómo llevar eso a un nivel mucho más accesible. También se trata de cuestionar ciertos elementos que están instalados en estos ámbitos. Hay una compañera que va a venir a hablar de los diferentes estereotipos de mujeres que existen en el mundo de los videojuegos para ayudarnos a cuestionar por qué siempre estos personajes femeninos tienen un cuerpo objeto. Tienen un súper culo y unas súper tetas, que quizás no son nada representativos para la comunidad, y de hecho excluye a muchas mujeres.

¿Cuáles son los ejes que trataron?

El eje principal aborda cómo usar los medios digitales para realizar acciones colectivas que puedan ayudar a empoderarnos y a disminuir la brecha digital de género. Un ejemplo es el tuitazo de Ni Una Menos, realizado en mayo de 2016, que tuvo una repercusión muy grande para construir comunidad. Una compañera paraguaya se conectará con nosotras para presentar su proyecto “La mirada de una mujer con perspectiva de género”, una iniciativa en Instagram. También viene una keynote speaker desde Brasil que va a comentar sobre “Acoso online”, una iniciativa que lleva adelante con varias ONG latinoamericanas. Están guiando un proyecto relacionado con el uso de bots como herramienta de empoderamiento colectivo a través de los medios digitales.

¿Qué les dirías a las mujeres respecto del uso de la tecnología y el internet?

Les diría que pongan más conciencia a la hora de ganar estos espacios. Que puedan contar con tips a la hora de usar las redes sociales, para utilizar dispositivos y para proteger su identidad. Esto viene de la mano de los derechos que tienen de expresarse y de manifestarse. También del derecho a estar en un ecosistema de seguridad. Tienen derecho a saber cómo se usan los datos que generan. A su vez, les diría que hagan uso de la tecnología no sólo para tener presencia en las redes sociales, sino para hacer uso de toda la información que está disponible, porque es una herramienta que nos empodera a todas, más aun si la utilizamos bien.