Si las personas que trabajan en todos los medios de comunicación de Uruguay entraran en una foto y miráramos esa imagen de lejos, podríamos ver a grandes rasgos la desigualdad que existe. La situación es más evidente si se observa lo que sucede en las radios, en donde las voces femeninas siguen sin tener lugar.

La última medición de audiencia del Buró de Radios, que nuclea a todas las emisoras montevideanas, reveló cuáles fueron los programas más escuchados de 2017. La lista está encabezada por los matutinos Las cosas en su sitio (Sarandí y FM Total) y No toquen nada (Del Sol). El primero es conducido por los periodistas Ignacio Álvarez y Martín Fablet. El segundo, por sus colegas Joel Rosenberg y Ricardo Leiva.

En la tarde, de acuerdo al estudio, los programas más escuchados fueron Malos pensamientos (Azul), conducido desde siempre por Orlando Petinatti, y La mesa de los galanes (Del Sol), en donde se reparten el aire Jorge Piñeyrúa, Pablo Fabregat, Rafael Cotelo, Diego González, Camilo Fernández, Pablo Aguirrezábal y Gonzalo Eyherabide.

Como habrán notado, en ninguno de los casos aparecen mujeres. Esta es una muestra de una situación que se repite, en mayor o menor medida, en el resto de las radios uruguayas. A diferencia de lo que sucede en las redacciones de los diarios o en los informativos televisivos, pareciera que el techo de cristal en las radios es un poco más grueso y difícil de demoler. Que las mujeres sean pocas en la conducción, producción o coordinación de los programas radiales implica que sus voces, perspectivas, comentarios y opiniones también aparezcan menos. Esto influye a la hora de ejercer un periodismo con enfoque de género. Poco a poco, las cosas empiezan a cambiar, pero a pasos muy lentos (ver “Tomar impulso y llegar más alto”).

En este panorama general, sin embargo, el foco se pone en la mayoría de las radios que existen en el país, que son privadas. Pero las radios públicas (Uruguay, Babel, Clásica y Del Sur) funcionan de otra forma y, por eso, merecen un análisis particular.

Basta con observar detenidamente las grillas. En la mayoría de los programas la presencia de mujeres al aire y en la producción es igualitaria, y en varios casos la jefa de conducción es mujer. Además, las tres ediciones de sus informativos son conducidas por duplas hombre-mujer, y también hay paridad en el número de periodistas que trabajan en los demás puestos.

El otro factor distintivo de Radiodifusión Nacional del Uruguay (RNU) es que, desde hace ya más de dos años, su Departamento de Prensa es dirigido por una mujer, la periodista Alejandra Casablanca, quien contó a la diaria que incluso en el equipo de coordinadores hay dos varones (José Correa y Wilmar Umpiérrez) y dos mujeres (Verónica Arellano y Maite Sarasola). En este sentido, Casablanca aseguró que “tener paridad en cuanto al género en el rol y en el protagonismo de periodistas varones y mujeres es una posición obviamente política” que adoptó RNU.

Para la periodista Carolina Molla, productora del programa Efecto mariposa de Radio Uruguay, es notorio que en las radios públicas trabajan “muchas más mujeres” que en las privadas. “Dentro de la Red de Mujeres Periodistas veo que dicen que no hay mujeres conduciendo y yo pienso ‘acá sí hay mujeres’. Hay mujeres conduciendo programas y hay mujeres dirigiendo programas”, afirmó Molla en diálogo con la diaria.

Casablanca puso como ejemplo emblemático de esa postura el trabajo de la periodista Patricia Pujol, que trabaja en el programa Deportivo Uruguay. Pujol “tiene protagonismo en un programa de deportes que va todas las tardes de sábados y domingos y tiene paridad”. Enfatizó: “Paridad intelectual”. “No está ahí para dar los resultados y para poner la voz femenina. Eso es un ejemplo de lo que tratamos de hacer en los informativos, en los otros programas e incluso en los cargos medios”, explicó la periodista.

A la paridad en la participación y en los roles se le suma la apuesta por una mirada de género que, aunque a veces depende de cada programa, forma parte de una visión global. “Hay una decisión institucional de pensar en clave de género por ser las radios públicas”, afirmó Molla en este sentido. Una responsabilidad.

En la misma línea, Casablanca explicó que lo que intentan hacer las radios públicas, por ser “de todos los uruguayos”, es dar un “diferencial informativo”. Y una parte importante de ese diferencial nace en el espacio que se le da al debate y a la discusión entre varones y mujeres a la hora de trabajar la información. “Pudimos introducir un cambio porque las miradas desde lo femenino y lo masculino son muy complementarias”, consideró.

En la práctica, la periodista puso como ejemplo el “compromiso” asumido a la hora de elegir las fuentes informativas. Según afirmó, en las radios públicas hay un intento de buscar mujeres cuando hace falta debatir sobre “temas que la sociedad normalmente asocia a lo masculino”, como los vinculados con la economía o la política. “Salvo que la protagonista de esa noticia política sea una mujer, es raro que la voz predominante sea la de una mujer”, alegó Casablanca, en alusión a lo que suele pasar en la mayoría de los medios.

En esa búsqueda de la paridad, la directora del Departamento de Prensa de RNU también mencionó la “decisión absolutamente política” de la dirección en materia salarial. “Todos los periodistas de prensa ganan lo mismo [...]. La tarea no cambia el salario de acuerdo al género”, aseguró. A su entender, este factor contribuye a “romper un poco con ese techo de cristal que en lo privado es bastante difícil porque la gente negocia individualmente sus contratos”.

Cuando Casablanca defiende que el compromiso que asume RNU es porque es la radio “de todos los uruguayos”, lo dice literalmente: es el único medio que llega a todo el país, a través de sus repetidoras. Para ella, ese es otro “diferencial grande” de las radios públicas que hace a la igualdad. “Si vos escuchás nuestros informativos, notás que hay un protagonismo importante de los departamentos, un intento de sacar el centralismo montevideano”, explicó, antes de agregar, contundente: “Eso también habla de paridad”.