Hace algunos años, entre 2011 y 2012, siete mujeres trans fueron asesinadas en Uruguay. El último asesinato, el de Kiara, fue el 23 de setiembre, fecha que la colectividad consagró como Día de la Reivindicación de las Identidades Trans.

En aquel entonces, dadas las similares características de los homicidios, se especuló sobre la posibilidad de que hubiera un “asesino serial” detrás de estos casos, pero la Justicia solo resolvió dos de ellos y archivó la investigación sin arrojar resultados.

El domingo pasado, en la plaza Liber Seregni, la campaña nacional #LeyTransYa recordó “a las compañeras que ya no están”. Delfina Martínez, referente de la campaña por la ley integral para personas trans, dijo a la diaria que “hasta hoy no hay responsables” y que “para la Justicia es un debe”. No tiene dudas de que estos casos fueron “homicidios por identidad de género” y que la dificultad en el acceso a la Justicia es un problema más que atraviesa a esta población. “Nosotras no las olvidamos, seguimos pidiendo justicia”, expresó. Agregó que “recordar a las mujeres trans asesinadas es fundamental” y que “es clave visibilizar esto en el marco de la campaña para que no pase inadvertido”.

Cientos de personas se reunieron en la Seregni. Luciana Mocchi, Benja, Falta y Resto, Eli Almic y DJ RC, DJ Vector y DJ La Tuca del Amor integraron la grilla artística que acompañó esta jornada emocionante. Toda la actividad surgió de la autogestión; no hubo fondos estatales ni privados involucrados.

“Hay artistas que se comprometen con la causa, como Eli Almic, que nos dedicó unas palabras hermosas y muy empáticas. Con estas cosas sentimos que nos estamos tan solas”, comentó. Si bien la referente cree que “son las personas trans las portavoces de esta lucha”, considera que “hay otras personas y colectivos, que no eran de los esperables porque van más allá del colectivo LGBT, que nos apoyan y también sostienen esta lucha”.

Sobre los tiempos que estamos viviendo, comentó: “Hoy vemos generaciones que pueden ser protegidas por su familia, que pueden estudiar y que no tienen que ir a Bulevar Artigas como única opción. Todo eso nos reconforta, porque vemos que nuestra militancia tiene resultados. Pero, por otro lado, está la cruda realidad, que nos muestra que aún hoy hay mucha violencia hacia las personas trans”.

Martínez considera también que a la hora “de ser” hay “un corte de clase, que permite que unos sí puedan ser y que otros no puedan”. “Hay una cuestión de privilegios que está bueno poder hablar. Saber que por ahí hay personas que cuentan con determinada situación que les permite poder generar un entorno amigable, pero que esa no es la realidad de todas las personas trans”.

Desde que empezó el tratamiento del proyecto de ley integral para personas trans murieron seis mujeres trans. “Esas muertes hablan de homicidios no explícitos de toda la sociedad. Una sociedad que te expulsa, que te margina, que piensa que tu vida no vale. Todas estas mujeres murieron en situaciones de mucha precariedad. Tenemos que hablar sobre eso, recordarlas, poder problematizar sobre lo que nos pasa y poder reflexionar sobre nuestro derecho a ser y nuestro derecho a la vida, que se ve cercenado por todas las expulsiones de la sociedad que dan como resultado que tengamos una esperanza de vida de 35 años”.