Trabajadoras rurales brasileñas se unieron este miércoles a mujeres indígenas en Brasilia, cerca de la sede del gobierno, para protestar contra las políticas conservadoras impulsadas por el presidente Jair Bolsonaro en los últimos ocho meses, en especial aquellas vinculadas a los derechos de mujeres y minorías, así como a los que tienen que ver con el medio ambiente y el trabajo de la tierra. La movilización cerró la primera Marcha de las Mujeres Indígenas que se organiza en Brasil y dio inicio a la sexta edición de la llamada “Marcha de las Margaritas”, que reúne a las trabajadoras rurales. La convocatoria fue una de las más masivas de los últimos tiempos: reunió a más de 30.000 mujeres según los datos de la Policía Militar, aunque las organizadoras elevaron esa cifra a 100.000.
Las dos movilizaciones juntaron a las trabajadoras y a sus consignas: “Territorio: nuestro cuerpo, nuestro espíritu”, en el caso de la protesta indígena; y “Lucha por un Brasil con soberanía popular, democracia, justicia igualdad y libre de violencia”, en el de las Margaritas.
En materia agraria, las manifestantes protestaron por las políticas que favorecen a los grandes productores y relegan a la agricultura familiar y sustentable. También reclamaron restricciones al uso de productos agrotóxicos, y criticaron los planes del gobierno de promover la explotación de minerales en la Amazonía, región en la que está establecida la mayoría de las reservas indígenas. Las mujeres también condenaron el discurso “misógino”, “racista” y “homofóbico” de Bolsonaro y exigieron igualdad de género y el fin de la violencia hacia las mujeres.
La manifestación fue respaldada por figuras políticas de izquierda como el ex candidato presidencial del Partido de los Trabajadores Fernando Haddad, quien en el acto posterior a la marcha leyó una nota del ex presidente Luis Inácio Lula da Silva, quien se encuentra preso en Curitiba desde el año pasado. “Hoy Brasil es gobernado por el odio y la locura de aquellos que hablan bien para los poderosos, pero fingen ser valientes contra los indefensos”, dijo Lula.
El ex gobernante también lamentó no poder estar presente en una marcha que, aseguró, hará que las mujeres rurales “sean vistas por los poderosos de Brasilia”. “El pueblo brasileño volverá a ser tratado como merece. Las mujeres volverán a tener el respeto y el cariño que merecen”, escribió, antes de agregar: “El odio no vencerá al amor. El miedo no vencerá a la esperanza. La grosería no vencerá a la solidaridad”.
La Marcha de las Margaritas fue creada en homenaje a la sindicalista y defensora de los derechos humanos brasileña Margarita Maria Alves, asesinada de un disparo en la cara mientras se encontraba en su casa en 1983, y se realiza cada cuatro años.