“Se acabó el tiempo del acoso sexual en los lugares de trabajo. Se acabó el tiempo de acusar a las sobrevivientes. Se acabó el tiempo de las disculpas vacías sin consecuencias [...] La verdad prevalecerá”, gritó la actriz estadounidense Rosanna Arquette ante las decenas de periodistas que este lunes se agolpaban frente a las puertas de la Corte Suprema de Nueva York. Junto a ella se manifestaban otras actrices y activistas con carteles dedicados a Harvey Weinstein, el productor de Hollywood que puertas adentro del tribunal se enfrentaba al primer día del juicio por abusos sexuales.

Desde octubre de 2017 a la fecha casi 90 mujeres lo han denunciado por acoso, agresión sexual o violación, en general en contextos de trabajo en los que él aprovechaba su situación de poder. Muchas de ellas son actrices famosas, como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow o Rose McGowan, quien se presentó frente al edificio y advirtió a Weinstein: “No importan las mentiras que te digas a ti mismo: tú hiciste esto”.

Sin embargo, la mayoría de los delitos por los que ha sido acusado ya prescribieron, y el productor de 67 años será juzgado en el tribunal neoyorquino por dos agresiones a dos mujeres. El primer caso es el de Mimi Haleyi, quien denuncia haber sido forzada por Weinstein a tener sexo oral en su apartamento en 2006, cuando trabajaba como ayudante de producción. El otro caso es el de una mujer cuya identidad no ha sido revelada que asegura que fue violada por el multimillonario en un hotel de Nueva York en 2013. Por estos casos la Fiscalía de Nueva York acusa a Weinstein de cinco delitos sexuales, y de ser encontrado culpable podría ser sentenciado a cadena perpetua.

Se espera que las dos mujeres y otras cuatro cuyas acusaciones no han dado lugar a cargos ante la Justicia comparezcan como testigos durante el juicio, en el que la Fiscalía tratará de demostrar un patrón de comportamiento de “depredador” por parte de Weinstein, tal como recordó en la audiencia del lunes la asistente del fiscal, Joan Illuzzi-Orbon.

Unas horas después de terminar la audiencia, Weinstein fue acusado por la Fiscalía de Los Ángeles de haber violado a una mujer el 18 de febrero de 2013 y de haber agredido sexualmente a otra –el día siguiente–, por lo que posiblemente deberá presentarse ante este tribunal una vez que termine el proceso neoyorquino.

Está previsto que este martes comience la elección del jurado de Nueva York, como primer paso del juicio, algo que podría resolverse el próximo martes 14. Se espera que, en total, el juicio dure entre seis y ocho semanas.

En una entrevista publicada por la agencia de noticias Efe el viernes pasado, Tarana Burke, la fundadora del movimiento #MeToo, dijo que Weinstein “no define el movimiento en absoluto”, pese a que su caso haya quedado “inextricablemente” asociado a él. También pidió que los medios quiten el foco de lo que les pasa a los “infractores” y difundan las voces de las “sobrevivientes”.

El #MeToo se originó en 2017 a raíz de las denuncias contra Weinstein, pero rápidamente se convirtió en un grito global contra los abusos sexuales en el mundo de la cultura y el espectáculo. En estas latitudes, por ejemplo, el principal coletazo del movimiento –que tuvo a la vez la imprescindible influencia de #NiUnaMenos– se sintió en Argentina, tras la denuncia de la actriz Thelma Fardín contra Juan Darthés por violación, que motivó a otras colegas a romper los silencios.