Cerca de 10.000 mujeres mayores de 40 años se reunieron a principios de diciembre frente al Estadio Nacional de Chile para realizar la performance Un violador en tu camino, días después de que el colectivo Lastesis presentó por primera vez lo que ya se convirtió en un grito internacional contra la violencia machista.

La canción, que entre sus versos comparaba al “Estado opresor” con un “macho violador”, también sirvió como herramienta para instalar las reivindicaciones de los feminismos chilenos en el marco de las protestas desatadas en octubre contra el gobierno de Sebastián Piñera.

La actuación de Lastesis Senior, como fue bautizado el grupo de las manifestantes más veteranas, fue el caldo de cultivo para que algunas de las mujeres, envalentonadas por el contexto, decidieran darles forma a sus reclamos y organizarse como partido político. Dos días después, alrededor de 100 mujeres se reunieron en la casa de una de ellas, la politóloga Rosa Moreno, y definieron los lineamientos de la nueva organización política. En seis semanas, las fundadoras crearon los estatutos, eligieron la dirección y definieron los principios rectores. Tuvieron la ayuda de otras 800 mujeres que formaron mesas de trabajo en distintos puntos del país. Así nació el Partido Alternativa Feminista (PAF), que el martes se inscribió en el Servicio Electoral (Servel) del país y espera ser aprobado en estos días para oficializarse como partido.

“Las feministas chilenas no estábamos interesadas en formar partidos políticos porque significaba ingresar en el sistema patriarcal, pero nosotras hemos cambiado de opinión y hemos decidido luchar desde dentro”, dijo el martes Moreno, elegida presidenta del PAF, a la agencia de noticias Efe.

La declaración de principios del PAF incluye alcanzar “una sociedad diversa, justa, equitativa, solidaria, libre de violencias patriarcales y neoliberales”, y que las mujeres y disidencias sexuales tengan “la libertad para decidir” sobre sus cuerpos “como primer territorio”. También proponen que el trabajo doméstico sea remunerado, el reparto equitativo de las tareas de cuidados entre mujeres y varones, el respeto por el medioambiente y las garantías para una educación “gratuita, de calidad y no sexista”.

De cumplir con los requisitos exigidos por las autoridades electorales, las mujeres deberán recolectar 10.000 firmas para poder constituirse a nivel nacional y convertirse en el primer partido feminista de la historia reciente de Chile. De lograrlo, uno de los primeros objetivos será hacer campaña de cara al plebiscito que se celebrará el 26 de abril a favor de cambiar la actual Constitución, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.

“Creemos que la nueva Constitución no puede ser redactada sin presencia feminista. Hay muchísimas mujeres que quieren participar”, manifestó en ese sentido Moreno después de inscribir al PAF y con un pañuelo verde atado en la muñeca. La líder de la formación fue directora de Greenpeace Chile y vivió exiliada en Bruselas durante más de dos décadas, hasta 1997.

“Sabemos que la desconfianza hacia los partidos es tan grande que no todas las compañeras querrán participar en esta iniciativa. Lo entendemos y lo respetamos”, aseguró el nuevo partido en un comunicado. Sin embargo, agrega el texto, “la única manera de participar en el proceso constituyente sin depender de los actuales partidos políticos es precisamente dando vida a una nueva fuerza política”.