“Ahora, antes de empezar, quiero nombrar a una persona que sabía más que rimar. Ella era Delmira, una gran artista, que demostrando sus emociones se convirtió en una gran poetisa. Pero hay algo que decir, que ella no pudo decir en ritmo, que tenía a su mayor enemigo, ¿quién iba a pensar que era su marido?”. Así comienza la canción “Violencia”, compuesta por estudiantes del liceo de Sarandí Grande, del departamento de Florida, para concientizar sobre la violencia de género en general, y los femicidios en particular, a partir del caso de la poeta uruguaya Delmira Agustini, asesinada por el esposo en 1914. El video de dos adolescentes cantando la canción –al ritmo del freestyle– fue una de las primeras actividades presentadas en el lanzamiento de la quinta edición de la campaña “Noviazgos libres de violencia”.

Durante 50 días, la campaña busca generar acciones que impulsen la reflexión sobre las distintas formas de violencia de género, por medio de la promoción de “pautas de relacionamiento no violentas” en las relaciones afectivas de adolescentes y jóvenes. La iniciativa es nacional y por eso participan instituciones públicas y privadas, centros educativos y organizaciones comunitarias de todos los departamentos del país. La temática intenta colarse en estos espacios a modo de proyectos artísticos y pedagógicos. En canciones como la que hicieron las chiquilinas y los chiquilines de Florida, pero también en otros formatos, como muestra de fotos, talleres, audiovisuales e incluso memes.

En las cuatro ediciones anteriores participaron más de 52.800 adolescentes y jóvenes en acciones de promoción, prevención y sensibilización, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), encargado de coordinar la campaña. Fue posible gracias al trabajo de 4.100 personas adultas, referentes de distintas instituciones, que habilitaron la reflexión y promoción de derechos mediante la realización de 500 actividades en todo el país.

La campaña cuenta con la participación de la Dirección Nacional de Educación y el SODRE del Ministerio de Educación y Cultura (MEC); la División de Políticas de Género del Ministerio del Interior; el Instituto Nacional de la Juventud (Inju) y la Dirección Nacional de Promoción Sociocultural del Ministerio de Desarrollo Social (Mides); el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública; el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU); la Asesoría para la Igualdad de Género y Cultura de la Intendencia de Montevideo; la Intendencia de Cerro Largo; Antel; y Ceibal. También participan organizaciones de la sociedad civil.

El lanzamiento de esta última edición tuvo lugar en la sala Hugo Balzo del SODRE. El Inmujeres buscó que el evento estuviera liderado por las y los adolescentes. Por eso, la conducción estuvo a cargo de la youtuber Gimena Sauchenco –más conocida como Alaska– y el gamer Nicolás Studer –alias Mad Raider–. El dúo coordinó dos mesas presenciales con representantes de las instituciones públicas involucradas y presentó las actividades de liceos de algunos departamentos que participaron en el lanzamiento en vivo, en este caso a la distancia.

El evento comenzó con una coreografía del Grupo de Danza Urbana de la academia de baile Stomp, de Pando, y cerró con la actuación de la Orquesta Juvenil del SODRE.

La voz de las y los protagonistas

“Sos libre del disfrute de tu propio cuerpo”, “sos libre de vestir a tu gusto”, “sos libre de utilizar las redes con autonomía, cuidando tu privacidad y la privacidad de las demás personas”, decían tres estudiantes del liceo de Libertad, San José, en un video grabado en el marco de la campaña que presentaron en el lanzamiento. “La confianza y el respeto son muestras de cuidado y de autocuidado en las relaciones afectivas”, “los celos no son una muestra de cariño; es control”, agregaban otras y otros adolescentes después. Al final, todos repetían un mismo mensaje al unísono: “Te invitamos a vivir y celebrar los vínculos y noviazgos libres de violencia”.

Unos minutos después, la pantalla reprodujo la experiencia de las estudiantes del liceo Doctor Aníbal Acosta Estapé de Río Branco, Cerro Largo. El audiovisual empezó con una interpretación teatral basada en un proyecto en el que participó el grupo, llamado “Cicatrices”, que –según contaron luego– incluyó distintos debates en los que cada estudiante de la clase daba su opinión sobre la violencia de género. A raíz de eso, las docentes motivaron a la clase a participar en un concurso de memes sobre la problemática. Las estudiantes ganaron y eso las motivó a armar una muestra en el liceo para exponer el ciclo de la violencia, “partiendo desde micromachismos como puede ser el control de la ropa hasta culminar en el femicidio”, contó una de las responsables. Debido al contexto de la pandemia, el proyecto continuó en una cuenta de Instagram con fotos, videos e información respecto de la violencia de género y, en particular, sobre la situación de las mujeres durante la crisis sanitaria. “La pandemia de la covid-19 agudiza una pandemia ya existente”, aseguró la adolescente: “la violencia de género”.

Hubo otras intervenciones de estudiantes de Salto, Lavalleja y Tacuarembó. Entre una y otra, Alaska y Mad Raider entrevistaron en el escenario a Mili, una adolescente que participó en las campañas anteriores. “Yo hice un video junto con todos mis compañeros en la UTU de Paso de la Arena, que trata de un juego para promover los noviazgos libres de violencia”, recordó la joven sobre su experiencia. “Los profesores nos presentaron la campaña y los tipos de violencia. Nos enseñaron que hay violencias que nosotros tenemos muy naturalizadas, que no tienen que ser así. Entonces fuimos averiguando, fuimos invitando a todos nuestros compañeros, y de a poquito hicimos el video”, contó.

Mili dijo que, gracias a la campaña, muchas de sus compañeras y compañeros se dieron cuenta “de que en la mayor parte de las relaciones hoy en día hay violencia de algún tipo, ya sea física, psicológica o cosas como que, por ejemplo, te agarren el celular y te lo revisen. Eso es algo muy normal últimamente, y no tendría que ser así”. La adolescente terminó su intervención con un deseo: “Nos gustaría que todos nos pusiéramos en el lugar del otro y que haya un poco de empatía. Si a ustedes no les gusta que les revisen el celular, a nosotras tampoco. Tenemos que darnos cuenta de que la violencia no tiene que ser naturalizada de ninguna forma”.

Vivir libres de violencia: una responsabilidad del Estado

La youtuber y el gamer moderaron dos mesas en las que hablaron representantes de distintas instituciones públicas involucradas en la campaña. Las intervenciones fueron breves, para poder dar espacio a la juventud, pero todas coincidieron en la importancia de promover desde el Estado la construcción de relaciones afectivas libres de violencia.

La directora del Inmujeres, Mónica Bottero, dijo que el mensaje que quieren hacer llegar a las y los adolescentes es que tienen derechos para disfrutar la vida y la afectividad “plenamente”, y que el Estado tiene la obligación de garantizarlos. En esa línea, aseguró que para pensar la campaña se partió de la base de que “la igualdad de género y el vivir libre de violencia son derechos humanos”. En este caso, libre de violencia de género, aclaró, porque “es sobre las chicas en particular” que se ejerce la violencia en las relaciones de pareja.

“Nos parece importante que, sea cual sea el vínculo, [...] sea de respeto siempre y desde una perspectiva de que el otro es un igual y es alguien con quien estamos eligiendo compartir un momento de nuestra vida”, manifestó Bottero. “Nosotros decimos que queremos que los vínculos de noviazgo –o como se les quiera llamar hoy– deben dejar huellas, pero no marcas”.

Para Felipe Paullier, director del Inju, este tipo de iniciativas permiten un acercamiento del Estado a la juventud y habilita un espacio para poder conocer “cuáles son sus preocupaciones, necesidades y los desafíos que plantean, y poder de esa forma también incidir en la agenda de políticas públicas”. Paullier destacó la importancia de que la campaña se haga este año, que a causa de la pandemia “se ha caracterizado por encontrarnos tal vez lejos de nuestros afectos y a veces encerrados en entornos que muchas veces pueden ser también violentos”.

El director del Inju dijo que la nueva generación de jóvenes es “distinta” a la anterior y “ha generado notables cambios que hoy se ven en políticas públicas”. Esta generación “tiene una sensibilidad especial y una tolerancia distinta a la violencia, lo cual se ha reflejado en denuncias que se han generado en este último tiempo”, agregó Paullier. “Espero poder contribuir un poco desde acá a que los noviazgos de los gurises sean mejores y más sanos”, resumió, “y también acercar el mensaje de que los jóvenes son protagonistas y que muchas veces ellos van a ser clave en un proceso de detectar una situación de violencia”.

La secretaria general del Codicen, Virginia Cáceres, celebró por su parte la oportunidad que brinda la iniciativa para generar espacios en donde la juventud pueda “cuestionar y reflexionar desde un lugar superador sobre esas cuestiones que vamos aprendiendo para poder empezar a transformar” la sociedad. Cáceres dijo que hay muchas educadoras y educadores que “día a día, además de educar desde la currícula, también trabajan en estos aspectos”, pero que la campaña puede generar “instancias de participación que después pueden ser utilizadas como insumo”. En ese sentido, dijo que el compromiso del Codicen “seguramente” sea el de “poder hacer una evaluación” una vez que termine la campaña “y tomar todas las reflexiones y las construcciones que hayan hecho los adolescentes como insumos para poder ver desde qué lugar la educación puede colaborar y seguir colaborando para tener una sociedad libre de violencia”.

La segunda mesa empezó con las palabras del director del INAU, Pablo Abdala, quien saludó el lanzamiento de la campaña en un video, ya que se encontraba en Artigas para participar en una actividad del Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia. Abdala ratificó el compromiso del INAU con la construcción de una “sociedad mejor, como lo estuvo en el pasado”, y enfatizó el papel que juega en eso el Programa de Participación Infantil y Adolescente, conocido como Propia.

“En estos 50 días estaremos construyendo con la necesaria sensibilización y con la necesaria toma de conciencia de que el camino es por aquí. De que, para construir una sociedad mejor y libre de violencia, todos tenemos que aportar a una convivencia más sana y más pacífica”, puntualizó; “desde lo público, desde lo privado, desde el Estado, desde la sociedad civil, y también desde lo personal e individual”.

Que se haga una quinta edición de la campaña demuestra que “se está transformando en una política de Estado”, dijo en tanto Gonzalo Baroni, director de Educación del MEC. El jerarca sostuvo que la cartera no solamente promueve estos “espacios de discusión y reflexión”, sino además “formación para educadores y docentes, donde realmente se rompan esas lógicas sexistas de relacionamiento, que realmente los micromachismos no sean algo que esté naturalizado y que lo natural sea el derecho a una vida digna”.

La directora de Promoción Sociocultural del Mides, Luisa Rodríguez, se centró específicamente en el trabajo de los Centros Promotores de Derechos, un programa que propicia prácticas de protección de derechos en centros educativos, mediante el abordaje de temáticas vinculadas a género, diversidad sexual o discapacidad, entre otras.

“Creo que si bien es importante deconstruir esta violencia instalada en los vínculos, que no es de ahora”, dijo Rodríguez, “también es importante pensar en una construcción posible” y en “cómo sería vivir un vínculo libre de violencia, sin control, sin celos que llevan muchas veces a violentar o a hacer que el otro tenga que justificar su propia libertad”. La directora dijo que el departamento que conduce está trabajando para que los Centros Promotores de Derechos, además de funcionar dentro del sistema educativo, también puedan hacerlo afuera, “para universalizar de alguna manera esta toma de conciencia”.